Girl-praying by ashleigh-moore.
1. La oración es el mayor regalo con el que Dios bendijo a Su Hijo cuando lo creó. Ya  era entonces aquello que habría de llegar a ser: la única  voz que le Creador y la creación comparten; el canto que el Hijo entona al   Padre, Quien le devuelve las gracias que el canto  Le brinda. La armonía es perpetua, y perpetua es también la gozosa concordia de amor que eternamente Ambos se profesan el Uno al Otro. Y de este modo se extiende la creación . Dios da gracias a Su extensión en Su Hijo. El Hijo da gracias por su creación    en el canto que entona mientras crea en Nombre de su Padre. El amor que comparten es lo que toda oración habrá de ser por toda la eternidad, cuando al tiempo le llegue su fin. Porque así era antes de que el tiempo pareciese existir. 
2. Para ti que te encuentras brevemente en el tiempo, la oración toma la forma que mejor satisfaga tu necesidad. Sólo tienes una . Lo que Dios creó uno debe reconocer su unidad, y alegrarse de que lo que las ilusiones parecían separar es uno por siempre en la Mente de Dios. La oración debe ser ahora el medio por el que el Hijo de Dios abandona sus metas e intereses separados, y se dirige en santo  júbilo a la verdad de la unión con su Padre y consigo mismo.
 3. Abandona tus sueños, santo Hijo de Dios, y alzándote tal como Dios te creó, prescinde de los ídolos y acuérdate de Él. La oración te sustentará ahora y te bendecirá según elevas tu corazón a Él en un canto ascendente que se eleva  muy alto, y luego más alto aún, hasta que tanto lo alto como lo bajo desaparecen. La fe en tu objetivo crecerá y te apoyará a medida que asciendas por la luminosa escalera que te lleva a las praderas celestiales y al umbral de la paz. Pues esto es la oración, y ahí se encuentra la salvación. Éste es el camino. Éste es el regalo que Dios te hace.


I. La verdadera oración
1. La oración es un camino que ofrece el Espíritu Santo para llegar a Dios. No es simplemente una petición o una súplica. No tendrá éxito hasta que te des cuenta de que no pide nada.  ¿ De qué otra manera, ni no, podría cumplir su propósito ? Es imposible rezar por ídolos y esperar llegar a Dios. La verdadera oración debe evitar la trampa de convertirse en una súplica. Pide, más bien, recibir lo que ya ha sido dado; aceptar lo que ya está ahí.
2. Se te ha dicho que le pidas al Espíritu Santo la respuesta a cualquier problema específico, y que recibirás una respuesta específica si tal es tu necesidad. Se te ha dicho también que sólo hay un problema y sólo una solución. En lo que respecta a la oración, esto no es contradictorio. En este mundo hay que tomar decisiones,y hay que tomarlas tanto si son ilusorias como si no. No se te puede pedir que aceptes respuestas que se encuentran más allá del nivel de necesidad que puedes reconocer. Por lo tanto, no es la forma de la petición lo que importa, ni tampoco cómo se hace. La forma de la respuesta, si es que procede de Dios, satisfará tu necesidad tal como la percibas. Mas ello es simplemente n eco de la respuesta de Su Voz. El verdadero sonido es siempre un canto de acción de gracias y de amor.
3. No   puedes, por lo tanto, pedir el eco. El canto es lo que constituye el regalo. Con él vienen las resonancias, las armonías, los ecos, mas todo eso es secundario En la verdadera oración sólo escuchas el canto. Lo demás simplemente se agrega. Has buscado primero el Reino de los Cielos, y todo lo demás ciertamente se te ha dado por añadidura.
4. El secreto de la verdadera oración es olvidarte de las cosas que crees que necesitas. Pedir algo específico es igual que ver el pecado primero y luego perdonarlo.  Del mismo modo, al orar pasas por alto tus necesidades específicas tal como las ves, y las dejas en Manos de Dios. Ahi se convierten en los regalos que Le haces, pues Le dicen que no antepondrás otros dioses a Él, ni que  quieres otro amor que el Suyo. ¿ Cuál podría ser Su  respuesta sino tu recuerdo de Él ? ¿ Puede esto cambiarse por un insignificante consejillo para un  problema de apenas un instante de duración ? La respuesta de Dios es para toda la eternidad. Sin embargo, todas las pequeñas respuestas están contenidas en ella. 
5. Orar es hacerse a un lado; un abandonarse, un momento de sosegada escucha y amor. No debe confundirse con súplicas de ninguna clase, ya que es una manera de recordar tu santidad. ¿ Por qué habría de suplicar la santidad cuando tiene plano derecho a todo lo que el Amor ofrece ?  y es al Amor adonde vas cuando oras. La oración es una ofrenda; un renunciar a ti mismo para ser uno con el Amor. No hay nada que pedir porque ya no hay nada más que desear. Esa nada se convierte en el altar de Dios. Y desaparece en Él.
6. Éste no es un nivel de oración que todo el mundo pueda alcanzar por ahora. Aquéllos que aún no lo han   conseguido necesitan que los ayudes con tus oraciones, porque su pedir no se basa todavía en la aceptación. El que alguien ayude con sus oraciones no significa que otro medie entre tú y Dios. Pero sí significa que otro está a tu lado y te ayuda a elevarte hasta Él. Quien se ha dado cuenta de la bondad de Dios, ora sin temor. Y el que ora sin temor no puede sino llegar a Él. Por lo tanto, también Él puede llegar hasta Su Hijo, dondequiera que éste se encuentre, y cualquiera que sea la forma que parezca adoptar.
7. Orar a Cristo en cualquiera es una verdadera oración, porque constituye un regalo de agradecimiento a Su Padre. Pedir que Cristo no sea sino Él Mismo no es una súplica. Es un canto de gratitud por lo que eres. En esto radica el poder de la oración. No pide nada y lo recibe todo. Esta oración puede ser compartida porque recibe  por todos. Orar con alguien que sabe que esto es verdad es haber recibido respuesta. Tal vez la forma concreta de la solución a un problema específico se le ocurra a uno de vosotros, no importa a quién de los dos sea. Tal vez os llegue a ambos, si estáis en una genuina armonía el uno con el otro. Mas vendrá porque os habéis dado cuenta de que Cristo habita en los dos. Ésa es su única verdad.

EL CANTO DE LA ORACIÓN
La oración, el perdón, la curación
Foundation for inner Peace





1. He aquí la respuesta a tu búsqueda de paz. He aquí lo que le dará significado a un mundo que no parece tener sentido. He aquí la senda que conduce a la seguridad en medio de aparentes peligros que parecen acecharte en cada recodo del camino y socavar todas tus esperanzas de poder hallar alguna vez paz y tranquilidad. Con esta idea todas tus preguntas quedan contestadas; con esta idea queda asegurado de una vez por todas el fin de la incertidumbre.
2. La mente que no perdona vive atemorizada, y no le da margen al amor para ser lo que es ni para que pueda desplegar sus alas en paz y remontarse por encima de la confusión del mundo. La mente que no perdona está triste, sin esperanzas de poder hallar alivio o liberarse del dolor. Sufre y mora en la aflicción, merodeando en las tinieblas sin poder ver nada, convencida, no obstante, de que el peligro la acecha allí.
3. La mente que no perdona vive atormentada por la duda, confundida con respecto a sí misma, así como con respecto a todo lo que ve; atemorizada y airada. La mente que no perdona es débil y presumida, tan temerosa de seguir adelante como de quedarse donde está, de despertar como de irse a dormir. Tiene miedo también de cada sonido que oye, pero todavía más del silencio; la obscuridad la aterra, mas la proximidad de la luz la aterra todavía más.  ¿ Qué puede percibir la mente que no perdona sino su propia condenación ? ¿ Qué puede contemplar sino la prueba de que  todos sus pecados son reales ?
4. La mente que no perdona no ve errores, sino pecados. Contempla el mundo con ojos invidentes y da alaridos al ver sus propias proyecciones alzarse para arremeter contra la miserable parodia que es su vida. Desea vivir, sin  embargo, anhela estar muerta. Desea el perdón, sin embargo, ha perdido toda esperanza. Desea escapar, sin embargo, no puede ni siquiera concebirlo, pues ve pecado por doquier.
5. La mente que no perdona vive desesperada, sin la menor esperanza de que el futuro pueda ofrecerle nada que no sea desesperación. Ve sus juicios con respecto al mundo, no obstante, como algo irreversible, sin darse cuenta de que se ha condenado a sí misma a esta desesperación. No cree que pueda cambiar, pues lo que ve da testimonio de que sus juicios son acertados. No pregunta, pues cree saber. No cuestiona, convencida de que tiene razón.
6. El perdón es algo que se adquiere. No es algo inherente a la mente, la cual no puede pecar. Del mismo modo en que el pecado es una idea que te enseñaste a ti mismo,  así el perdón es algo que  tienes que aprender, no de ti mismo, sino del Maestro que representa a tu otro Ser. A través de Él aprendes a perdonar al ser que  crees haber hecho, y dejas que desaparezca. Así es como  le devuelves tu mente en su totalidad a Aquel que es tu Ser y que jamás puede pecar.
7. Cada mente que no perdona te brinda una oportunidad más de enseñarle a la tuya cómo perdonarse a sí misma. Cada una de ellas está esperando a liberarse del infierno a través de ti, y  se dirige a ti implorando el Cielo aquí y ahora. No tiene esperanzas, pero tú te conviertes en su  esperanza. Y al  convertirte en su  esperanza, te vuelves la tuya propia. La mente que no perdona tiene que aprender, mediante tu perdón, que se ha salvado del infierno. Y a medida que enseñes salvación, aprenderás lo que  es. Sin embargo, todo cuanto enseñes y todo cuanto aprendas no procederá de ti, sino del Maestro que se te dio para que te mostrase el camino.
8. Nuestra práctica de hoy consiste en aprender a perdonar.  Si estás dispuesto,  hoy puedes aprender a aceptar la llave de la felicidad y a usarla en beneficio propio. Dedicaremos diez minutos por la mañana y otros diez por la noche a aprender cómo otorgar perdón y también cómo recibirlo.
9. La mente que no perdona no cree que dar y recibir sean lo mismo. Hoy trataremos, no obstante, de aprender que son uno y lo mismo practicando el perdón con alguien a quien consideras un  enemigo, así como con alguien a quien consideras un amigo. y a  medida que aprendas a verlos a ambos como uno solo, extenderemos la lección hasta ti  y veremos que su escape supone el tuyo.
10. Comienza las sesiones de práctica más largas pensando en alguien que no te cae bien, alguien  que parece irritarte y con quien lamentarías haberte  encontrado; alguien a quien detestas vehementemente o que simplemente  tratas de ignorar. La forma en que tu hostilidad se manifiesta es irrelevante.   Probablemente ya sabes de quién  se trata. Ese mismo vale.
11. Cierra ahora los ojos y, visualizándolo en tu mente, contémplalo por un rato. Trata de percibir algún atisbo de luz en alguna parte de él, algún pequeño destello que nunca antes habías notado. Trata de encontrar alguna chispa de luminosidad brillando a través de la desagradable imagen que de  él has formado. Continúa contemplando esa imagen hasta que veas luz en alguna parte de ella, y trata entonces de que esa luz se expanda hasta envolver a dicha persona y transforme esa imagen en algo bueno y hermoso.
12. Contempla esta nueva percepción por un rato, y luego trae a la mente la imagen de alguien a quien consideras un amigo. Trata de transferirle a éste la luz que aprendiste a ver en torno de quien antes fuera tu "enemigo". Percíbelo ahora como algo más que un amigo, pues en esa luz su santidad te muestra a tu salvador, salvando y salvando,  sano e íntegro.
13. Permite entonces que él te ofrezca la luz que vez en él, y deja de tu "enemigo" y tu amigo se unan para  bendecirte con lo que tú les diste. Ahora eres uno con ellos, tal como ellos son uno contigo. Ahora te has pedonado a ti mismo. No te olvides a lo largo del día del papel que juega la salvación en brindar felicidad a todas las mentes que no perdonan, incluyendo la  tuya. Cada vez que el reloj dé la hora, di para tus adentros:


El perdón es la lleve de la felicidad. Despertaré del
sueño de que soy mortal, falible y lleno de 
pecado, y sabré que soy el perfecto Hijo de Dios.

Un Curso de Milagros
Lección 121
Fundación para la paz interior


PSICOTERAPIA
Propósito, proceso y práctica
EL CANTO DE LA ORACIÓN
La oración, el perdón, la curación
Foundation for inner peace
INTRODUCCIÓN
M. C. ESCHER
1. La psicoterapia es la única forma de terapia que existe. Puesto que la mente es lo único que puede enfermar, es asimismo lo único que puede ser sanado. Sólo la mente tiene necesidad de curación. Esto no parece ser así, pues las manifestaciones de este mundo ciertamente parecen reales. Por ello, la psicoterapia es necesaria para que el individuo comience a cuestionar su realidad. Es algunos casos, puede  comenzar a abrir su mente sin ayuda profesional, pero incluso entonces es siempre algún cambio  en su manera de percibir las relaciones interpersonales lo que le permitirá hacerlo. Algunas veces, no obstante, necesita una relación más estructurada y extensa con un terapeuta "oficial". En ambos casos, la tarea es la misma: al paciente se lo debe ayudar a cambiar de parecer acerca de la  "realidad" de la ilusiones.

1
EL PROPÓSITO DE LA PSICOTERAPIA


1. Dicho llanamente, el propósito de la psicoterapia es eliminar los obstáculos a la verdad. Su finalidad es ayudar al paciente a abandonar su sistema fijo de creencias ilusorias, y a empezar a reconsiderar la falsa relación de causa y efecto sobre la que descansa dicho sistema. Nadie en este mundo se escapa del miedo, pero todo el mundo puede reconsiderar sus causas y aprender a evaluarlas correctamente. Dos ha dado a todos un Maestro Cuya sabiduría y ayuda sobrepasa ampliamente cualquier aportación que un terapeuta terrenal pueda proveer. No obstante, hay momentos y situaciones en las que una relación terrenal paciente terapeuta se convierte en la manera a través de la cual Él ofrece a ambos Sus más preciados regalos.
2.  ¿ Qué mejor propósito podría tener una relación que el de invitar al Espíritu Santo a formar parte de ella y otorgar Su Propio regalo de regocijo ? ¿ Qué meta más elevada puede haber para cualquiera que aprender a invocar a Dios y oír Su Respuesta ? ¿ y qué objetivo más trascendente que el de evocar el Camino, la Verdad y la Vida, y recordar a Dios? Contribuir a que esto tenga lugar es el auténtico propósito de la psicoterapia.  ¿ Podría haber algo más santo ? Pues la psicoterapia, si se entiende correctamente, enseña el perdón, y ayuda al paciente a reconocerlo y a aceptarlo. " Y en su curación, el terapeuta es perdonado junto con él ".
3.  Todo aquél que necesita ayuda, sin importar la forma de su desasosiego, se está atacando a sí mismo y, consecuentemente, su paz interior sufre. Estas tendencia  a menudo se describen como  "autodestructivas " y, con frecuencia, el mismo paciente las considera así. De lo que no se da cuenta, y necesita aprender, es que ese " yo " que puede atacar y que también puede ser atacado, es un concepto que él mismo ha inventado. Aún más, lo atesora, lo defiende, y en ocasiones incluso está dispuesto a "sacrificar " su "vida " por él. Pues lo considera su propio ser. Y ve a ese  "yo " a merced de otros, reaccionando a fuerzas externas tal como éstas exigen, e indefenso ante el poderío del mundo.
4. La psicoterapia, entonces, debe restablecer en su conciencia la capacidad de poder tomar sus propias decisiones. Debe llegar a estar dispuesto a invertir su manera de pensar y a entender que aquello que él creyó que proyectaba sus efectos sobre él fue causado por sus propias proyecciones sobre el mundo. Por ende, el mundo que ve no existe. Hasta que no acepte esto, al menos en parte, el paciente no podrá considerarse a sí mismo como verdaderamente capaz de tomar decisiones. Y luchará contra su libertad al creer que es su esclavitud.
M. C. ESCHER
5. El paciente no necesita creer que Dios es la verdad para avanzar en el camino de la salvación. Pero debe comenzar a distinguir la verdad de la ilusión reconociendo que no son lo mismo, así como a estar paulatinamente más dispuesto a ver las ilusiones como algo falso y aceptar que la verdad es verdad. A partir de ahí, su Maestro lo llevará tan lejos como él esté dispuesto a ir. La psicoterapia tan sólo puede ahorrarle tiempo. El Espíritu  Santo utiliza el tiempo como lo estima más conveniente, y Él nunca se equivoca. Bajo Su dirección, la psicoterapia es uno de los medios que Él  emplea para ahorrar tiempo y para preparar maestros adicionales para Su obra. La ayuda que Él comienza y dirige es ilimitada. Sea cual sea la ruta que el  Espíritu Santo elija, toda psicoterapia conduce finalmente a Dios. Mas esta decisión se le deja a Él. Todos somos Sus psicoterapeutas, pues quiere que todos seamos sanados en Él.

2
EL PROCESO 
DE LA PSICOTERAPIA

Introducción

1. La psicoterapia es un proceso que cambia la manera en que uno se ve a sí mismo.  En el mejor de los casos, este " nuevo " yo es un concepto más benévolo de uno mismo, pero no se puede esperar que la psicoterapia establezca qué es lo que es real. Ésta no es su función.  Si consigue abrirle paso a la realidad, ya ha logrado el máximo éxito posible. Su única función consiste, en última instancia, en ayudar al paciente a lidiar con un error fundamental: la creencia de que la ira le puede proporcionar algo que él realmente desea y y de que al justificar su ataque se está protegiendo a sí mismo. En la medida en que  llegue a darse cuenta de que eso es un error, en esa misma medida se ha salvado.
2. Los pacientes no inician una relación terapéutica con este objetivo en mente. Por el contrario, tales conceptos significan muy poco para ellos, o no necesitarían ayuda.
Su meta es conservar intacto el concepto que tienen de sí mismos, pero sin el sufrimiento que ello conlleva. 
3. Al comienzo, pues, la meta del paciente y la del terapeuta son divergentes. Tanto  uno como el otro pueden abrigar conceptos falsos de sí mismos, pero aun así sus  respectivas percepciones sobre lo que constituye una  "mejoría" no pueden sino diferir. El paciente espera aprender cómo lograr los cambios que desea, pero sin alterar de manera significativa el concepto que tiene de sí mismo.  De hecho, espera que este concepto se estabilice lo suficiente para incluir dentro del mismo los poderes mágicos que busca en la psicoterapia. . .  El y o que ve es su dios, y lo único que procura es servirle de la mejor manera posible.
4. El terapeuta, no importa cuán sincero pueda ser, debe querer cambiar el concepto que el paciente tiene de sí mismo de alguna manera que él considere real.  La tarea de la terapia es reconciliar estas diferencias. Con suerte, ambos aprenderán a abandonar sus metas originales, pues sólo en las relaciones se puede encontrar la salvación. .
. . . 


I. Los límites de la psicoterapia

1. El resultado ideal, no obstante, rara vez se alcanza. La terapia comienza con el descubrimiento de que la curación tan sólo puede tener lugar en la mente, y los que ya creen esto se unen en psicoterapia. Puede que no lleguen mucho más lejos, pues nadie aprende más de lo que está dispuesto a aprender. Sin embargo, los niveles de disposición cambian, y cuando el terapeuta o el paciente han alcanzado el siguiente nivel, se les ofrece una relación que se ajusta a  su nueva necesidad. Tal vez se vuelvan a encontrar de nuevo y sigan adelante en la misma relación, haciéndola más santa. O  quizá cada uno de ellos adquiera un nuevo compromiso . Mas una cosa es segura: los dos progresarán. Los retrocesos son temporales. La dirección general es siempre una de progreso hacia la verdad.
2. La psicoterapia de por sí no puede ser creativa. Éste es uno de los errores que el ego fomenta: que él es capaz de un verdadero cambio y, por lo tanto, de verdadera creatividad. . . La " resistencia " es la manera que el ego tiene para ver las cosas; su interpretación  del progreso y del crecimiento. Estas interpretaciones son necesariamente erróneas, puesto que son ilusorias.  Los cambios que el ego busca hacer no son realmente cambios.
. . .
3. La resistencia, como se define aquí, puede ser un rasgo típico tanto en el terapeuta como en el paciente. En cualquier caso, limita la psicoterapia porque restringe sus miras. El Espíritu Santo no puede luchar contra las intrusiones del ego en el proceso terapéutico. Pero Él esperará, y Su paciencia es infinita. . . .Sean cuáles fueren las resoluciones a las que arriben paciente y terapeuta con respecto a sus propias metas  divergentes, no podrán reconciliarse completamente cual uno solo hasta que no se unan a la meta del Espíritu Santo. Sólo entonces acaba todo conflicto, pues sólo entonces puede haber certeza.
4. De manera ideal, la psicoterapia consiste en una serie de encuentros santos en los que dos hermanos se encuentran para bendecirse y recibir la paz de Dios. Y llegará un día en que esto sea así para todo  "paciente" sobre la faz de la tierra, pues  ¿ quiénes sino pacientes podrían haber venido aquí ? El terapeuta es sólo un maestro de Dios un poco más especializado. Aprende enseñando, y cuanto más avanzado, más enseña y más aprende. Mas sea cuál sea la fase en la que se encuentre, habrá pacientes que lo necesitarán tal como es. Pues no pueden asimilar más de lo que por el momento él puede dar. No obstante, ambos finalmente hallarán la cordura.


II. El lugar de la religión en la psicoterapia

1. Para ser un maestro de Dios no es necesario ser religioso ni creer en Dios en ninguna medida. Es necesario, no obstante, enseñar perdón en lugar de condenación. Mas ni siquiera en ésto se requiere total  consistencia, pues cualquiera que hubiese llegado a ese punto podría enseñar lo que es la salvación en un instante y sin una sola palabra. 
2.La religión institucionalizada no ocupa ningún lugar en la psicoterapia, pero tampoco tiene un auténtico lugar en la religión.  Tratar de institucionaliazar la religión es un intento tan obvio por parte del ego de reconciliar lo irreconciliable que no merece que nos extendamos en ello aquí. La religión es experiencia; la psicoterapia también lo es.  En sus niveles más elevados se vuelven una.  Ninguna es verdad en sí misma, mas ambas pueden conducir a la verdad.  ¿ Qué se necesita hacer para encontrar la verdad, que sigue siendo perfectamente obvia, sino eliminar los aparentes obstáculos a la verdadera conciencia ?
3.  Nadie que aprenda a perdonar puede dejar de recordar a Dios.  El perdón, pues, es todo lo que se necesita enseñar, ya que es todo lo que es necesario aprender.  Todos los obstáculos al recuerdo de Dios son formas de falta de perdón, y eso es todo.  Esto nunca le resulta obvio al paciente, y muy rara vez al terapeuta.  El mundo ha aglutinado todas sus fuerzas en contra de esta toma de conciencia, pues en ella radica el fin del mundo y todo lo que éste representa.
4. Sin embargo, tener conciencia de Dios no constituye una meta razonable para la psicoterapia. Ésta llegará cuando se haya completado la psicoterapia, pues allí donde se ha alcanzado el perdón, la verdad no puede sino llegar. Sería injusto que se tuviera que creer en Dios para que la terapia tuviese éxito. Creer en Dios no es realmente un concepto significativo, puesto que a Dios sólo puede conocérsele. Creer implica que es igualmente posible no creer, mas el conocimiento de Dios no  tiene opuestos. No conocer a Dios es no tener conocimiento, y es a esto a lo que conduce toda falta de perdón. Sin conocimiento, uno sólo puede tener creencia.
5. . . . El  proceso psicoterapéutico es el retorno a la cordura. Maestro y alumno, terapeuta y paciente, están todos dementes o. de lo contrario, no estarían aquí. Juntos pueden encontrar una salida, pues nadie encuentra la cordura solo.
Sky and water by M. C. ESCHER

6. . . .Siempre que dos se unen, allí está Él. Sea cuál sea el propósito que tengan, es irrelevante, mas para triunfar tienen que compartirlo completamente. Es imposible compartir un objetivo que Cristo no haya bendecido, pues lo que no se ve a través de Sus ojos está demasiado fragmentado para tener sentido.
7. De la misma manera en que la verdadera religión cura, la verdadera psicoterapia debe ser religiosa. Existen muchas formas de ambas, pues ningún buen maestro utiliza el mismo enfoque con todos sus alumnos. Por el contrario, escucha pacientemente a cada uno, y lo deja formular su propio plan de estudios; no la meta de éste, sino la manera en que mejor puede alcanzar el objetivo que dicho plan establece para él. Puede que el maestro no crea que Dios forma parte de la enseñanza.  Tal vez el psicoterapeuta no entienda que la curación proviene de Dios. No obstante, pueden triunfar allí  donde muchos que creen haber encontrado a Dios fracasan. 
8. ¿ Qué deben hacer el maestro para asegurarse de que el aprendizaje tenga lugar ? ¿ Qué debe hacer el terapeuta para lograr la curación ? Sólo una cosa, el mismo requisito que la salvación le pide a todo el mundo: cada uno debe compartir una meta con alguien más para, de ese modo, perder toda noción de intereses separados. Sólo al hacer esto es posible trascender los estrechos límites que el ego quiere imponer al yo. 
9. La  comunión es imposible  si se está solo. Nadie que permanezca aparte puede recibir la visión de Cristo. Ésta se le ofrece, pero él no puede extender su m ano para recibirla. Que se aquiete y reconozca que la necesidad de su hermano es su necesidad.  Y que entonces la satisfaga como si fuese la tuya y  vez que ambas se satisfacen cual na sola, porque, en efecto, lo son.


III. El papel del psicoterapeuta

1. El psicoterapeuta es un líder en el sentido de que camina ligeramente por delante del paciente, y lo ayuda a evitar algunos  de los escollos del camino advirtiéndolos primero. Lo ideal es que también sea un seguidor, pues hay Uno que debe caminar delante de él para proporcionarle la luz con la que poder ver. Sin Éste, tanto psicoterapeuta como paciente no harían sino dar tumbos a ciegas sin llegar a ninguna parte. Mas si el objetivo es la curación es imposible que Aquél  esté totalmente ausente.  Es posible, no obstante, que no se Le reconozca. Así, pues, la tenue luz que es ese caso  se puede aceptar es todo de lo que se dispone para iluminar el camino hacia la verdad.
2. La curación está restringida tanto por las limitaciones del psicoterapeuta, como por las del paciente. El objetivo del proceso es, por lo tanto, trascender esos límites. Ninguno d los dos puede hacer esto por su cuenta, pero cuando se unen, se le proporciona el potencial para trascender toda limitación. . .
3. Es muy posible que la psicoterapia parezca fracasar. Incluso es posible que el resultado parezca un retroceso. Pero, al final, siempre se produce algún grado de éxito. Hay uno que pide ayuda; hay otro que escucha y responde tratando de ayudar. Ésta es la fórmula de la salvación, que no puede   sino curar. Sólo los objetivos divididos pueden interferir en la curación perfecta. Un terapeuta completamente desprovisto de ego podría curar al mundo sin una sola palabra, simplemente por el hecho de estar ahí. Nadie necesitaría verlo ni hablar con él, o incluso saber de su existencia. Su sola presencia es  suficiente para curar.
4. El terapeuta ideal es uno con Cristo. Mas la curación es un proceso, no un hecho. El terapeuta no puede progresar sin el paciente, y el paciente no está listo para recibir a Cristo o de lo contrario no podría estar enfermo. En cierto sentido, el psicoterapeuta desprovisto de ego es una abstracción que se encuentra al final del proceso de curación; demasiado avanzado para creer en la enfermedad y demasiado cerca de Dios para mantener los pies sobre la tierra. Ahora puede ayudar a través de aquéllos que necesitan ayuda, pues de esta manera lleva a cabo el plan establecido para la salvación . . .
Peeled Faces by M C Escher


IV. El proceso de la enfermedad

1. De la misma manera en que toda terapia es psicoterapia, del mismo modo toda enfermedad es enfermedad mental. Es un juicio acerca del Hijo de Dios, y todo juicio es una actividad mental. Un juicio  es una decisión que se toma una y otra vez contra la creación y su Creador. Es la decisión de percibir el universo como tú lo habrías creado. Es decidir que la verdad puede mentir y que es una mentira.  ¿ Qué otra cosa, entonces, puede ser la enfermedad sino una expresión de aflicción y  culpa ? ¿ Y por qué sollozaría alguien sino por su inocencia ?
2. Una vez que al Hijo de Dios se le considera culpable, la enfermedad es   inevitable. Es lo que ha pedido y, por ende, es lo que recibirá. Todos los que piden enfermedad se han condenado a sí mismos a buscar remedios que no los pueden ayudar, pues han depositado su fe en la enfermedad y no en la salvación. No hay nada que un cambio de mentalidad no pueda hacer, pues todas las cosas externas no son sino sombras de una decisión ya tomada. Si se cambia la decisión ¿ cómo podría su sombra no cambiar ? La enfermedad no es más que la sombra de la culpa, grotesca y fea, puesto que imita la deformidad. Si una deformidad se ve como real,  ¿ cómo podría su sombra no ser deforme ?
3. . . .
  La curación es terapia o corrección, y como ya hemos dicho y volveremos a repetir, toda terapia es psicoterapia. Curar al enfermo no es sino ofrecerle este entendimiento.
4. La palabra "cura" ha caído en desprestigio entre los terapeutas más "respetables" del mundo, y con toda razón. Pues ninguno de ellos puede curar, y ninguno de ellos entiende lo que es la curación. En el peor de los casos, le otorgan realidad al cuerpo en sus propias mentes, y una vez que han hecho esto, apelan a la magia para curar los males con los que sus mentes dotaron al cuerpo.  ¿ Cómo podría este proceso curar ? Es ridículo de principio a fin. Mas una vez comenzado, del mismo modo ha de concluir. Es como si Dios fuese el diablo y fuera necesario encontrarle en el mal.  ¿ Cómo podría haber amor ahí ? ¿ Y cómo podría lo enfermo curar ? ¿ No son acaso estas dos preguntas la misma ?
7. La enfermedad es por lo tanto un error, y necesita corrección. Y tal como ya hemos subrayado, la corrección. no puede tener lugar justificando el error primero y, luego, pasándolo por alto. Si la enfermedad  fuese real, en verdad no podría pasarse por alto, pues obviar la realidad es demencia. 
. . . 
8.La enfermedad es demencia porque toda enfermedad es enfermedad mental, y en esto no hay grados. una de la ilusiones que hace que la enfermedad se perciba como real es la creencia de que le enfermedad varía en intensidad; que el grado de amenaza difiere  según la forma que adopte. En esto radica la base de todos los errores, pues todos ellos no son más que intentos de transigir,  al ver sólo una pequeña parte del infierno. Esto es una burla tan ajena a Dios que por siempre ha de ser inconcebible. Pero los dementes lo creen porque están locos.
9. Un loco defiende sus ilusiones porque ve en ellas su salvación. Por lo tanto, atacará a todo aquél que trate de salvarlo de ellas al creer que está siendo atacado por él. Esta curioso círculo de ataque - defensa es uno de los problemas más difíciles que debe enfrentar el psicoterapeuta. De hecho, ésa es su tarea principal, la esencia de la psicoterapia. Al terapeuta se le ve como alguien que está atacando la posesión más preciada del paciente: su imagen propia. Y puesto que esta imagen se ha convertido en la seguridad del paciente tal como él la considera, el terapeuta no puede sino ser percibido como una verdadera fuente de peligro, que hay que atacar e incluso matar.
10. El psicoterapeuta, pues, tiene una enorme responsabilidad. Debe hacer frente al ataque sin atacar y, por consiguiente, sin defenderse. 
. . .
11. Esta única doctrina de la salvación es la meta de toda terapia. Pues alivia la mente de la insensata carga de culpa que tan fatigosamente arrastra, y de este modo la  curación se logra. No se cura al cuerpo. Simplemente se le reconoce como lo que es. Si se percibe correctamente, se puede entender su propósito.  ¿ Qué necesidad hay, entonces, de enfermedad ? Con este único cambio, todo lo demás vendrá por añadidura. No hay necesidad de complicados cambios. No hay necesidad de largos análisis ni de discusiones o búsquedas fatigosas. La verdad es simple, al ser una y la misma para todos.


V. El proceso de curación

1. Aun cuando la verdad es simple, de todas maneras es necesario enseñarla a aquéllos que han perdido el rumbo en interminables laberintos de complejidad. Ésa es la gran ilusión. En su estela surge inevitablemente la creencia de que para estar a salvo uno debe controlar lo desconocido.
. . .
2. Recordemos que los que acuden a nosotros en busca de ayuda están severamente atemorizados.Lo que creen que los ayudarán, les hará daño;  lo que creen que les hará daño es lo único que los puede ayudar.  El progreso se vuelve imposible hasta que el paciente es persuadido para cambiar completamente su tergiversada manera de ver el mundo; su tergiversada manera de verse a sí mismo. La verdad es simple. No obstante, debe enseñarse a aquéllos que creen que los pondría en peligro. Debe enseñarse a aquéllos que atacan cuando se sienten amenazados y a aquéllos que, por encima de todo, necesitan la lección de la indefensión para mostrarles lo que es la fortaleza.
3. Si este mundo fuera ideal, tal vez podría haber una terapia ideal. En un estado ideal, no obstante, la terapia no tendría ningún propósito. .. De todas maneras, hablamos de lo que se puede hacer para ayudar  al demente dentro de los límites de lo posible.  Mientras estén enfermos, se les pude y se les debe ayudar. No se le pide más que eso a la psicoterapia; ni es digno del terapeuta dar menos de todo lo que tiene para dar. Pues Dios  Mismo le ofrece su hermano como su Salvador del mundo.
Ondulaciones by M C Escher
4. La curación es santa.  No hay nada más santo es este mundo que ayudar a alguien que pide ayuda. Este intento, aunque sea limitado, aunque carezca de sinceridad, lleva a ambos muy cerca de Dios.  Donde dos se unen para efectos de la curación, allí esta Dios. ..
...
5.  Un hermano que busca ayuda puede brindarnos regalos que exeden en mucho lo más elevado que se pueda percibir en sueño alguno.  Nos ofrece la salvación, pues  viene a nosotros como Cristo y Salvador. Lo que pide, lo está pidiendo Dios a través suyo.   Y lo que hacemos por él se convierte en el regalo que Le hacemos a Dios.
. . .
6. Pues dos se han unido. Y ahora Dios cumple Sus promesas. Los límites impuestos tanto por el paciente como por el terapeuta ya no cuenta, pues la curación ha comenzado.  Lo que ellos deben comenzar su Padre lo completará. Pues Él nunca ha pedido otra cosa que la más mínima muestra de buena voluntad, el más pequeño de los avances, y el más leve susurro de Su Nombre. Pedir ayuda, en la forma que sea, es apelar a Él.  Y Él enviará Su Respuesta a través del terapeuta que mejor pueda servir a Su Hijo en su actual necesidad.  Tal vez la respuesta no parezca ser un regalo del Cielo. Puede incluso parecer un empeoramiento en lugar de una ayuda. No obstante, no seamos nosotros quienes juzguemos el resultado.
7. . . No se nos pide que seamos perfectos cuando intentamos curar. Ya nos hemos engañado si creemos que hay necesidad de curación. Y la verdad nos llegará sólo a través de alguien que parece compartir nuestro sueño de enfermedad.
Ayudémosle a perdonarse a sí mismo por todas la transgresiones por las que se condenaría a sí mismo sin causa alguna. Su curación es la nuestra. Y según veamos su impecabilidad brillar a través del velo de culpa que cubre al Hijo de Dios, contemplaremos en él la faz de Cristo, y comprenderemos que no es sino la nuestra.
8. Permanezcamos en silencio ante la Voluntad de Dios y hagamos lo que Ésta ha dispuesto que debemos hacer. Sólo hay una manera de llegar allí donde dieron comienzo todos los sueños. Y es ahí donde los dejaremos, para marcharnos en paz para siempre. Si oyes la petición de ayuda de un hermano, respóndele. Será a Dios a Quien respondes, pues Lo incovaste. No hay otra manera de oír Su Vos.   No hay otra manera de buscar a Su Hijo. No hay otra manera de  encontrar tu propio Ser. La curación es santa, ya que el Hijo de Dios retorna al Cielo a través de su tierno abrazo.  Pues la curación le dice, a través de la Voz que habla por  Dios, que todos sus pecados  (errores ) le han sido perdonados.


VII. La Visión del Salvador
Geisha by  Kitagawa Utamaro
1. Aprender significa cambiar. La salvación no intenta valerse de medios que todavía sean tan ajenos a tu modo de pensar que no te sirvan de nada, ni tampoco es su intención producir cambios que  tú no puedas reconocer. Mientras perdure la percepción habrá necesidad de conceptos, y la tarea de la salvación es cambiarlos. Pues tiene que lidiar valiéndose de contrastes, no de la verdad, la cual no tiene opuestos ni puede cambiar. De a cuerdo con los conceptos del mundo, los culpables son "malos" y los inocentes "buenos". Y no  hay nadie aquí que no tenga un concepto de sí mismo que cuenta con lo "bueno" para que le perdone lo "malo". No puede tampoco confiar en el aspecto "bueno" de nadie, pues cree que el "malo" anda por ahí al acecho. Este concepto hace hincapié en la traición, de modo que resulta imposible tener confianza. Nada de esto puede cambiar mientras percibas "lo malo" en ti.
2. Mientras le atribuyas valor al ataque no podrás ver tus "malos" pensamientos. Puede  que algunas veces los percibas, pero no te darás cuenta de que no significan nada. Y así, se presentarán en formas temibles, ocultando su contenido, a fin de  quebrantar el pobre concepto que tienes de ti mismo y ennegrecerlo con otro "crimen" más. No puedes concederte a ti mismo tu inocencia, pues estás demasiado confundido con respecto a quién eres. Mas sólo con que considerases a un solo hermano como completamente digno de perdón, tu concepto de ti mismo cambiaría por completo. Tus "malos" pensamientos quedarían perdonados junto con los suyos, al no haber permitido que ninguno de ellos te afectase. Abandonaría tu empeño de querer ser el símbolo de su maldad y culpabilidad. Y al depositar tu confianza en lo que es bueno en él, la depositarías en lo que es bueno en ti.
Kitagawa Utamaro - Geisha applying her make up.
3. Desde un punto de vista conceptual, ésta es la manera de verlo a él como algo más que un cuerpo, pues el cuerpo nunca parece ser lo que es bueno. Las acciones del cuerpo se perciben como procedentes de lo más "bajo" en ti, y, por ende, de lo más "bajo" en él. Al concentrarte únicamente en lo bueno en él,  ves el cuerpo cada vez menos y a la larga tan sólo se verá como una sombra que circunda lo bueno. Y cuando hayas llegado al mundo que se encuentra más allá de lo que sólo se puede ver con los ojos del cuerpo, ése será el concepto que tendrás de ti mismo. Pues no interpretarás nada de lo que veas sin la Ayuda de la que Dios te proveyó. Y  en Su visión  yace otro mundo.
4. Vives en ese mundo tanto como en éste, pues los dos son conceptos de ti mismo que se pueden intercambiar, pero que jamás pueden albergarse simultáneamente. El contraste es mucho mayor de lo que te imaginas, pues amarás ese otro concepto de ti mismo porque no se concibió sólo para ti. Aunque nació como  un regalo para alguien a quien no percibías como tu propio ser, se te ha dado a ti. Pues el perdón que le concediste a él ha sido aceptado ahora para los dos.
5. Ten fe en aquel que camina a tu lado,  para que tu temeroso concepto de ti mismo pueda cambiar. Y contempla lo bueno en él, para que tus "malos" pensamientos no te asusten al no poder nublar la manera en que lo ves. Y lo único que se requiere es que  estés dispuesto a que este feliz cambio tenga lugar. No se te pide nada más. En apoyo de ese cambio, recuerda lo que el concepto de ti mismo que ahora abrigas te trajo en su estela, y dale la bienvenida al grato contraste que se te ofrece. Extiende la mano y recibe el regalo de dulce perdón que le ofreces a aquel  que tiene tanta necesidad de él como tú. Y permite que el cruel concepto que tienes de ti mismo sea intercambiado por otro que te brinda la paz de Dios.
6. El concepto que ahora tienes de ti mismo garantiza que tu función aquí sea por siempre irrealizable e imposible de  llevar a cabo. Y así, te condena a una  amarga y profunda sensación de depresión y  futilidad. Dicho concepto, sin embargo, no tiene por qué ser fijo e inalterable, a menos que decidas que no hay esperanzas de que pueda cambiar y lo mantengas estático y oculto en tu mente En lugar de ello  entrégaselo a Aquel que entiende cuáles son las modificaciones que necesita para que pueda serle útil a la función que se te encomendó a fin de brindarte paz, de modo que puedas ofrecer paz para así gozar de ella. Las alternativas están en tu mente para que las uses, y tú puedes verte a ti mismo de otra manera.  ¿ No preferirías considerarte a ti mismo alguien que es necesario para la salvación del mundo, en vez de un enemigo de ella ?
7. El concepto del yo se alza como un escudo, como una silenciosa barricada contra la verdad y la oculta de tu vista. Todas las cosas que ves son imágenes porque las contemplas a través de una barrera que te empaña la vista y deforma tu visión, de manera que no puedes ver nada con claridad. La luz está ausente de todo lo que ves. Como máximo, vislumbras una sombra de lo que se  encuentra más allá. Como mínimo, ves simplemente la obscuridad y percibes las aterrantes imaginaciones procedentes de pensamiento de culpabilidad y de conceptos nacidos del miedo. Y lo que ves es el infierno, pues eso es lo que es el miedo. Mas todo lo que se te da es para tu liberación; y la vista, la visión y el Guía interno te sacarán del infierno junto con aquellos que amas a tu lado, y al universo junto con ellos.
Kitagawa Utamaro
8. ¡ Mirad el papel que se os ha encomendado  en el universo ! El Señor del Amor y de la Vida le ha encomendado a cada aspecto de la verdadera creación que salve a todo el mundo de la aflicción del infierno. Y a cada uno Él le ha concedido la gracia de ser ser el salvador de los santos hermanos que especialmente se le  confiaron. Y esto es lo que él aprende cuando primero ve a otro tal como se ve a sí mismo y contempla su propio reflejo en él. Así es como deja de lado el concepto que tiene de sí mismo, pues nada viene a interponerse entre su visión y lo que contempla, para juzgar lo que él ve.  Y esta única visión él ve la faz de Cristo y se da cuenta de que contempla a  todo el mundo según contempla a este hermano. Pues ahora hay luz donde antes había obscuridad , y el velo que cubría su vista ha sido descorrido.
9. El velo que cubre la faz de Cristo, el temor a Dios y a la salvación, así como el amor a la culpabilidad y a la muerte, no son sino diferentes nombres de un mismo error;  que  hay un espacio entre tu hermano y tú que os mantiene aparte debido a una ilusión de ti mismo que lo mantiene a él separado de ti y a ti alejado de él. La espada del juicio es el arma que le entregas a esta ilusión de ti mismo, para que pueda luchar e impedir que el a mor llene el espacio que mantiene a tu hermano separado de ti. Mientras empuñes esa espada, no obstante, no podrá sino percibirte a ti  mismo como un cuerpo, pues te habrás condenado a estar separado de aquel que sostiene el espejo que refleja otra imagen de lo que él es, y, por ende, de lo que tú no puedes sino ser también.
10. ¿ Qué es la tentación sino el deseo de permanecer en el infiero y en la aflicción ? ¿ Y a qué puede dar lugar esto, sino a una imagen de ti mismo que puede estar afligida y permanecer atormentada y en el infierno?  El que ha aprendido a no ver a su hermano de esta manera, se ha salvado a sí mismo y, por ende, se ha convertido en el salvador de todos los demás. Dios ha encomendado a todos a cada uno,  pues un salvador parcial es uno que sólo se ha salvado parcialmente. Los santos hermanos que Dios te ha encomendado para que los salves son todos aquellos con quienes te encuentras o a quienes contemplas sin saber quién son;  los que viste por un instante y luego olvidaste; los que conociste hace mucho; los que conocerás algún día; aquellos de los que ya no te acuerdas y los que aún no han nacido. Pues Dios te ha dado a Su Hijo para que lo salves de cualquier concepto  que él jamás haya abrigado.
11. Mas ¿ cómo podrías ser el salvador del Hijo de Dios mientras todavía desees permanecer en el infierno ?  ¿ cómo ibas a ser consciente de su santidad mientras lo veas separado de la tuya ? Pues la santidad se ve a través de los santos ojos que ven la inocencia en su interior, y que, debido a ello, esperan vela todas partes. De esta manera, la invocan en todo aquel que contemplan, para que pueda ser lo que ellos esperan de él. Ésta es la visión del salvador; él ve su inocencia en todos los que contempla, y su propia salvación en todas partes.  No tiene un concepto de sí mismo que se interponga entre sus ojos despejados y serenos y lo que ve. De este modo, lleva la luz a todo lo que contempla para así poderlo ver como realmente es. 
Dojouji by Kitagawa Utamaro
12. Sea cual sea la forma en que la tentación parezca manifestarse, no es más que un reflejo de tu deseo de ser algo que no eres. Y de ese deseo surge un concepto que te enseña que tú eres aquello  que deseas ser. Y hasta que no dejes de atribuirle valor al deseo que lo engendró, ése será el concepto que tendrás de ti mismo. Y mientras lo tengas en gran estima, verás a tu hermano como la imagen de ti que dicho deseo engendró. Pues ver es tan sólo la representación de un deseo, ya que no tiene el poder de crear. Puede, no obstante, contemplar con amor o con odio, dependiendo sencillamente de si eliges unirte a lo que ves o mantenerte aparte y separado de ello.
13. Así como la visión del salvador está desprovista de cualquier juicio acerca de ti, del mismo modo es inocente con respecto a lo que tu hermano es. No ve el pasado de nadie en absoluto. Y así, sirve a una mente completamente receptiva, libre de viejos conceptos y dispuesta a contemplar sólo lo que el presente contiene. No puede juzgar porque no sabe nada. Y al haber reconocido esto simplemente pregunta; " ¿ Cuál        es el significado de lo que contemplo  ? " Entonces se le da la respuesta. Y la puerta se abre para que la faz de Cristo refulja sobre aquel que con inocencia pide ver más allá del velo de las viejas ideas y de los conceptos ancestrales que por tanto tiempo abrigó contra la visión de Cristo en ti.
14. Así pues, mantente alerta contra la tentación, recordando que no es más que un deseo demente e insensato de convertirte en algo que no eres. Y  piensa también en esa cosa que querrías ser en cambio. Pues de lo que esa cosa se compone es de locura, de dolor y muerte; de traición y de profunda desesperación, así como de sueños fallidos y de haber perdido toda esperanza, salvo la de morir, para así poner fin al sueño de miedo. Eso es todo lo que es la tentación ; nada más. ¿ Cómo iba a ser difícil elegir  contra ello ? Examina lo que es la tentación y reconoce cuáles son las verdaderas alternativas entre las que eliges.  Pues sólo hay dos. No te dejes engañar por el hecho de que aparentan ser muchas. Las alternativas son el infierno o el Cielo, y de éstas, sólo puedes elegir una.
15. No dejes que la luz del mundo, la cual te ha sido concedida, permanezca oculta del mundo. El mundo necesita la luz, pues es ciertamente un lugar sombrío, y los hombres se desesperan por haber negado la visión del salvador y lo que ven es la muerte. Su salvador se encuentra ahí, desconocidamente y desconocido, y los contempla con los ojos cerrados. Y ellos no podrán ver hasta que él los contemple con ojos videntes y les ofrezca el perdón que se ofrece a sí mismo.  ¿ Podrías tú a quien Dios exhorta; " ¿ Libera a mi Hijo ! " caer en la tentación de no escuchar, una vez que te has dado cuenta de que es tu propia liberación la que Él pide ? ¿ Y qué otra cosa sino ésta pretende enseñar esta curso ? ¿ Y qué otra cosa sino ésta tienes que aprender ?
Un Curso de Milagros
Foudation for inner peace
LA VISIÓN
Cap. 31

Joshua Petker
Es una ilusión, un tipo de proyección, que consiste en creer que uno de los dos ha descendido espiritualmente a un nivel mas bajo que el del otro. La aparente discrepancia que ha surgido entre nosotros en realidad ha sido buscada y bien recibida, debido a que ambos creímos que una comparación de esa clase aportaría algún tipo de beneficio. Quizás cada uno de nosotros pensó que fortalecería la sensación de su propia inocencia al comparar su conducta  con la del otro. Pero no es así como  la inocencia se pone en evidencia. Si nos ha llegado el momento de separarnos,  ese momento no debe preocuparnos de antemano, pues ocurrirá con el concentimiento de ambos, incluso si entre los medios que elegimos para precipitar ese instante se encuentran grandes resistencias,  "injusticias" y enfrentamientos.
¿ Sería acaso un error mío si tratara de amarte ? Estaría tratando de verte como algo que ahora no creo que seas y, sin embargo, por medio del esfuerzo, de alguna técnica, o simplemente insistiendo, esperaría cambiar y sentir alguna otra cosa distinta de la que ahora siento. Lo que puede producir este modo de ver las cosas es la cáscara vacía del amor. Sí,  podría hacer muchas cosas por ti que presumo que no deseas hacer por ti misma, y aunque tampoco yo tuviera ganas de hacerlas, estaría dispuesto a hacer ese sacrificio. Y quizá te hablaría más tranquilamente y haría que con más frecuencia se dibujara una sonrisa en mi boca. Posiblemente no utilizaría palabras que te sonaran críticas, aun si te estuviera criticando mentalmente. Sin embargo, durante todo el tiempo experimentaría una vaga sensación de culpa, debido a que no sería coherente conmigo mismo, pero, como se trata de una  "buena causa ", seguiría actuando de la misma manera. Nunca me preguntaría si eres alguien en quien puedo confiar para que me aceptes como soy, pues incluso yo no confío en mí mismo; de otro modo no intentaría cambiar lo que creo que  siento. Y, por sobre todo, no me preguntaría si es posible que te ame y que tú me ames, pues hacerlo significaría además admitir que tú no necesitas cambiar.  ¿ Acaso mi esfuerzo por amarte no es una  "prueba " de lo que tú haces ?.
El amor no requiere que me anule a mí mismo. Y la culpa no sirve para suscitar  "actos de amor ". El amor sólo pide ser admitido.  ¿ He de dar la bienvenida a un sentimiento de aprecio por lo  que has visto en mí, por cuán inesperadamente has seguido reapareciendo, por cuán frecuentemente has buscado contacto, y por cuán gentilmente me  has tratado ? ¿ O acaso hay algo que deseo que hagas primero ? Si comprendiera que todo esto es lo que se requiere para reconocer el amor que ya siento, y que me haría dejar de necesitar cualquier cosa de ti ,  ¿ sería capaz de dar  ese paso tan pequeño ? Sólo se trata de reconocer que no  necesito que me agradezcas mis regalos ni que esté de acuerdo con mis intenciones, pero tampoco necesito que sientas remordimiento por tus actos ni que cooperes con  este esfuerzo. Sólo deseo sinceramente que continúes siguiendo tus voces interiores, que tomes tu propio tiempo y tu propio camino, y también que nunca sientas la necesidad de recibir mi bendición, pues una bendición puede muy bien no tener precio. Sólo mi reconocimiento de que eres libre, pues eso precisamente es el amor.
Hay Un Lugar Donde no estás Sólo
Hugh Prather
E. Planeta.

AFERRADO AL PASADO
Karla Gerard - 10 houses 4 trees and fronds
¿Se ha encontrado alguna vez en una situación de paz conduciendo el coche en un día hermoso o caminando solo, cuando de repente se sintió agitado o alterado y no pudo saber por qué ? Cuando ocurre esto, suele significar que su mente se ha deslizado a un momento del pasado, a un momento en que quedó un asunto sin resolver. Es como si la vieja batalla fuera nueva y ocurriera en el presente.
Nuestras percepciones del pasado se convierten en proyecciones del presente si abandonamos nuestro centro en el presente y nos deslizamos en el dolor y el miedo  que rodearon a aun asunto del pasado que no hemos resuelto aún. Es raro que nos demos cuenta en el momento en que esto sucede, y el pasado horrible y negativo parece ocurrir ahora. En realidad, todos nos enfrentamos con el presente. ¡ Piense en ello ! ¿ Alguna vez no ha sobrevivido al presente ?
Nuestras mentes y nuestras relaciones se convierten en rehenes del pasado cuando proyectamos el dolor y el conflicto de viejas relaciones al presente. Hasta que somos conscientes  del presente,  del presente, nuestras relaciones pueden oscurecerse con las  nubes negras de las cosas no resueltas del ayer.
Cada vez que nos encontramos perturbados, es casi seguro que la fuente real del conflicto está o en el pasado o en nuestros miedos del futuro, pero decididamente no en el presente. La mente inconsciente tiene muchas maneras para convencernos de que nuestro presente perturbado nada tiene que ver con el pasado.
Recuerde que lo ocurrido hace cinco o diez minutos, está  ahora en el pasado. Cada vez que usted se encuentra en un  pasado de inquietud, deténgase y formúlese la pregunta siguiente; " ¿ Sucede ahora lo que me altera o se trata de un momento del pasado ? ¿ Proyecto mis temores hacia el futuro ? ".
La mente proyecta las viejas películas una y otra vez. Los  viejos dramas se repitan y nuestras vidas empiezan a parecerse a una serie de repeticiones. La mente dividida nos oculta la verdad; que la fuente de nuestro conflicto es un asunto no resuelto del pasado y que el pasado nada tiene que ver con el presente.
Si cada día reconocemos y decidimos resolver los asuntos no terminados del pasado, nos ayudará a liberarnos y a poder vivir en el presente.

EL  MIEDO AL AMOR Y A LA INTIMIDAD
Resulta difícil pensar que tengamos lo que deseamos. Pero para muchos de nosotros el miedo mayor es el amor y la intimidad. Esto ocurre porque se nos hirió en el pasado y sentimos que debemos hacer todo lo posible por evitar que vuelvan a herirnos. Solemos sentir que no somos dignos de amor y, por miedo al rechazo, hasta podemos crear una actitud de indiferencia que aleja a las personas, así no tenemos que correr el riesgo de ser rechazados.
Cuando nos sentimos solos y sin relaciones íntimas, nos convecemos de que el mundo es un lugar injusto. Estos sentimientos se volverán particularmente intensos cada vez que veamos a otras personas abrazándose, besándose y acompañándose.. Cuando nuestro resentimiento o enfado crece, enviaremos mensajes negativos que alejan más aún a la gente. A veces, aunque no sea nuestra intención, la energía que creamos a nuestro alrededor dice: " ¡ No se acerquen ! ".
Aunque sintamos la necesidad de proximidad e intimidad.
En muchos de nosotros el miedo a la intimidad comenzó en la infancia. Muchas de las experiencias de la infancia están alteradas en la memoria y nos dicen que solamente nos amarán si nos desenvolvemos bien. Como tememos ser juzgados negativamente, tememos arriesgarnos en el intercambio  social. Sentimos que nos faltan las palabras, o, al tener la sensación de no ser aptos, deseamos no relacionarnos mucho con otras personas porque tenemos miedo que tarde o temprano esto conduzca a relaciones sexuales y se juzgue negativamente nuestra conducta.
Muchos de nosotros tenemos dificultades para confiar porque compartimos nuestros secretos más íntimos con alguien en el pasado que más tarde usó este conocimiento contra nosotros. Así que tememos a la intimidad, tememos a la oportunidad de compartir nuestros sentimientos más íntimos.
Esto es particularmente cierto para los hombres que cuando eran niños no tuvieron modelos del papel masculino que han observado que compartir los sentimientos se interpretaba,  falsamente, como debilidad. Así que la idea de compartir los sentimientos más íntimos con otras personas los hizo temer al rechazo.
El ego expresa esto diciendo; " Si la gente descubriera quién eres realmente, te rechazaría ".
Otra manera de considerar la intimidad es que alguien " vea nuestro interior " . Pero la parte de nosotros que tiene miedo al rechazo tiene un disfraz para evitar que otra persona nos vea como somos. Nos convencemos de que si no nos protegemos de esa manera, la gente descubrirá cómo somos en compañía, sin embargo nuestra ligazón con el miedo nos protege de lo que más deseamos.
Para tener intimidad, necesitamos no asignar valores al miedo y a la culpa, y necesitamos desprendernos de la ligazón que tenemos con esas ilusiones. El miedo proviene de nuestras propias percepciones de que somos culpables de haber hecho cosas terribles en el pasado y que merecemos el rechazo. Estas percepciones nos hacen creer que no merecemos amor. Entonces proyectamos esta creencia en el mundo exterior y  recibimos exactamente lo que proyectamos terminando con el sentimiento de que somos víctimas de nuestras relaciones.
El ego hará todo lo posible para que temamos el amor y para impedir que nos perdonemos, que nos amemos, que aceptemos el amor y que demos amor para los demás.
Necesitamos confiar en el amor, no en el miedo. El perdón para nosotros y los demás es el primer paso para abandonar el miedo al rechazo y el miedo al amor y la intimidad.

LA CONFIANZA
Al trabajar con miles de personas que tienen problemas en sus relaciones, encontramos que la primera queja es la falta de confianza en la otra persona. Se pone en peligro cualquier relación cuando se ocultan los hechos de nuestras vida referentes al dinero, la infidelidad, etcétera. La desconfianza no proviene so lamente del comportamiento de la otra persona en la relación. Más bien surge de proyectar nuestros propios sentimientos de duda y desconfianza en el mundo.
Karla Gerard- Houses birds and a swirl  tree
A menos que una relación se base en la honestidad y la confianza, se producirá un ciclo interminable, de un conflicto a otro. La honestidad es tener integridad y consistencia en todo lo que pensamos, decimos y hacemos.
Hay una alta cantidad de divorcios en las relaciones en las que reina la desconfianza. Incluso después de la ruptura, muchas de esas relaciones permanecen no curadas. En demasiados divorcios continúa durante años lo imperdonable, a veces durante toda la vida, y esto afecta las relaciones de las dos personas. Cuando no se perdonan lo ocurrido en las relaciones del pasado, las nuevas relaciones estarán llevas de desconfianza.
No crearemos relaciones positivas, las que se basan enteramente en el amor, hasta que curemos las relaciones del pasado.
Para aprender a confiar, necesitamos aprender a abandonar las inversiones emocionales que aún tenemos en un pasado doloroso.
Confiaremos en el presente solamente cuando perdonemos el pasado.Significa abandonar las percepciones que aprendimos temprano en la vida. Por ejemplo, significa desear no escuchar más la voz del ego que nos dice que nunca perdonaremos ni olvidaremos las viejas heridas porque la historia seguramente se repetirá y volverán a lastimarnos.
La confianza significa mirar más allá del cuerpo físico y de los disfraces que la gente usa. Realmente no confiaremos en los "cuerpos" ^porque estos vienen y van.  Solamente creeremos en lo invariable, significa confiar en la esencia espiritual que es la identidad verdadera de cada uno. La confianza significa elegir la luz del amor y la inocencia de un niño en los ojos de cada una de las personas que conocemos, en las que pensamos, o encontramos en la vida cotidiana.
Piense por un momento en un bebé,  ¿ Hay algo en él que usted no perdonaría o que le haría pensar en la conducta pasada del niño y usarla en su contra ? Creemos que no.
Más que concentrarse en el cuerpo de la otra persona y en su conducta, aprendemos a confiar en la inocencia, la esencia espiritual de cada ser.
Nunca se destaca lo suficiente lo difícil que es crear relaciones positivas, basadas en el amor, las que son completamente amorosas, hasta que curemos la desconfianza que sentíamos en el pasado. Si usted quiere aprender a confiar en el presente, debe abandonar las percepciones negativas del pasado.
Basemos nuestra confianza en las verdades eternas en lugar de apoyarnos en las experiencias dolorosas del pasado.
Creemos nuestra confianza en la esencia espiritual que expresa cada persona más que en algo que pensamos que esta persona debe hacer para ganar nuestro amor y confianza.
La confianza no es lo que veamos u oímos sino lo que sabemos o creemos que es verdad.Hay un niño asustado dentro de cada uno de nosotros que suele expresarse en el adulto agresivo y enfadado . . . No  basemos nuestra confianza en lo que los ojos nos dicen de la conducta de otras personas, elijamos ver la luz resplandeciente de la inocencia y el amor como su verdadera identidad y la nuestra.

ELEGIR LA FELICIDAD
¿ Puede elegirse la felicidad en un mundo que con frecuencia parece tan loco e injusto ? La respuesta es . . . por supuesto! La felicidad es el estado natural de nuestra mente. Pero el ego crea la ilusión de que lo opuesto es la verdad.El ego hace esto alentándonos a buscar la felicidad fuera de nosotros, por más que la busquemos con decisión no encontraríamos la felicidad duradera en el mundo exterior.
Karla Gerard - 3 owls
Es una regla empírica;  sentirnos desgraciados es elegir el camino equivocado. Nuestra infelicidad significa que obedecer al ego  que nos dice que la felicidad se encuentra cuando " se logra " algo; un coche nuevo, una nueva relación, unas vacaciones o una multitud de cosas que ofrece el mundo exterior.  Cuando creemos, como el ego nos dice, que encontraremos la felicidad al conseguir estas cosas y no las conseguimos, nos parece que  la felicidad no está a nuestro alcance.
La felicidad es una decisión y una elección interior y no tiene nada que ver con los acontecimientos que tienen lugar en el mundo exterior. Quizás la forma más alta de felicidad y alegría la recibimos mediante el acto de dar amor y de  ayudar a otra persona en el camino de la vida, recordando otra vez que dar es recibir.
Nuestro ego piensa que la felicidad es conseguir lo que deseamos, una bicicleta o un coche. Pero la felicidad que se basa en conseguir, no es dar, no es permanente.

Gerald G. Jampolsky
Diane V. Cirincione
AMAR ES LA RESPUESTA 
Cap.  5
Encontrar la paz, el amor y la felicidad 
dentro de nosotros
















Brewster does not like walking to school in the snow.
By. Heather Mattoon
1. ¿ Qué otra cosa puede corregir las ilusiones sino la verdad ? ¿ Y qué son los errores sino ilusiones (ilusión = falsa percepción ) que aún  no se han reconocido como tales ? Allí donde la verdad ha hecho acto de presencia los errores desaparecen. Simplemente se desvanecen sin dejar ni rastro por el que se pudiesen recordar. Desaparecen porque, sin la creencia que los sustenta, no tienen vida. De este modo, se disuelve en la nada de donde provinieron. . .
2. ¿ Puedes imaginarte lo que sería  un estado mental en el que no hubiese ilusiones ? ¿ Qué sensación te produciría ? Trata de recordar algún momento - quizá un minuto, o incluso menos - en el que na vino a perturbar tu paz;  en el que te sentiste seguro de ser amado y de estar a salvo. Trata entonces de imaginarte cómo sería si ese momento se pudiera extender hasta el final del tiempo y hasta la eternidad. Luego deja que la sensación de quietud que sentiste se multiplique cien veces, y luego cien veces más.
3. Entonces tendrás un atisbo, que no es más que un leve indicio del estado en el que tu mente descansará una vez que haya llegado la verdad. Sin ilusiones no puede haber miedo, dudas o ataque. Cuando la verdad llegue todo dolor cesará, pues no habrá cabida en tu mente para pensamientos transitorios e ideas muertas. La verdad la  ocupará  por completo y te liberará de todas tus creencias en lo efímero. No habrá cabida para éstas porque la verdad habrá llegado y ahora dichas creencias no estarán en ninguna parte. No se pueden encontrar, pues ahora la verdad lo ocupa todo eternamente.
4. Cuando la verdad llega no se queda sólo por un rato para luego desaparecer o convertirse en otra cosa. Su forma no cambia ni varía, ni ella va y vienen, para luego volver a irse y regresar de nuevo. Permanece exactamente como siempre fue, de manera que podamos contar con ella en caso de cualquier necesidad, y confiar, con perfecta certeza, en que estará con nosotros en todas las aparentes dificultades y dudas que engendran las apariencia que el mundo presenta. Éstas simplemente desaparecerán cuando la verdad corrija los errores de tu mente.
5. Cuando la verdad llega trae en sus alas el don de la perfecta constancia, así como un amor que no se arredra ante el dolor, sino que mira, con seguridad y firmeza, más allá de él. He aquí el don de la curación, pues la verdad no necesita defensa y, por lo tanto, no es posible ningún ataque. Las ilusiones pueden llevarse ante la verdad para ser corregidas. Pero la verdad se alza muy por encima de las ilusiones, y no puede ser llevada ante éstas para hacer que sean verdad.
ELISE by Heather Matton
6. La verdad no va y viene, no cambia ni varía, adoptando una apariencia ahora y luego otra, evitando la captura y evadiendo la aprehensión. No se oculta. Se alza en plena luz, claramente accesible. Es imposible que alguien que la busque verdaderamente no la pueda encontrar. Este día le pertenece a la verdad. Dale lo que le corresponde, y ella te dará lo que es tuyo. No fuiste creado para sufrir y morir. La Voluntad de tu Padre dispone que esos sueños desaparezcan. Deja que la verdad los corrija.
7. No estamos pidiendo lo que no tenemos. Estamos pidiendo simplemente lo que nos pertenece, de manera que podamos reconocer que es nuestro. Hoy practicamos con la feliz certeza que emana de la verdad. Los titubeantes e inestables pasos de la ilusión no serán nuestro enfoque hoy. Estamos  tan seguros de que vamos a triunfar como de que vivimos, de que tenemos esperanzas y de que respiramos y pensamos. No tenemos ninguna duda  de que hoy caminamos con la verdad. . .
8. Comienza  pidiéndole a Aquel que te acompaña en esta empresa que permanezca en tu conciencia conforme vas con Él. Tú no estás hechos de carne, sangre y huesos, sino que fuiste creado por el mismo Pensamiento que le concedió a Él el don de la vida. Él es tu Hermano, y tan parecido a ti que tu Padre sabe que ambos sois lo mismo. Es a tu propio Ser al que le pides que te acompañe, y  ¿ cómo podría Él no estar donde tú estás ?
9. La verdad corregirá todos los errores de tu mente que te dicen que puedes estar separado de Él. Habla con Él hoy, y comprométete a permitir que Su función se realice a través de ti. Compartir Su función es compartir Su dicha. Dispones de Su confianza cuando dices:
Savannah by Heather Mattoon


La verdad corregirá todos los errores de mi

mente, y descansará en Aquel que es mi Ser.

Deja entonces que Él te guíe dulcemente hacia la verdad, la cual te envolverá y te llenará de una paz tan profunda y serena que te será difícil regresar al mundo que te es familiar.
10. Aún así, te sentirá feliz de volver a ver ese mundo. Pues traerás contigo la promesa de los cambios que la verdad que te a compaña habrá de efectuar en él. Éstos serán cada vez mayores con cada regalo de  cinco breves minutos que le hagas a Él, y los errores que rodean al mundo quedarán corregidos a medida que permitas que se corrijan en tu mente.
11. No te olvides hoy de tu función. Cada vez que te dices a ti mismo con absoluta certeza: " La verdad corregirá todos los errores de mi mente ", hablas en nombre de todos y de Aquel que liberará al mundo según te libere  a ti. 
UN CURSO DE MILAGROS, Foundation for Inner peace



Karla Gerard
. . . Y ahora , muy serenamente y con los ojos cerrados, trata de deshacerte de todo el contenido que generalmente ocupa tu conciencia. Piensa en tu mente como si fuera un círculo inmenso, rodeado por una densa capa de nubes obscuras. Lo único que puedes ver son las nubes, pues parece como si te hallaras fuera del círculo y a gran distancia de él.
Desde donde te encuentras no  ves nada que te indique que detrás de las nubes hay una luz brillante. Las nubes parecen ser la única realidad. Parece como si fueran lo único que se puede ver. Por lo tanto, no tratas de atravesarlas e ir más allá de ellas, lo cual sería la única manera de convencerte realmente de su insubstancialidad. Eso es lo que vamos a intentar hoy.
Después que hayas pensado en cuán importante es para ti y para el mundo lo que estás intentando hacer, trata de alcanzar un estado de perfecta quietud, recordando únicamente la intensidad con la que deseas alcanzar hoy mismo, es este mismo instante, la luz que resplandece en ti. Resuélvete a atravesar las nubes. Extiende tu mano y, en tu mente, tócalas. Apártalas con la mano, y siente como rozan tus mejillas, tu frente y tus ojos a medida que las atraviesas. Sigue adelante; las nubes no te pueden detener.
Folk Art Tree by Karla Gerard
Si estás haciendo haciendo los ejercicios correctamente, empezarás a sentir como si estuvieses siendo elevado y transportado hacia adelante. Tus escasos esfuerzos y tu  limitada determinación invocan el poder del universo para que venga en tu ayuda, y el  Propio Dios te sacará de las tinieblas y te llevará a la luz. Estás actuando de acuerdo con Su Voluntad. No puedes fracasar porque tu voluntad es la Suya.
Ten confianza en tu Padre hoy y certeza de que Él te ha oído y te ha contestado. Es posible que aún no reconozcas Su respuesta, pero puedes estar seguro de que se te ha dado y de que la recibirás. Trata de tener presente esta certeza, según intentas atravesar las nubes en dirección a la luz. Trata de recordar que por fin estás uniendo tu voluntad a la de Dios. Trata de mantener claro en tu mente el  pensamiento de que lo que emprendes con Dios no puede sino tener éxito. Deja entonces que el poder de Dios obre en ti y a través de ti , para que se haga Su Voluntad y la tuya.

MIS PENSAMIENTOS OCUPAN LA LUZ DEL MUNDO EN MI.
UN CURSO DE MILAGROS
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