Albert Aublet " Sleep "
El Amor Romántico
"No hay diferentes clases de amor. No hay una clase de amor entre madre e  hijo, otra entre amantes y otra entre amigos. El amor real es el que  está en el corazón de todas las relaciones. Ese es el amor de Dios, el cual no cambia con las formas ni con las circunstancias."
Una amiga mía me comentó recientemente:
- Tu relación con tu bebé debe de estar mostrándote toda una nueva clase de amor.
-No-le respondí-, pero sí me está mostrando una nueva profundidad de la ternura, que me enseña, más sobre lo que es el amor.

La gente pregunta por qué no pueden encontrar un romance íntimo y profundo. La pregunta es comprensible, porque la gente se siente sola. La intimidad de un amor romántico, sin embargo, es como un curso de licenciados universitario para doctorarse en amor, cuando muchos apenas si hemos salido de la escuela primaria. Cuando no tenemos  ninguna relación de pareja, el ego nos hace creer que si la tuviéramos, todo sufrimiento desaparecería. Y sin embargo, cuando una relación de pareja perdura termina por hacer aflorar a la superficie una gran parte de nuestro dolor existencial. Eso forma parte de su propósito. El amor pondrá a prueba toda nuestra capacidad de compasión, de aceptación, de liberación, de perdón y de desinterés. Es  probable que tendamos a olvidar los retos inhrentes en una relación mientras no la tenemos, pero los recordamos con bastante claridad una vez que la encontramos.

Las relaciones no necesariamente nos libran del dolor. Lo único que nos "libra del dolor" es sanar de aquello que nos lo causa.  No es la ausencia de otra persona en nuestra vida lo que provoca el dolor, sino más bien lo que hacemos con ella cuando está. El amor puro no pide otra cosa que paz para un hermano, porque sabe que sólo de esa manera podemos estar en paz nosotros mismo. ¿ Cuántas veces he tenido que preguntarme si lo que quería era que "él" estuviera en paz o que me llamara ? El  puro amor hacia otra persona es el restablecimiento de la "línea de comunicación del corazón ". Por lo tanto, el ego se le opone con todas sus fuerzas. Hará todo lo que pueda para bloquear, de la forma que sea, la vivencia del amor. Cuando dos personas se unen en Dios, las murallas que aparentemente las separan desaparece. Por un tiempo el ser amado no parece un simple mortal, sino alguna otra cosa, algo más.  Y la verdad es que "es" algo más. Todo el mundo es el perfecto Hijo de Dios, y cuando nos enamoramos, por un instante vemos la verdad total de alguien. No es nuestra imaginación: ese ser es perfecto.


La Vague by Guillaume Seignac
Pero rápidamente se impone la locura. Tan pronto como aparece la luz, el ego se empeña enérgicamente en extinguirla. En un abrir y cerrar de ojos, proyectamos en  plano físico la perfección  que hemos logrado atisbar en el plano espiritual. En vez de comprender que la perfección espiritual no tiene por qué coincidir con la perfección material y física, empezamos a buscar esta última. Pensamos que con la perfección espiritual de alguien no es suficiente. Además, tiene que vestir perfectamente, tiene que estar a la última, tiene que ser deslumbrante.  Y así nadie puede seguir siendo un ser humano. Nos idealizamos los unos a los otros, y cuando no nos mostramos a la altura del ideal, nos decepcionamos.

Rechazar a otro ser humano por el simple hecho de que es humano se ha convirtió en una neurosis colectiva. La gente se pregunta cuándo encontrará a su alma gemela, pero rogar porque aparezca la persona adecuada no sirve de nada si no estamos preparados para recibirla. Nuestros compañeros del alma son seres humanos, como nosotros, que pasan por el proceso normal de crecimiento. Nadie está jamás "terminado". La cima de una montaña es siempre la base  de otra, e incluso si encontramos a alguien cuando nos sentimos "por encima de todo", lo más probable es que muy pronto pasemos por alguna circunstancia que nos confronte.  Y lo que hace que esto sea inevitable en nuestro compromiso de crecer. Pero  al ego no le gusta el aspecto de las personas a quienes les están "pasando cosas". No es atrayente. Como sucede con todo lo demás, es raro que el problema  con las relaciones sea que no  hayamos tenido maravillosas oportunidades o conocido a gente maravillosa. El problema es que no hemos sabido cómo sacar el mejor partido de las  oportunidades que hemos tenido. A veces no nos dimos cuenta a tiempo de lo maravillosas que eran aquellas personas. El amor nos rodea por todas partes. El ego es lo que nos bloque, no dejándonos percibir la presencial del amor. Y la idea de que hay una persona perfecto, sólo que todavía no ha llegado, es uno de nuestros principales bloqueos.

Nuestra vulnerabilidad al mito de la persona "adecuada" nace de nuestra glorificación del amor romántico. El ego usa este amor para sus fines "especiales", lleganos a poner en peligro nuestra relaciones al sobrevalorar su contenido romántico. La diferencia entre una amistad y un romance se puede ejemplificar con la imagen de una rosa de tallo largo. El tallo es la amistad: la flor es el romance. Como el ego está orientado a lo sensorial, automáticamente prestamos atención a la flor. Pero todos los elementos nutritivos que ésta necesita para vivir le llegan por mediación del tallo. En comparación con la flor, el tallo puede parecer deslucido, pero si se lo cortamos, la flor no durará mucho. Una vez usé esta imagen en una conferencia, y una mujer le añadió una idea encantadora: Un romance que perdura en el tiempo es como un rosal. En determinada estación se le caen las flores, pero si la planta  está bien nutrida, cuando vuelva a ser la temporada le aparecerán otras nuevas. La desaparición del fervor romántico no anuncia necesariamente el final de una relación maravillosa, salvo para el ego. El Espíritu es capaz de ver las semillas del renacimiento en cualquier muestra de decadencia.

Un curso de milagros dice que "nuestra tarea no es buscar el amor: es buscar todas las barreras  que oponemos a su llegada". Pensar que ahí afuera hay alguna persona especial que va a salvarnos es una barrera al puro amor, es una de las grandes armas del arsenal del ego, una manera de que se vale para mantenernos alejados del amor, aunque no quiere que nosotros lo  sepamos. Buscamos desesperadamente el amor, pero esa misma desesperación hace que lo destruyamos cuando lo tenemos. Pensar que una persona especial va a salvarnos nos lleva a imponer la carga de una tremenda presión emocional a cualquiera que se presente y que nos parezca adecuado para cumplir los requisitos.

No tenemos que recordarle a Dios que nos gustaría tener relaciones maravillosas. Él ya lo sabe  . Un curso de milagros nos enseña que un deseo es una plegaria. Y la plegaria más inteligente no es " Dios amado, envíame a alguien maravilloso", sino " Dios amado, ayúdame a darme cuenta de que soy alguien maravilloso ". Hace unos  años yo solía rezar para que viniera un hombre maravilloso que me librase de mi desesperación. Finalmente, me pregunté por qué no trataba de resolver ese problema antes de que  él apareciera. No puedo imaginarme que ningún hombre le diga a un amigo:
- ¿ Sabes qué ? ¡ Anoche conocí a una mujer desesperada fabulosa !

Buscar a la persona "adecuada" no lleva más que a la desesperación, porque no existe. Y no hay persona adecuada porque no hay persona inadecuada.  Hay quienquiera que esté frente a nosotros, y las lecciones perfecta que podemos aprender de esa persona.

Si lo que desea tu corazón es una pareja, podría ser que el Espíritu Santo te enviara a alguien que no sea tu pareja definitiva, sino algo mejor: alguien con quien te sea dada la oportunidad de elaborar aquellos aspectos tuyos que es necesario que sanes antes de estar preparado ( o preparada ) para una intimidad más profunda. La creencia en el amor especial nos lleva a restar importancia a todo lo que no vemos como material para la "relación definitiva". De esa manera he dejado yo de prestar atención a algunos diamantes, en vez de sacar partido de situaciones que me habrían servido para acelerar mi crecimiento. A veces no llegamos a "cultivarnos" en las relaciones que tenemos ahí, frente a nosotros, porque pensamos que " la vida real" se inicia cuando "él" o "ella" llega. Esto no es,  nuevamente, más que una treta del ego, para asegurarse de que busquemos pero no encontremos. El problema de no tomarse las relaciones en serio si no parecen  "la persona adecuada" es el siguiente: De vez en cuando, esa persona llega - a veces hasta se nos aparece como la persona inadecuada transformada - , pero estropeamos la situación por falta de práctica. Está ahí, pero nosotros no estamos listos. No nos hemos preparado

porque estábamos esperando a la persona adecuada.


Japanese bather - Paul  Mousset -
Un curso de milagros dice que un día nos daremos cuenta de que nada sucede fuera de nuestra mente.  La forma en que parece que una persona se nos muestra está íntimamente vinculada con la forma en que nosotros optamos por mostrarnos a ella. He aprendido que mis respuestas más productivas en las relaciones no se han cuando me concentro en los detalles referentes a otra  persona, sino cuando me esfuerzo en desempeñar mi propio papel en la relación en el nivel más alto de que soy capaz. El amor es una emoción que requiere nuestra participación. En  una relación santa asumimos un papel activo en la creación de un contexto en el que la interacción puede desplegarse de la manera más constructiva. Creamos activamente unas condiciones interesantes, en vez de mirar pasivamente a nuestro alrededor para ver si hay o no algo que nos pueda interesar.

Nadie es siempre maravilloso. Nadie es siempre sexy. Pero el amor es una decisión. Esperar a ver si alguien nos gusta lo suficiente es pueril, y no puede menos que hacer que la otra persona se sienta, en algún nivel, como si estuviera haciendo una prueba para conseguir el papel. En ese espacio nos sentimos nerviosos, y cuando nos sentimos nerviosos no estamos en nuestro mejor momento. El ego va en busca de alguien que le atraiga lo suficiente para brindarle su apoyo. Las personas adultas que sabemos lo que son los milagros brindamos apoyo a la gente para que sea atractiva. Parte del trabajo sobre nosotros mismos, con el fin de prepararnos para una relación profunda, es aprender cómo apoyar a otra persona para que sea lo mejor que puede ser. Cada uno de los miembros de una pareja ha de desempeñar un papel sacerdotal en la vida del otro. Han de ayudarse el uno al otro a tener acceso a las partes más elevadas de sí mismos.

Yo he estado con hombres que , al parecer, jamás pensaron que valiera lo suficiente para ellos. También he estado con hombres que tenían la inteligencia de decirme " Esta noche estás preciosa " con la frecuencia necesaria para reforzar mi autoestima y ayudar a que me presentara de una manera mejor ante la vida. Desde el punto de vista objetivo, nadie es realmente atractivo ni deja de serlo. Nada de eso. Hay personas que manifiestan el brillo que en potencia todos tenemos, y hay quienes no lo hace. Los que lo hacen son generalmente personas a quienes en algún momento de su vida alguien - el padre, la madre o un amante - le dijo, con palabras o sin ellas, que eran bellas y maravillosas. Para la gente, el amor es lo mismo que el agua para las plantas.

Examinar el pasado puede ayudar a que veamos más claramente muchos de nuestros problemas, pero la sanación no se produce en el pasado, sino en el presente. Hoy en día existe la manía de echar la culpa de nuestra desesperación a lo que nos sucedió en la niñez. Lo que el ego no quiere que veamos es que nuestro dolor no proviene del  amor que no nos dieron en el pasado, sino del que nosotros mismos no nos damos en el presente. La salvación se encuentra en el presente. En cada momento tenemos una ocasión de cambiar nuestro pasado y nuestro futuro, reprogramando el presente. Este punto de vista es blasfemo para el ego, que nos juzga  ásperamente por adherirnos a él.  Aun si hemos aprendido de nuestros padres los caminos del desamor, perpetuar esas pautas negándoles hoy el amor no es la mejor manera de superar el problema. No se llega a la luz investigando eternamente la oscuridad. En cierto punto, la discusión siempre se vuelve circular. El único camino hacia la luz consiste en entrar en ella.

"Pobre de mí, mis padres jamás me dijeron que era hermosa", esta no es una idea que conduzca al milagro, sino que más bien mantiene el sentimiento de ser una víctima. En este caso, la actitud que llevaría al milagro sería decirse: " Mis padres nunca me dijeron que era hermosa,  El valor que tiene saberlo es que ahora veo con más claridad por qué me cuesta tanto dejar que me  lo digan, y entiendo que qué no me he acostumbrado a decírselo a los demás. Pero puedo habituarme ahora. La decisión de dar lo que yo no he recibido es siempre una opción asequible". Recientemente, un hombre me contó que cuando era pequeño, su padre nunca le hacía regalos. Le sugería que sanaría si ahora le enviaba a su padre montones de regalos.

Yo solía preocuparme mucho por si recibía o no apoyo, y no lo bastante por si yo misma estaba o no apoyando activamente a otras personas. En el ámbito del romance, me dí cuanta de que lo que necesitaba era ayudar a un hombre a que se sintiera más hombre, en vez de pasarme el tiempo preocupándome por si él era o no lo bastante hombre.  Ayudamos a los demás a acceder a lo más elevado que tienen si accedemos nosotros a lo más elevado que tenemos. Para crecer hemos de concentrarnos en nuestras propias lecciones, no en las ajenas.  Un  curso de milagros nos enseñan que  "en cualquier situación, lo único que puede faltar es lo que tú no has dado ". Yo me pasé años esperando que un hombre me hiciera sentir " como una mujer de verdad ". Los hombres sólo empezaron a mostrarme la energía más masculina que yo tan ansiosamente esperaba cuando me di cuenta de que mi energía femenina no era un regalo que pudiera hacerme un hombre, sino más bien mi propio regalo para mí y para él.

El cuento de hadas El  príncipe rana revela las profundas conexiones psicológicas entre nuestras actitudes hacia la gente y su capacidad de transformación. En el cuento, una princesa besa a una rana, y ésta se convierte en un príncipe. Lo que esto significa es que el poder milagroso del amor es capaz de crear un contexto en el que la gente, como si floreciera, alcanza naturalmente su potencial más elevado. Y esto es algo que no pueden hacer las quejas, las críticas ni otras actitudes con las que se pretenda cambiar a la gente. Según el Curso, creemos que queremos entender a la gente para ver si son dignos o no de nuestro amor, pero en realidad, hasta que no los amamos, no podemos entenderlos. Lo que no se ama no se entiende.  Nos mantenemos aparte de los demás y esperamos que ellos se ganen nuestro amor, pero las personas merecen nuestro amor sólo por el hecho de ser como Dios las creó. Mientras esperemos que sean  mejores , os veremos constantemente decepcionados. Sólo cuando optamos por unirnos a los demás, aprobándolos y amándolos incondicionalmente, se produce de repente el milagro para ambas partes. En las relaciones, esta es la clave principal, el milagro decisivo.

VOLVER AL AMOR
MARIANNE WILLIAMSON


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La salvación es lo único que cura
Will Barnet Woman and cats
Lección 140.
1. La palabra "cura" no puede aplicársele a ningún remedio que el mundo considere beneficioso. LO QUE EL MUNDO PERCIBE COMO UN REMEDIO TERAPÉUTICO ES SÓLO AQUELLO QUE HACE QUE EL CUERPO SE SIENTA "MEJOR",  mas cuando trata de curar a la mente, no la considera como algo separado del cuerpo, en el que cree que ella existe. Sus medios de curación, por lo tanto, no pueden sino substituir una ilusión por otra. Una creencia en la enfermedad adopta otra forma, y de esta manera el paciente se percibe a hora sano.

2. Mas no se ha curado. Simplemente  soñó que estaba enfermo y en el sueño encontró una fórmula mágica para restablecerse.  Sin embargo, no ha despertado del sueño, de modo que su mente continúa en el mismo estado que antes. No ha visto la luz que lo podría despertar y poner fin a su sueño. ¿ Qué importancia tiene en realidad el contenido de un sueño ? Pues o bien uno está dormido o bien despierto.  En esto no hay términos medios.

3. Los dulces sueños que el Espíritu Santo ofrece son diferentes de los del mundo, donde lo único que uno puede hacer es soñar que está despierto.  Los sueños que el perdón le permite percibir a la mente no inducen a otra forma de sueño, a fin de que el soñador pueda soñar otro sueño. Sus sueños felices son los heraldos de que la verdad ha alboreado en su mente. Te conducen del sueño  a un dulce despertar, de modo que todos los sueños desaparecen.  Y así, sanan para toda la eternidad.

Will Barnet Woman reading 1965
4. La Expiación cura absolutamente, y cura toda clase de enfermedad. Pues la mente que entiende que la enfermedad no es más que un sueño no se deja engañar por ninguna de las formas que el sueño pueda adoptar. Donde no hay culpabilidad no puede haber enfermedad, pues ésta no es sino otra forma de culpabilidad. La Expiación no cura al enfermo, pues eso no es curación. Pero sí elimina la culpabilidad que hacía posible la enfermedad. Y eso es ciertamente curación. Pues ahora la enfermedad ha desaparecido y no queda nada a lo que pueda regresar.

5. ¡ Que la paz sea contigo que has sido curado en Dios y no en sueños vanos ! Pues la curación tiene que proceder de la santidad, y la santidad  no puede encontrarse allí donde se concede valor al pecado (error ). Dios mora en templos santos. Allí donde  ha entrado el pecado se le obstruye el paso. No obstante, no hay ningún lugar en el que Él no esté. Por lo tanto, el pecado no tiene un hogar donde poder ocultarse de Su beneficencia. No hay lugar del que la santidad esté ausente, ni ninguno donde el pecado y la enfermedad puedan morar.

6. Éste es el pensamiento que cura. No hace distinciones entre una irrealidad y otra. Tampoco trata de curar lo que no está enfermo, al ser consciente únicamente de dónde hay necesidad de curación. Esto no es magia. Es simplemente un llamamiento a la verdad, la cual no puede dejar de curar, y curar para siempre. No es un pensamiento que juzgue una ilusión por su tamaño, su aparente seriedad o por nada que esté relacionado  con la forma en que se manifiesta. Sencillamente se concentra en lo que es, y sabe que ninguna ilusión puede ser real.

7. No tratemos hoy de curar lo que no puede enfermar. La curación se tiene que buscar allí donde se encuentra, y entonces aplicarse a lo que está enfermo para que se pueda curar.  Ninguno de los remedios que el mundo suministra puede producir cambio alguno en nada. La mente que lleva sus ilusiones ante la verdad cambia realmente. No hay otro cambio que éste. Pues, ¿ cómo puede una ilusión diferir de otra sino en atributos que no tienen substancia, realidad, núcleo, ni nada que sea verdaderamente diferente ?

8.  Lo que hoy nos proponemos es tratar de cambiar de mentalidad con respecto a lo que constituye la fuente de la enfermedad, pues lo que buscamos es una cura para todas la ilusiones, y no meramente alternar entre una y otra. Hoy vamos a tratar de encontrar la fuente de la curación, la cual se encuentra en nuestras mentes porque nuestro  Padre la ubicó ahí para nosotros. Está tan cerca de nosotros como nosotros mismos.  Está tan cerca de nosotros como nuestros propios pensamientos, tan próxima que es imposible que se pueda extraviar. Sólo necesitamos buscarla y la hallaremos.

Will Barnet - Play -
9. Hoy no nos dejaremos engañar por lo que a nosotros nos parece que está enfermo. Hoy iremos más allá de las apariencias hasta llegar a la fuente de la curación, de la que nada está exento. Tendremos éxito en la medida en que nos demos cuenta de que jamás se puede hacer una distinción  válida entre lo que es falso y lo que es igualmente falso. En esto no hay grados nin ninguna  creencia de  que lo que no existe puede ser más cierto en algunas de sus formas que en otras. Todas las ilusiones son falsas, y se pueden sanar precisamente porque no son verdad.

10. Así pues, dejamos a un lado nuestro amuletos, nuestros talismanes y medicamentos, así como nuestras encantaciones y trucos mágicos de la clase que sean. Sencillamente permaneceremos en perfecta quietud a la escuchas de la Voz de la curación, la cual curará todos los males como si de uno solo se tratase y restaurará la cordura del Hijo de Dios. Ésta es la única Voz que puede curar. Hoy escucharemos una sola Voz, la cual nos habla de la verdad en la que toda ilusión se acaba, y la paz retorna a la eterna y serena morada de Dios.

11. Nos despertamos oyéndolo a Él, y le permitimos que nos hable durante cinco minutos al comenzar el día, el cual concluiremos escuchando de nuevo durante cinco minutos antes de irnos a dormir. Nuestra única preparación consistirá en dejar a un lado los pensamiento que constituyen una interferencia, no por separado, sino todos de una vez. Pues todos son lo mismo. No hace falta hacer distinciones entre ellos y demorar así el momento en que podamos oír a nuestro Padre hablarnos. Lo oímos ahora.  Hoy venimos a Él.

12. Sin nada en nuestra manos a lo que aferrarnos, y con el corazón exaltado y la mente atenta, oremos:

La salvación es lo único  que cura.
Háblanos, Padre, para que nos podamos curar.

Y sentiremos la salvación cubrirnos con amorosa protección y con paz tan profunda que ninguna ilusión podría perturbar nuestras mentes, ni ofrecernos pruebas de que es real. Esto es lo que aprenderemos hoy. Repetiremos cada hora nuestra plegaria de curación, y cuando el reloj marque la hora, dedicaremos un minuto a oír la respuesta a nuestra plegaria, que se nos da según aguardamos felizmente en silencio. Hoy es el día en que nos llega la curación. Hoy es el día en que a la separación le llega su fin y en el que recordamos Quién somos en verdad.

UN CURSO DE MILAGROS
FUNDACIÓN PARA LA PAZ INTERIOR






Street Jesus - Mark Fitz art -
La razón por la cual considero importante hablar ahora sobre Jesús es porque todo el mundo parece tener problemas con él, debido a algunas de las razones que les mencioné antes. Al crecer en el mundo, ya sea como cristiano o como judío, la noción que la persona tendrá sobre   Jesús va a ser deformada. En  Un Curso de milagros el quiere aclarar eso. El quiere que la gente lo vea como un hermano amoroso en vez de verlo como un hermano juzgador, de muerte, de culpa y de sufrimiento. o como un hermano que no existe. Es por esto que el Curso llegó en la forma  cómo llegó y por qué Jesús hace tal énfasis en que él es el autor del mismo. Permítanme hablar primero de cómo Jesús se describe a sí mismo y describe el propósito de su vida.
Uno de los conceptos más importantes en Un Curso de milagros es el de causa y  efecto. Es una forma muy útil de mirar toda la idea del perdón, especialmente mirar la misión de Jesús y cómo  él la cumplió. La naturaleza misma de causa y efecto es  que no podemos tener la una sin el otro. Lo que hace  que algo sea una causa es que ésta lleva a un efecto y lo que hace que algo sea un efecto es que éste viene de una causa..

Una de mis líneas favoritas en el Curso parece casi incomprensible. Esta dice:  " Lo que hace que una causa sea causa son sus efectos " ( T-28.II.I:2 ). Esta es una forma poética de decir que una causa se hace causa por su efecto. Así que lo que hace que algo sea una causa es que ésta tiene un efecto.  Igualmente, lo que hace que algo sea un efecto es que éste tiene una causa. Este es un principio  fundamental tanto en este mundo como en el Cielo. Dios es la primera Causa y el Efecto es Su  Hijo. Así pues, Dios es la Causa que estableció que Su Hijo es el Efecto. Y como un  Efecto de dios, nosotros, por tanto, establecemos que Dios es el Creador o Padre.

El principio también funciona en este mundo, de modo que cada acción tendrá una reacción. Esto también quiere decir que si algo no es causa no puede existir en este mundo. Todo en este mundo debe tener un efecto; de lo contrario no existiría. Cada acción debe tener una reacción: ese es el principio fundamental de la física. Si algo existe tendrá un efecto en alguna otra cosa. Por lo tanto, todo lo que existe en  este mundo es una causa y tendrá un efecto, y es este efecto lo que establece la causa. ¿ Bien ? Captar este principio es muy importante porque entonces lo  podemos utilizar como fórmula abstracta y sacarle provecho.

Recuerden la narración bíblica sobre el pecado original. Cuando  Dios alcanzó a Adán y Eva y los castigó, puso el castigo dentro de una frase causal. Dijo: " Debido a lo que han hecho, esto es lo que sucederá.  Puesto que han pecado el efecto de su pecado será una vida de sufrimiento. " Por lo tanto el pecado es la causa de todo el sufrimiento de este mundo. El pecado de la separación, el cual produjo el nacimiento del ego, hace que surja como efecto: una vida de sufrimiento, de dolor y eventualmente de muerte.

Todo lo que conocemos en este mundo es el efecto de nuestra creencia en el pecado. Por lo tanto, el pecado es la causa, de la cual el dolor, el sufrimiento y la muerte son el efecto. San Pablo lo expuso brillantemente cuando dijo, " Pues el salario del pecado es la muerte. " ( El Curso también refiere a esto /T-19.II.3:6/.) El estaba diciendo exactamente la misma cosa. El pecado es la causa de la cual la muerte es el efecto. No existe testigo más poderoso de la realidad del mundo separado que la muerte. Este es un tema prominente del Curso.

Así que entonces la muerte se convierte en la prueba final de que le pecado es real. La muerte es el efecto del pecado, que es la causa. Si tratamos ahora de seguir el pensamiento del Espíritu Santo y queremos probar que este mundo no es real y que el pecado de la separación nunca ocurrió, todo lo que se necesita es probar que el pecado no tiene efecto. Si podemos probar que la causa no tiene efecto entonces la causa ya no puede existir más. Si algo no es una causa no es real, porque todo lo que es real debe ser una  causa y así tener un efecto. Si quitamos el efecto también estamos eliminando la causa.

Ahora, si el mayor efecto del pecado en este mundo es la muerte, al demostrar que la muerte es una ilusión se demuestra simultáneamente que no hay pecado. Esto también afirma que la separación nunca ocurrió.  Por lo tanto, necesitamos a alguien que nos demuestre que la muerte no existe. Al deshacer la muerte esa persona también deshacerá el pecado y simultáneamente nos demostrará que no existe la separación;  la separación nunca ocurrió y la única realidad, la única Causa verdadera es Dios. Esa persona fue Jesús. Su misión fue demostrarnos que la muerte no existe.

El principio de causa y efecto está resumido en la siguiente tabla:



Los evangelios hablan de Jesús como el cordero de Dios que quita los pecados del mundo ( véase, por ejemplo, Jn 1:29). La forma cómo el quitó los pecados del  mundo fue demostrándonos que éstos no tenían efecto. Al superar la muerte el quitó todos los pecados. Sin embargo, ésta no es la forma cómo las iglesias lo han entendido, o cómo lo han enseñado. Así que una de las razones importantes por las cuales el Curso ha venido es esta época, en esta forma, es para corregir este error. Lo que  Jesús hizo fue vivir en este mundo - el mundo del sufrimiento, el pecado y la muerte - y demostrarnos que ésto no tenía efecto en él.

Toda la base de Un curso de milagros descansa en la comprensión de que la resurrección de Jesús realmente   ocurrió. Estrictamente hablando, la resurrección es sólo el despertar del sueño de la muerte. A sí que sólo le concierne a la mente y no al cuerpo. Pero  siguiendo el lenguaje tradicional cristiano, el Curso frecuentemente utiliza el término " resurrección " de modo que corresponda al significado tradicional. Jesús dijo:  " No enseñes que mi muerte fue en vano. Más bien enseña que no morí, al  demostrar  que vivo en ti " ( T-II. VI.7:3-4 ) Él lo dice muchas veces en formas distintas. Lo que es crucial que entendamos es que no hay muerte porque si la muerte es real entonces cualquier otra forma de sufrimiento es real, y Dios está muerto. Además, si el pecado es real, significa que una parte de Dios se ha separado a sí misma de Dios, lo cual quiere decir que no puede haber un Dios. Dios y Su Hijo no pueden estar separados.

Así que Jesús se enfrentó al testimonio más preciso de la realidad de este mundo y demostró que no tenía ningún poder sobre él. Este  fue el significado de su vida, su misión y su función. Vencer a la muerte es demostrar que la muerte no es real, que su causa aparente tampoco es real, y que por lo tanto nosotros, verdaderamente, nunca nos separamos de nuestro Padre. Esto es deshacer la separación. El Curso habla del Espíritu  Santo como el principio de la Expiación. Cuando aparentemente sucedió la separación Dios colocó al Espíritu Santo en nosotros, lo cual deshizo la separación. Ese es el principio, pero éste tuvo que manifestarse en este mundo; y Jesús fue quien manifestó el principio de la Expiación a través de su propia vida, muerte y resurrección.

Repito, para beneficiarnos de Un curso de milagros no es necesario creer en Jesús como nuestro salvador personal, Señor, o cualesquiera que sean las palabras que escojamos. Pero en algún nivel tenemos que aceptar el hecho de que la resurrección es algo que pudo haber ocurrido, aun cuando no creamos en  Jesús. Finalmente, no podemos aceptar el Curso a menos que aceptemos también el hecho de que la muerte es una ilusión. No tenemos que hacer esto inmediatamente, y no tenemos que integrar esto totalmente a nuestra vida, puesto que en el momento en que lo integremos totalmente ya no estaremos aquí. Esta es la meta. Pero como idea intelectual tenemos que reconocerla como parte esencial de todo el sistema.

P;  ¿ Cuando usted dice que no estaremos más aquí, quiere decir que moriremos ?

R:  Bueno, realmente quiere decir que no necesitaremos estar aquí para nuestra propia Expiación ;  eventualmente habremos cumplido con el propósito para  el cual estamos aquí. Cuando el propósito se ha cumplido entonces dejaremos nuestro cuerpo y estaremos de regreso en nuestro Hogar. Ese es un hermoso pensamiento, no es un mal pensamiento, como generalmente lo vemos.

Este principio de causa y efecto también opera en términos del perdón, y Jesús ofrece algunas de las mejores demostraciones al respecto. Piensen nuevamente en el ejemplo de que estoy aquí sentado cuando alguien entre y me ataca. Si no estoy aquí sentado cuando alguien entre y me ataca. Si no estoy en mi mente correcta veré a esa persona como la causa de mi sufrimiento. Entonces mi sufrimiento será el efecto del pecado de esa persona. Mi reacción a ser herido reforzará el hecho de que esta persona ha pecado. Si estoy en mi mente correcta pondré la otra mejilla, que quiere decir en este sentido, que le demostraré a esa persona que su pecado contra mí no tuvo efecto puesto que no me ha herido. Al cancelar el efecto también estoy cancelando la causa. Este es el verdadero perdón. 

Jesús nos dio este ejemplo, no sólo por medio de su resurrección sino en varios actos al final de su vida. Esto se encuentra en una sección muy poderosa en el texto llamada " El mensaje de la  crucifixión " (T -6.I). La gente estaba atacándolo, humillándolo, mofándose e insultándole y finalmente lo mataron. Al pecar contra él lo estaban haciendo sufrir sólo  en apariencia. El hecho de que el no devolvió el ataque sino que continuó amándolos y perdonándolos fue su forma de decirles que su pecado contra él no tenía efecto: por lo tanto, ellos no habían pecado. Simplemente se habían equivocado. Simplemente habían pedido ayuda. Así es cómo Jesús perdonó nuestros pecados, no sólo  durante su vida sino ciertamente en su resurrección también. Su resurrección claramente demostró que el pecado del mundo de asesinato contra él, no tuvo efecto. El está aún con nosotros. por lo tanto ellos no pudieron haberlo asesinado, lo que quiere decir que no pecaron. Sólo habían mirado su "pecado" erradamente. Ese es el plan de perdón del Espíritu Santo que el Curso describe. Tú deshaces la causa al demostrar que no tuvo efecto.

La cosa más difícil en todo el mundo es enfrentarse al ataque con perdón. Pero esa es la única cosa que Dios nos pide. También es la única cosa que Jesús nos pide. Lo más hermoso es que no sólo nos ese ejemplo perfecto de cómo se debe hacer esto, sino que también ha permanecido dentro de nosotros para ayudarnos a que lo hagamos. Nadie podría enfrentarse a los ataques del mundo sin saber que hay Alguien dentro de nosotros que está protegiéndonos, amándonos y consolándonos, pidiéndonos que compartamos su amor con la persona que nos está atacando. No podemos hacer esto sin su ayuda. Esa es la súplica que Jesús hace una vez tras otra en el Curso - que aceptemos Su ayuda para perdonar.

P: ¿ Entonces eso quiere decir que cuando verdaderamente perdonamos a otro, después de haber sido atacados, no es el ego quien perdona sino que ahora somos la manifestación del Espíritu Santo y El es Quien perdona ?

R: Sí. Cuando Jesús dice en el Curso que él es la manifestación del Espíritu Santo, quiere decir que no tiene ninguna otra voz. Al Espíritu Santo se le describe como la Voz que habla por Dios. Dios no tiene  dos voces. Jesús ya no tiene un ego, así que la otra y única Voz de que dispone es la del Espíritu Santo y  El es la manifestación de Ella. En la medida en que nosotros nos identifiquemos con él y nos unamos a él para compartir su percepción del mundo ( la visión de Cristo ), entonces en esa misma medida también nos convertimos en manifestaciones del Espíritu Santo y nuestra voz se convertirá en Su Voz. Así que cada vez que abramos la boca para hablar será Su Voz la que se escuche. Eso es, realmente, lo que nos pide Jesús.

Una de las líneas más hermosas en el Curso es la introducción al quinto repaso en el libro de ejercicios  para estudiantes ( L-pI.rV.9:2-3 ). Este es uno de los pocos lugares en el libro de ejercicios donde Jesús  habla acerca de sí mismo.  Parafraseándolo aquí dice: " Necesito tus ojos, tus manos y  tus pies.  Necesito tu voz por medio de la cual yo salve al mundo. " Esto significa que sin nosotros él no puede salvar al mundo. Esto es lo que quiere decir en el texto cuando dice: " Te necesito tanto como tú me necesitas " (T-8.V.6:10). Su voz no puede ser escuchada en el mundo a menos que no sea a través de nosotros, porque nadie puede escucharla de otra forma. Tiene que  venir a través de formas y cuerpos específicos en este  mundo para que otros cuerpos la escuche. De lo contrario, él siempre permanecerá como una  abstracción simbólica que significa poco. Nos necesita para hablar a través de nosotros.  Hay una hermosa oración del Cardenal Newman que termina así: " Y no permitas que cuando miren a lo alto me vean a mí sino sólo a Jesús. " Cuando la gente nos escuche que no sea a nosotros sino sólo a sus palabras. 

No es necesario identificarnos personalmente con Jesús como un personaje histórico, alguien que fue crucificado y " se levantó de entre los muertos ". Aun ni siguiera es necesario identificarnos con él como el autor del Curso o como nuestro maestro. Sin embargo, es necesario perdonarlo. Si no lo hacemos, estamos aferrándonos a algo contra él que en verdad retenemos contra nosotros mismos. El no pide que lo tomemos como nuestro maestro personal. El s´´olo pide que lo miremos en forma diferente y no  lo hagamos responsable de lo que otras personas han hecho de él. En un punto en el Curso el Espíritu Santo dice: " Se han hecho ídolos amargos de él que sólo quiere ser un hermano para el mundo " ( C-5.5:7 ). Como  dijo Freud: " No soy freudiano ",  Jesús podría decir,  " No soy cristiano " Nietzsche dijo que el último cristiano  murió en la cruz, lo cual desafortunadamente puede ser verdad.

Entonces , en resúmen, podemos recordar las palabras de Jesús en  Un curso de milagros, que lo tomemos a él como modelo de aprendizaje ( T-5.II.9:6-7 );Sin duda esto no quiere decir que tenemos que ser crucificados como él lo fue, sino más  bien que nos identifiquemos con el significado de su muerte; especialmente debemos recordar el ejemplo de Jesús y pedir su ayuda cuando nos vemos tentados a sentir que se nos trata injustamente, que somos víctimas inocentes de lo que el mundo nos ha hecho. Sin duda alguna, a los ojos del mundo, él fue una víctima inocente, pero él no compartió ese punto de vista. Por lo tanto, él nos pide ( por lo general en condiciones mucho menos extremas de las de su vida ), que recordemos que sólo podemos ser víctimas de nuestros pensamientos, y que la paz u  el amor de Dios que son nuestra verdadera Identidad no pueden ser afectados por lo que otros hacen o, aun más, parece que nos hicieran. Ese recuerdo es la base del perdón, y el aprenderlo es la finalidad de Un curso de milagros.


KENNETH WAPNICK,  Ph. D.

Una Introducción Básica a 
UN CURSO DE MILAGROS
Ed. El grano de mostaza

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P. Picasso - Girl before a mirror -
10. Comienza  pensando en alguien que no te cae bien, alguien que parece irritarte y con quien lamentarías haberte encontrado;  alguien a quien destestas vehementemente o que simplemente tratas de ignorar. La forma en que tu hostilidad se manifiesta es irrelevante. Probablemente ya sabes de quién se trata. Ese mismo vale.

11. Cierra ahora los ojos y, visualizándolo en tu mente, contémplalo por un rato. Trata de percibir algún atisbo de luz en alguna parte de él, algún pequeño destello que nunca antes habías notado. Trata de encontrar alguna chispa de  luminosidad brillando a través de la desagradable imagen que de él has formado. Continúa contemplando esa imagen hasta que veas luz en alguna parte de ella, y trata entonces de que esa luz se expanda hasta envolver a dichas persona y transforme esa imagen en algo bueno y hermoso.

12. Contempla esta nueva percepción por un rato, y luego trae a la mente la imagen de alguien a quien consideras un amigo. Trata de transferirle a éste la luz que aprendiste a ver en torno de quien antes fuera tu " enemigo ". Percíbelo ahora como algo más que un amigo, pues en esa luz su santidad te muestra a tu salvador, salvado y salvando, sano e íntegro.

13. Permite entonces que él te ofrezca la luz que ves en él, y deja que tu " enemigo " y tu amigo se unan para bendecirte con lo que tú les diste. Ahora eres uno con ellos, tal como ellos son uno contigo. Ahora te has perdonado a ti mismo...

El perdón es la llave de la felicidad. Despertaré del sueño
de que soy mortal, falible y lleno de pecado, y sabré que soy
el perfecto Hijo de Dios.


 Un  Curso de Milagros
 Libro de ejercicios
 Lección 121
 El perdón es la llave de la felicidad.