Allen Watson
¿ Qué significa dar milagros a otros?
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LOVE IS IN THE AIR - BANSKY UK. -
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Por ejemplo, supón que en mi mente he juzgado y condenado a alguien por mentirme. Tal vez lo haya tildado inconscientemente de pecador indigno de mi amor. Entonces, al llevarle la situación al Espíritu Santo, la luz entra a mi mente y cambia mi percepción. ¡De repente, veo que las mentiras de mi hermano no son pecados, sino un pedido de ayuda, que no exigen castigo sino… bueno… ayuda! Después de ese cambio, me encuentro con él sin juzgar. Queda claro por mis palabras o acciones que no lo juzgo. Dicho simplemente, estoy practicando el perdón. Y cuando hago eso, ofrezco un milagro a mi hermano. Con sólo abrirme a la percepción verdadera de mi hermano (que es "un aspecto de la totalidad"), me convierto en obrador de milagros.
Mi hermano previamente recibió mi impresión de que era un mentiroso. Probablemente lo haya juzgado abiertamente por sus mentiras, y él se sintió culpable por ello. Ahora, él se encuentra con que tengo una nueva percepción de él, lo cual le permite recibir esa nueva percepción en reemplazo de la anterior. Él se puede ver a sí mismo como inocente; él puede experimentar el perdón. A través de mí, el Espíritu Santo le está ofreciendo el mismo milagro que Él me ha dado a mí. Por lo tanto, en el milagro algo nos sucede, y compartimos ese algo con otros: "Das el milagro que recibes." (T-25.IX.10.1)
"Nadie puede pedirle a otro que sane. Pero puede permitirse a sí mismo ser sanado, y así ofrecerle al otro lo que él ha recibido." (T-27.V.1.7)
Ofrecer un milagro significa compartir la percepción verdadera que el Espíritu Santo nos ha dado, que es la visión de Cristo:
"Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas por mí, y que en lugar de juzgarlas, les conceda a cada una un milagro de amor." (L-pII.349.Título)
Mirar con la visión de Cristo significa que no juzgamos lo que estamos viendo, y estamos llamados a ofrecer este milagro a todos. Al hacerlo no sólo los liberamos a ellos, sino que nos beneficia a nosotros:
"Ofrece el regalo de Cristo a todo el mundo y en todas partes, pues los milagros que le ofreces al Hijo de Dios a través del Espíritu Santo te sintonizan con la realidad." (T-13.VIII.7.2)
Jesús me da un milagro cuando él me restituye (temporalmente al menos) a mi mente correcta, corrigiendo los errores de mi pensamiento. Yo doy el milagro a otro al aplicar o extenderles aquello que me fue dado. Los veo como el santo Hijo de Dios, a la luz de la verdad, y tal vez le diga o haga algo que le ayude a esa persona a conectarse con su propia mente correcta. Cuando ello sucede el milagro regresa a mí: "Hoy sólo ofrezco milagros, pues quiero que retornen a mí" (L-pII.345.Título). Cuando le doy un milagro a un hermano, y él lo recibe, yo también lo recibo de vuelta:
"Los milagros son una forma de dar aceptación y de recibirla." (T-9.VI.6.3)
En los Evangelios, Jesús dijo, "Den y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante." (Lc 6:38) Lo que dan, lo reciben de vuelta multiplicado. Ustedes reciben el milagro inicial, cambiando su percepción de un hermano. Ofrecen esa percepción cambiada, mostrándole su inocencia. Cuando lo recibe, convirtiéndose en un receptor del milagro (T-2.V.3:2), el circuito del milagro se completa. Él se libera de la culpa, tú ves los resultados, y sabes que un milagro se ha obrado a través tuyo. Sabes que Dios está en ti, y por lo tanto, la sanación que sucedió en tu mente aumenta y se refuerza. Esta progresión de tres pasos ocurre una y otra vez en el Curso: recibes, das, y recibes más profundamente. "Al dar es como reconoces que has recibido" (L-pI.159.1:7).
Ofrezcamos entonces, día a día, los milagros del perdón a todos en todos lados:
Cuando te sientas tentado de atacar a un hermano, recuerda que su instante de liberación es el tuyo. Los milagros son los instantes de liberación que ofreces y que recibirás. (T-15.I.12:3-4)

 From The End of Death
Contraluz, de Fortunato Lacámera.
 Nouk Sanchez
1) Aplicar la verdadera negación. Recordemos que sólo hay una Energía  , y este es la Amorosa Voluntad de Dios. Por lo tanto, niegue rotundamente que cualquier  otra cosa que no provenga  del Amor de Dios tiene  el poder de hacerle daño a usted o  a cualquier otra persona. 

2) Coloque la causa y el efecto en la secuencia adecuada. No importa el tipo de problema, toda causa está en tu mente y en ninguna otro lugar. Si usted cree que la causa está en otro lado menos en su mente, usted no será capaz de curar la causa o sus síntomas aparentes. Recordemos que la culpa inconsciente es auto-ataque proyectado hacia el exterior. No hay nadie para perdonar, excepto usted mismo, pero inconscientemente usamos  a otros , el cuerpo, el pasado o el mundo para que nos  ataque. 


3) Priorizar la sanación de la percepción errónea sobre todo lo demás. Usted debe desear mucho más que la curación física o un milagro físico, sanar su  percepción de la enfermedad o problema. 


4) Ver más allá de las apariencias. Mire más allá de lo que sus sentidos físicos le muestran de la realidad. El ego envía estas sensaciones para informar exactamente lo que quiere que veamos; estos siempre van a confirmar la "prueba" de la separación y el sufrimiento. 


5) Recuerde que no hay jerarquía en las ilusiones. Una ilusión nunca es más cierta o más grande que la otra. Todos son igualmente ilusorias. A medida que  aceptamos y practicamos este principio, también aprendemos y demostramos que no hay orden de dificultad en los milagros. Un milagro no es más difícil o más imposible de lograr que cualquier otro. Al aceptar y demostrar la naturaleza ilusoria de las ilusiones, y la potencia máxima de los milagros, nos deshacemos de todo lo  que el ego hizo para atacarnos. 


6) Aceptar la Expiación.  Al aceptar la Expiación,  inmediatamente nos unimos a Dios y recibimos  Su Voluntad para la sanación  .Esto  reemplaza inequívocamente el deseo del ego de ser tratado injustamente. Este es el milagro! No importa donde vemos sufrimiento, tenemos que aceptar la Expiación, el milagro, para nosotros. Si percibimos el sufrimiento en otro, el pasado, el cuerpo o el mundo, la curación se debe aceptar en nuestra propia mente primero. Esto significa el deshacimiento del miedo y la culpa en nuestra percepción. 


7) Confía  en el Amor de Dios y su sanación! Y está  hecho. La duda y la confianza son mutuamente excluyentes. Si dudamos, no podemos aceptar la curación.


Para el completo perdón / proceso de Expiación, haga clic en este enlace

http://undoing-the-ego.org/noukblog/?p=231

Georgina Arteaga-Carlebach

Cuando solo establecemos relaciones especiales de amor, hasta cierto punto es entendible que el 
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proceso de perdonar se nos torne difícil de aceptar en nuestra mente, ya que el primer cuestionamiento para poder otorgar el perdón que nos haremos es: ¿cómo es posible que alguien en quien he confiado tanto, en quien he depositado todo mi amor, con quien he vivido una relación “tan especial”, pueda ser capaz de herirme, de hacerme sentir tan vacía y desesperada, de causarme tanto sufrimiento? Es en este momento en el que la relación especial de amor se transforma en una relación especial de odio, de ira contenida. Pero podemos liberarnos de todo este sentimiento a través del perdón.

Para poder modificar nuestra visión es necesario que primero tengamos claro en nuestra mente y en nuestro corazón lo que es el verdadero perdón, porque generalmente tenemos una visión errónea de él. Estamos acostumbrados a partir de la base de “me hiciste, me lastimaste” y desde ahí el perdón no se presenta en nuestro pensamiento y si se llega a presentar va a estar manejado como lo que se llamaría el falso perdón.


Perdonar no es permitir conductas dañinas, ya que podemos perdonar y aún así, no permitirlas. Tampoco es olvidar lo sucedido, sino dejar atrás la inmensa carga emocional que esto implica. En este proceso no está incluido que vamos a convivir con quienes les hemos dado permiso de maltratarnos y vamos ir a abrazarlos y a darle besitos o, que los criminales van a andar sueltos por la calle. El perdón es un cambio interno, es cambiar nuestra percepción errada de los demás, ver más allá de las apariencias para poder descubrir en todo ser humano la esencia que nos une con el universo, es recobrar nuestra libertad y alcanzar nuestra paz interior.


La cosa cambia cuando observamos las situaciones y a las personas bajo una mirada diferente a la que el ego maneja, cuando podemos reconocer que el perdón empieza hacia uno mismo, es decir, nos lo otorgamos primero a nosotros mismos, en un reconocimiento de que ambas partes requerimos ayuda, ambas partes guardamos un pensamiento inconsciente de miedo y una actitud de proyección que requiere en las dos partes ser sanada, porque ambas partes cometimos un error de decisión en su momento. No hay culpables, no existen víctimas ni victimarios, solo responsables de decisiones erróneas, mismas que pueden ser corregidas.


El plan del perdón del Espíritu Santo es observar el evento de otra manera, es mirar más allá del error del otro, es no aceptar como verdadero lo que nuestra percepción errónea ve, es distinguir lo falso de la actitud de los cuerpos. Por el contrario, el plan del perdón del ego consiste en que primero veamos el error clara y detalladamente, que lo desmenucemos y luego tratemos de pasarlo por alto o lo neguemos. El problema en esto es que, cómo pasar por alto algo a lo que primero le dimos valor y realidad.


El proceso de perdonarse a sí mismo no es tarea fácil, más bien es una de las tareas más difíciles que podemos enfrentar, nos saca de nuestra zona de confort en la que hemos permanecido y de la cual no queremos movernos, no queremos revisarnos porque nos da miedo lo que vamos a descubrir, nos da miedo explorar nuestras emociones. Generalmente cuando decidimos observarnos lo hacemos erróneamente, lo hacemos partiendo de sentirnos culpables y enjuiciándonos, o bien de sentir que alguien nos ha negado algo, nos ha quitado algo que queríamos y consideramos que es esto en sí lo que nos hace sentirnos mal y, bajo esta perspectiva, el perdonarse a uno mismo puede ser doloroso, angustiante, porque lo queremos hacer bajo una perspectiva de elementos aprendidos en el pasado, de mensajes recibidos durante mucho tiempo.

Sin embargo, si la revisión la hacemos sin soltarnos de la mano de la Luz, del  Espíritu Santo, si le entregamos a Él nuestros pensamientos y eventos que en ese específico momento estamos viviendo y experimentando, si la revisión la hacemos con humildad, con total responsabilidad, con compasión y paciencia, sin juzgarnos y sólo observando nuestros pensamientos para poder encontrar qué fue lo que nos sacó de nuestra paz y nos transportó a un pensamiento de desamor, encontraremos que fueron reminiscencias de una experiencia de desamor proveniente del pasado que aún no hemos liberado, y que el evento presente sólo ha sido un detonador.


Cuando tengamos pensamientos de desamor, de falta de perdón, solicitemos al Espíritu Santo que conduzca Él nuestros pensamientos, digámosle: Te entrego esto para que lo examines y juzgues por mí. No dejes que lo vea como un signo de pecado y de muerte, ni que lo use para destruir. Enséñame a no hacer de ello un obstáculo para la paz, sino a dejar que Tú lo uses por mí, para facilitar su llegada. (T.19.IV.C.11:8-10)
Butler Fray Guillermo "Primavera"
" Te has enseñado a ti mismo el hábito completamente antinatural de no comunicarte con tu Creador" (cap 14, sección III  UCDM). Ahora tienes que pasar por un largo período para desaprender esa lección. Tienes que hacer un deliberado esfuerzo para ponerte de nuevo en comunicación con Dios.

La renuencia para comunicarte proviene totalmente de tu parte. El curso dice "La Voz del Espíritu Santo es tan potente como la buena voluntad que tengas de escucharla". El Espíritu Santo es la comunicación del Creador, y esa comunicación se encuentra en tu mente. Está dentro y no afuera de ti. De hecho  el Espíritu Santo habla por tu verdadera Mente, la única parte verdadera de ti que existe, que nunca olvidó a Dios, que nunca olvidó toda la verdad y que está en constante comunicación con el Padre y con todos tus hermanos. Él es la voz de tu verdadero Ser. Su Voz habla constantemente; tú sólo no escuchas. Pero el hecho es que ya estás en perfecta comunicación con Dios, estés escuchándolo o no.

Sin embargo, desde el punto de vista de tu mente aparentemente separada de Dios, el Espíritu Santo parece ser una Voz en tu mente, un ser separado. Tú te has concebido a ti mismo como un ente separado, y es desde ése el lugar por donde comen zar porque es ahí donde crees estar.



Butler, Fray Guillermo "Serranías "
Está bien entonces si piensas que el Espíritu Santo o Jesús es alguien con quien hablas y consultas. Más que bien; es necesario al principio. Piensas de ti mismo de una manera muy restringida como una mente separada. La ilusión de ti mismo como una mente separada es el sistema de pensamiento del ego;  y habiéndote identificado con la ilusión de un ser separado, no puedes escuchar la verdad.  ¡La respuesta está dentro de ti, pero no en el ti que tú mismo has definido!

La respuesta a tus problemas no puede provenir desde tu sistema de pensamiento del ego, así que  al principio será de ayuda que pienses que la respuesta proviene de algún lago que no sea tu "ser", que en realidad no es tu ser sino sólo un sistema de pensamiento que inventaste. Tu experiencia será al principio y tal vez por largo rato, que la orientación del Espíritu Santo proviene de un ser separado. A medida que tengas más y más esta experiencia, gradualmente te darás cuenta que Su Voz está dentro de ti, en el Ser que has olvidado; el Espíritu Santo es de hecho la Voz de tu verdadero Ser, el Cristo.


Cuando tomas decisiones por tu cuenta, siempre las harás por ti. Tus intereses personales predominarán. Al enlazarlas con el Espíritu Santo, automáticamente comenzarás a decidir de una manera tal que considera a toda la Filiación, no sólo a ti mismo.  "El Espíritu  Santo - la inspiración que toda la Filiación comparte "-  (T-5.1.7:1). Él es la Voz para el "tú" que incluye a todos tus hermanos y hermanas y las decisiones que tomes con Él, tocará a todos con Amor.


La Mente Que Ha
Sanado No Planifica
Allen Watson  

Cuadernillo de una Serie sobre
Un Curso de Milagros

Alguien le preguntó a Rosa María cómo orar por los hijos y ésta fue la
oración que le llegó. 

"Padre amado, ¿cómo puedo ayudar a mis hijos? Enséñame, Padre. Te entrego todas las ideas que he tenido con respecto a ellos, las que me he creído así como a las que le tengo miedo. Padre, pongo a mis hijos en Tus Manos, sabiendo que ellos son Tus hijos también. Ayúdame a ser una buena madre (un buen padre), enséñame cómo encaminarlos bien. Guíame, Padre, guíame para saber qué decir, qué hacer, qué no decir y qué no hacer. Los dejo en Tus Manos, bajo Tu Luz. Padre, Tu Amor está con ellos, y Tu Protección los acompaña ahora y siempre. Amén."

Perlas de Sabiduría, citas de Rosa María Wynn


Garden with hens
Gustav Klimt
Puedes "esperar hoy con gran expectación el Momento de lo que vendrá lleno de absoluta confianza en el presente". Esa debe ser tu actitud con respecto al futuro; presente confianza.
No debido al hecho de haber planificado y controlado cuidadosamente el futuro de la mejor manera que pudieras, sino porque has abandonado tus planes y entregado tu vida al cuidado de Dios. Estás calmo debido a tu presente confianza en Él. Tienes confianza porque sabes que la paz, la felicidad y la salvación son "parte de lo que se planeó para nosotros ". Si Dios está planificando un futuro iluminado con júbilo, con seguridad Él te brindará hoy  todo lo que necesites para lograr esa meta.

 Cuando pensamos en la frase "confianza presente" ; observaremos algo interesante. Jesús ha señalado ya que  "No hay ansiedad con respecto al porvenir, pues la confianza presente está a cargo de éste ". Sin embargo, dice que sí podemos prever el futuro cuando el mundo esté iluminado de júbilo con confianza presente. Él descarta nuestra clase de previsión y sin embargo nos insta a prever la salvación final de Dios para el mundo.

Cuan hacemos planes tratamos siempre de anticipar todo aquello que pueda salir mal y levantar defensas contra ello. Esa es la clase de anticipación que no necesitamos. Jesús  nos pide a cambio, que anticipemos el desenlace perfecto, que está garantizado por Dios. Ya sabemos el final de la historia, así que, a pesar de que ahora las cosas puedan parecer oscuras, podemos acomodarnos, relajarnos y disfrutar del espectáculo.

No tienes que hacer planes para lograrlo. No tienes que entender cómo hacer que esto suceda. En cambio,
Gustav Klimt
"Church in Unterachn on Attersee"
te das cuenta de que sólo es necesaria tu indefensión, tu confianza presente en  Dios. Si dejas de lado las ilusiones de amenaza y defensa, no tienes que hacer nada para para que "la verdad alboree" en ti; la verdad alboreará en ti por sí sola.

La idea es ésta: Si cuidas tu mente ignorando el pánico que tiene, sus gritos que claman "¡ Tienes que hacer algo !", si llevas tu mente al Espíritu Santo y te permites tener confianza en Él, te darás cuenta que estás aquí no por ninguno de tus planes, sino para cumplir el plan de Dios  de la Expiación - para ser curado y para curar - y así entonces el Espíritu Santo se hará cargo de todo lo demás. El plan perfecto simplemente se manifestará a partir de ese estado de paz.

Durante el proceso de edición de este cuadernillo.  Robert Perry dijo a esta altura: "A mí también me resultó interesante que tanto la iluminación como la organización perfecta de nuestros asuntos temporales, nos llegan ambas de la misma manera - sólo debemos dejar de obstaculizarlas ".    

En realidad, ese principio  es un hilo conductor a través de todo lo que el Curso expresa. Nos curamos cuando dejamos de usar equivocadamente a nuestros cuerpos.

No necesitamos salir en busca  del amor; sólo hace falta encontrar y remover las barreras que levantamos contra él.

No tenemos que hacer nada para obtener lo que es positivo porque  ya está presente; lo único que necesitamos hacer es dejar de hacer aquello que lo mantiene oculto de nuestra conciencia.

Llegamos a hora a la práctica específica de esta lección (nro.135) . Observen que la lección no nos pide que abandonemos inmediatamente todos los planes ni que transformemos radicalmente nuestra vidas. Comienza con "quince minutos, en dos ocasiones hoy" en los cuales "nos abstendremos de elaborar planes sin sentido y de albergar pensamientos que le impidan la entrada a la verdad en nuestras mentes ". Comenzamos, en otras, palabras, con cortos períodos de práctica. Todavía no estamos   preparados para basar nuestra vida sobre lo que se ha dicho. Dado el estado de nuestras mentes,  intentar hacerlo induciría a un pánico y miedo increíbles. Así es que tomamos pequeñas  dosis. No tratamos de saltar de la "A" a la "Z" sino que simplemente nos desplazamos de "A" a " B"           . Practicamos dejar de planificar durante quince minutos, dos veces al día. Durante esos quince minutos pensamos acerca de Dios y Su plan para nosotros y dejamos de lado cualquier pensamiento de defensa. "Recibiremos en lugar de planear". Nos abrimos al Espíritu Santo para recibir Su plan. "Recibiremos en lugar de planear, de manera que podamos dar en vez de organizar". En vez de tratar de organizar o controlar a la gente a nuestro alrededor, extendemos nuestro amor a ellos. Durante esos quince minutos, conscientemente nos recordamos:   

Si me defiendo he sido atacado. Mas en mi indefensión seré fuerte.
Y descubriré lo que mis defensas ocultan. (4,5)

Cuando te permites bajar tus defensas, se vuelve visible para ti aquello que las defensas ocultaban   - Tu verdadero Ser - Te conocerás a ti mismo como Amor. Sabrás que tu identidad no está delimitada por un cuerpo o el tiempo, sino que es eterna e invulnerable. Encontrarás la verdad, la verdad acerca de tu  Ser. 

Cuanto más hagas esto, tanto más se extenderá en tus días la experiencia de esos períodos de práctica de 15 minutos. A medida que experimentes un instante santo en esos  períodos de práctica, así se extenderán hasta que tu vida entera se convierta en un único instante santo.

LA MENTE QUE HA SANADO NO PLANIFICA
Por Allen Watson
Cuadernillo nro. 8 de una Serie sobre 
Un Curso de Milagros

http://www.circleofa.org/bookstore/index.php?pg=5&l=product_list&c=9

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