Marta Minujín.
Proceso de Pensamiento ante cualquier situación que nos quite la paz:

1) Pido perdón por "proyectar" en el  otro/a/ y/o situación  MIS PENSAMIENTOS.

2) Me perdono a mi mismo por "proyectar".

3) Entrego al Espíritu Santo "la situación"o me entrego a la inocencia que realmente soy o me abro  a la verdad del Padre.

Con la práctica se puede adquirir el hábito de perdonar, y de esta manera ir eliminando paulatinamente de la conciencia las capas que no permiten que viva en la verdad.

LECCIÓN 297.
Benito Quinquela Martín.
1. El perdón es el único regalo que doy, ya que es el único regalo que deseo. Y todo lo que doy, es a mí mismo a quien se lo doy. Ésta es la sencilla fórmula de la salvación. Y yo, que quiero salvarme, la adoptaré, para regir mi vida por ella en un mundo que tiene necesidad de salvación y que se salvará al aceptar yo la Expiación para mí mismo.
2. Padre, ¿ Cuán certeros son Tus caminos; cuán seguro su desenlace final y cuán fielmente se ha trazado y logrado cada paso de mi salvación mediante Tu Gracia! Gracias a Ti por Tus eternos regalos, y gracias a  Ti también por mi Identidad !
Nota: Cuando se refiere a perdonar se refiere a ejercer perdón de mis erróneas proyecciones en mi, en los demás y/o situaciones.
UCDM
Fundación para la paz interior.
XUL SOLAR
1.  La idea de hoy afirma simplemente un hecho. No es un   hecho para los que creen en ilusiones, mas las ilusiones no son hechos. En realidad no hay nada que temer. Esto es algo muy fácil de reconocer. Pero a los que quieren que las ilusiones sean verdad les es muy difícil reconocerlo.

XUL SOLAR - Ciudad Langui -
2. Las sesiones de práctica de hoy serán muy cortas, muy simples y muy frecuentes. Di sencillamente la idea tan a menudo como puedas. Puedes hacerlo con los ojos abiertos en cualquier momento o situación. Recomendamos enérgicamente, no obstante, que siempre que puedas cierres los ojos durante aproximadamente un minuto y repitas la idea lentamente para tus adentros varias veces. Es especialmente importante también que la uses de inmediato si observas que algo perturba tu paz mental.

3. La presencia del miedo es señal inequívoca de que estás confiando en tu propia fortaleza. La conciencia de que no hay nada que temer indica que en algún lugar de tu mente, aunque no necesariamente en un lugar que puedas reconocer, has recordado a Dios y has dejado que Su fortaleza ocupe el lugar de tu debilidad. En el instante en que estés dispuesto a hacer eso, ciertamente no habrá nada que temer.

UN CURSO DE MILAGROS
LECCIÓN 48
FUNDACIÓN PARA LA PAZ INTERIOR.
Ron Davis - Twin Wave, 1979 .
1. El mundo real es un símbolo, como todo lo demás que la percepción ofrece. No obstante, es lo opuesto a lo que tú fabricaste. Ves tu mundo a través de los ojos del miedo, lo cual te trae a la mente los testigos del terror. El mundo real sólo lo pueden percibir los ojos que han sido bendecidos por el perdón, los cuales, consecuentemente, ven un mundo donde el terror es imposible y donde no se puede encontrar ningún testigo del miedo.
2. El mundo real te ofrece una contrapartida para cada pensamiento de infelicidad que se ve reflejado en tu mundo, una corrección segura para las escenas de miedo y los clamores de batalla que pueblan tu mundo. El mundo real muestra un mundo que se contempla de otra manera: a través de ojos serenos y de una mente en paz. Allí sólo hay reposo. No se oyen gritos de dolor o de pesar, pues allí nada está excluido del perdón. Y las escenas que se ven son apacibles, pues sólo escenas y sonidos felices pueden llegar hasta la mente que se ha perdonado a sí misma.
3.   ¿ Qué necesidad tiene dicha mente de pensamientos de muerte, asesinato o ataque ? ¿ De qué puede sentirse rodeada sino de seguridad, amor y dicha ? ¿ qué podría haber que ella quisiese  condenar ? ¿ Y contra qué querría juzgar ? El mundo que ve emana de una mente que está en paz  consigo misma. No ve peligro en nada de lo que contempla, pues es bondadosa, y lo único que ve es bondad.
Ron Davis - Cube III, 1971.
4. El mundo real es el símbolo de que al sueño de error  y culpabilidad le ha llegado su fin y de que el Hijo de Dios ha despertado. Y sus ojos, abiertos ahora, perciben el inequívoco reflejo del Amor de su Padre, la infalible promesa de que ha sido redimido. El mundo real representa el final del tiempo, pues cuando se percibe, el tiempo deja de tener objeto.
5. El Espíritu Santo no tiene necesidad del tiempo una vez que éste ha servido el propósito que Él le había asignado. Ahora espera un sólo instante más para que Dios dé el paso final y el tiempo desaparezca llevándose consigo la percepción y dejando solamente a la verdad para que sea tal como es. Ese instante es nuestro objetivo, pues en él yace el recuerdo de Dios. Y al contemplar un mundo perdonado, Él es Quien nos llama y nos viene a buscar para llevarnos a casa, recordándonos nuestra Identidad, la cual nos ha sido restituida mediante nuestro perdón. 
UN CURSO DE MILAGROS
LIBRO DE EJERCICIOS
FUNDACIÓN PARA LA PAZ INTERIOR.

Blinky Palermo
El concepto del yo frente al verdadero ser.
1. Las enseñanzas del mundo se basan en un concepto del yo que se ajusta a la realidad mundana. y como tal, se adapta muy bien a ella. Pues es una imagen que encaja perfectamente en un mundo de sombras e ilusiones. En él se encuentra como en su propia casa, y todo lo que ve es uno con ella. El propósito de las enseñanzas del mundo es que cada individuo forje un concepto de sí mismo. Éste es su propósito:  que vengas sin un yo, y que fabriques uno a medida que creces. Y cuando hayas alcanzado la "madurez", lo habrás perfeccionado, para así poderte enfrentar al mundo en igualdad de condiciones y perfectamente adaptado a sus exigencias
2. Tú  forjas un concepto de ti mismo, el cual no guarda semejanza alguna contigo. Es un ídolo, concebido con el propósito de que ocupe el lugar de tu realidad como Hijo de Dios. El concepto de ti mismo que el mundo te enseña no es lo que aparente ser, pues se concibió para que tuviera dos propósitos, de los cuales la mente sólo puede reconocer uno. El primero presenta la cara de inocencia, el aspecto con el que se actúa. Ésta es la cara que sonríe y es amable, e incluso parece amar. Busca compañeros, contempla a veces con piedad a los que sufren, y de vez en cuando ofrece consuelo. Cree ser buena dentro de un mundo perverso.
Blinky Palermo Untitled
3. Este aspecto puede disgustarte, pues el mundo es perverso a incapaz de proveer el amor y el amparo que la inocencia se merece.  Por esa razón, es posible hallar este rostro con frecuencia  arrasado de lágrimas ante las injusticias que el mundo comete contra los que quieren ser  buenos y generosos. Este aspecto  nunca lanza el primer ataque. Pero cada día, cientos de incidentes sin importancia socavan poco a poco su inocencia, provocando su irritación, e induciéndolo finalmente a insultar y a abusar descontroladamente.
4. La cara de inocencia que el concepto de uno mismo tan orgullosamente lleva puesta, condona el ataque que se lleva a cabo en defensa propia, pues, ¿ no es acaso un hecho  harto conocido que el mundo trata ásperamente a la inocencia indefensa ? Nadie que forja una imagen de sí mismo omite esta cara, pues tiene necesidad de ella. Mas no quiere ver el otro lado. Sin embargo, es ahí donde el aprendizaje del mundo tiene puestas sus miras, pues ahí es donde se establece la " realidad " del mundo, para perpetuar la continuidad del ídolo.
5. Detrás de la cara de inocencia se encuentra una lección, para enseñar la cual se concibió el concepto del yo. Es una lección acerca de un terrible desplazamiento y de un miedo tan devastador que la cara sonriente que se encuentra encima tiene que mirar para siempre en otra dirección, no sea que perciba la traición que oculta. Esto es lo que la lección enseña:  " Yo soy la cosa que tú has hecho de mi, y al contemplarme, quedas condenado por  causa de lo que soy ". El mundo sonríe con aprobación ante este concepto de ti mismo, pues garantiza que los senderos del mundo se mantengan a salvo y que los que  caminan por ellos no puedan escapar.
Blinky Palermo - Blue Disk and Stick, 1968 -
6. Ésta es la lección básica que garantiza que  tu hermano estará condenado eternamente, pues lo que tú eres se ha vuelto ahora su pecado. Y para esto no hay perdón. No importa ya lo que  él haga, pues tu dedo acusador apunta hacia  él sin vacilación y con mortal puntería. Apunta también hacia ti, pero este hecho se mantiene aún más oculto entre las brumas que se encuentran tras la cara de inocencia. Y en esas  bóvedas ocultas se conservan  todos sus pecados así como los  tuyos, y se mantienen en la obscuridad, donde no se pueden percibir como errores, lo cual la luz indudablemente mostraría. No se te puede culpar por lo que eres, ni tampoco puedes cambiar lo que ello te obliga a hacer. Tu hermano es para ti, pues, el símbolo de tus propios pecados, y lo condenas silenciosamente, aunque con tenaz insistencia, por esa cosa odiosa que eres.
7.  Los conceptos se aprenden . No son naturales, ni existen aparte del aprendizaje. No son algo que se te haya dado, de modo que tienen que haberse forjado. Ninguno de ellos es verdad, y muchos son el producto de imaginaciones febriles, que  arden llenas de odio y de distorsiones nacidas del miedo. ¿ Qué es un concepto, pues, sino un  pensamiento al que su hacedor le otorga un significado especial ? Los conceptos mantienen vigente el mundo. Mas no se pueden usar para demostrar que el mundo es real. Pues todos ellos se conciben dentro del mundo, nacen a su sombra, crecen amoldándose a sus costumbres y, finalmente, alcanzan la  "madurez" de acuerdo con el pensar de éste. Son ideas de ídolos, coloreadas con los pinceles del mundo, los cuales no pueden  pintar ni una sola imagen que represente la verdad.
Blinky Palermo - Festerkreuz II .
8. La idea de un concepto del yo no tiene sentido, pues nadie aquí sabe cuál es el  propósito de tal concepto, y, por lo tanto, no puede  ni imaginarse lo que es. Todo aprendizaje que el mundo dirige, no obstante, comienza y finaliza con el solo propósito de que aprendas este concepto de ti mismo, de forma que elijas acatar las leyes de este mundo y nunca te aventures más allá de sus sendas si te des cuenta de cómo te consideras a ti  mismo. Ahora el Espíritu Santo tiene que encontrar un modo de ayudarte a comprender que el concepto de ti mismo que has forjado tiene que ser des-hecho si es que has de gozar de paz interior.  Y no se puede desaprender, excepto por medio de lecciones cuyo objetivo sea enseñarte que tú eres otra cosa. Pues de lo contrario, se te estaría pidiendo que intercambiases lo que ahora crees por la pérdida total de tu ser, lo cual  te infundiría aún mayor terror.
9. Por tal razón, las lecciones del Espíritu Santo están diseñadas de manera que cada paso sea fácil, y aunque a veces puede producirse cierta incomodidad y angustia, ello no afecta lo que se ha aprendido, sino que constituye  una re-interpretación de lo que parecen ser las pruebas a su favor. Consideremos, pues, qué prueba hay de que tú seas lo que tu hermano hizo de ti. Pues si bien aún no te das cuenta de que eso es lo que piensas, es indudable que a estas alturas ya eres consciente de que te comportas como si eso fuese lo que piensas.  ¿ Reacciona él por ti ? ¿ Y sabe él acaso lo que va a ocurrir exactamente ?  ¿ Puede ver tu futuro y determinar por adelantado lo que debes hacer en toda circunstancias ? Él tendría que haberte creado tanto a ti como al mundo para poder tener tal presciencia de lo que ha de suceder.
10.Que tú seas lo que tu hermano ha hecho de ti es bastante improbable. Incluso si ello fuese cierto,  ¿ Quién te dio la cara de inocencia ? ¿ Podría ser ésta tu propia aportación ? ¿ quién es, entonces, el "tu" que la concibió ? ¿  Y quién es el que se engaña con toda tu bondad, y la ataca ? Olvidémonos de la ridiculez de este concepto y pensemos simplemente en esto: lo que crees ser  consta de dos partes. Si una de ellas fue generada por tu hermano, ¿ quién estaba allí para inventar la otra ? ¿ Y de quién hay que mantener algo oculto ? Aún si el mundo fuese perverso no habría necesidad de ocultar aquello de lo que estás hecho.  ¿ Quién lo podría ver ?  ¿ Y qué podría necesitar defensa sino lo que se ataca ?.
Blinky Palermo " Mirror Object ", 1973
11. Tal vez la razón de que este concepto tenga que mantenerse oculto es que, de ser expuesto a la luz, el que pensaría que  no es verdad eres tú.  ¿ y qué le ocurriría al mundo que ves si todos sus pilares se eliminase ' Tu concepto del mundo depende del concepto que tienes de ti mismo. Y ambos desaparecerían si cualquiera de ellos se pusiese en duda. El Espíritu Santo no  quiere precipitarte al pánico.  Por lo tanto, lo único que te pide es que por lo menos estés dispuesto a plantearte una simple pregunta.
12. Hay alternativas con respecto a eso que crees ser.  Podrías, por ejemplo, ser lo  que has elegido que tu hermano sea. Esto ubica al concepto del yo más allá de una condición de ser algo completamente pasivo, y, por lo menos, allana el camino para que se  pueda tomar una decisión consciente, y para reconocer - aunque sea parcialmente -  que tuvo que haber tenido lugar alguna interacción. Se entiende en parte que tú elegiste por los dos, y que lo que  él representa tiene el significado que tú le diste. Ello muestra también algunos atisbos de visión con respecto a la ley de la  percepción según la cual lo que se ve refleja el estado mental del perceptor. Mas ¿ quién  eligió primero ? Si tú eres aquello que  elegiste que tu hermano fuese, tuvo que haber alternativas entre las que elegir, y alguien tuvo que haber decidido primero cuál de ellas elegir y cuál rechazar. 
13. Si bien este paso representa un avance, no se aproxima aún a la cuestión básica. Algo tuvo que haber tenido lugar antes de que surgieran estos conceptos de uno mismo. Y algo tuvo que haber aprendido las  enseñanzas que los originó. Esto no lo puede explicar ninguno de los dos puntos de vista en cuestión. La ventaja principal de haber pasado del primer punto de vista al segundo es que de alguna manera se ve que tú participaste en la elección por decisión propia . Mas por esta ganancia sufres una pérdida casi idéntica, , pues ahora tú eres culpable por lo que tu hermano es.  Y no puedes sino compartir su culpabilidad, y aunque la elegiste para  él a imagen y semejanza de la tuya propia. Mientras que antes sólo él el traidor, ahora tú bienes que ser condenado junto con él.
Blinky Palermo " Flipper "
14. El concepto del yo ha sido siempre la gran preocupación mundo. Y cada individuo cree que tiene que encontrar la solución al enigma de lo que él es. La salvación se puede considerar como el escape de todos los conceptos. No se ocupa en absoluto del contenido de la mente, sino del simple hecho de que ésta piensa. Y aquello que puede pensar tiene alternativas entre las que elegir, y se le puede mostrar los pensamientos que conllevan diferentes consecuencia. Así puede aprender que todo lo que piensa refleja la profunda confusión que siente con respecto a cómo fue concebida y a lo que es.  Y el concepto del yo vagamente parece contestar lo que no sabe.
15. No busque tu Ser en símbolos. No hay concepto que pueda representar lo que eres. ¿ Qué importa qué concepto aceptes mientras percibas un yo que se relaciones con el mal y que reacciona ante cosas perversas ?  Pues en tal caso, tu concepto de ti mismo seguirá desprovisto de significado. Y no te percatarás de que sólo te relacionas contigo mismo. Ser testigo de un mundo culpable indica que el mundo ha guiado tu aprendizaje y  que lo que consideras tal como te consideras a ti mismo. El concepto del yo abarca todo lo que contemplas, y nada está excluido de esa percepción. Si algo te puede herir, lo que estás viendo es una representación de tus deseos secretos. Eso es todo. Y lo que ves en cualquier clase de sufrimiento que  padezcas es tu propio deseo oculto de matar.
16. Son muchos los conceptos de ti mismo que forjarás según progreses en tu aprendizaje. Cada uno producirá cambios que se verán reflejados en tus relaciones, conforme la percepción que tienes de ti mismo vaya cambiando. Y cada vez que tenga lugar un cambio se producirá en ti cierta confusión, más siéntete agradecido de que el aprendizaje del mundo vaya soltando la presa que había hecho en tu mente. Descansa seguro y contento en la confianza de que finalmente desparecerá por completo y dejará a tu mente en paz. El  papel de acusador se presentará en muchos sitios y de muchas maneras.  Y en cada  caso parecerá acusarte. Mas no temas que no vaya a ser erradicado.
17. El mundo no puede hacer que aprendas estas imágenes de ti mismo a no ser que tú desees aprenderlas. Llegará un momento  en que todas desaparecerán, y te darás cuenta de que no sabes lo que eres. A esta mente abierta y receptiva es a la que la verdad retorna, sin impedimentos ni limitaciones. Allí donde todos los conceptos del yo han sido abandonados, la verdad se revela tal como es. Cuando todo concepto haya sido cuestionado y puesto en tela de juicio, y se haya reconocido que está basado en suposiciones que se desvanecerían ante la luz, la verdad quedará entonces libre para entrar a su santuario, limpio y despejado ahora de toda culpa. No hay afirmación que el mundo tema oír más que ésta:


No sé lo que soy, por lo tanto, no sé lo que estoy haciendo,
dónde me encuentro, ni cómo considerar al mundo 
o a mí mismo.

Sin embargo, con esta lección nace la salvación. Y lo que tú eres te hablará de Sí Mismo.

UN CURSO DE MILAGROS
LA VISIÓN FINAL
Capítulo 31
Fundación para la paz interior.


Wu Guanzhong - Lotus under the sun
¿ Cómo puede despertar el Hijo de Dios de este sueño ?
Es un sueño de  juicios. Para despertar, por lo tanto,
tiene que dejar de juzgar.
                                         R.29.IX.2.3-5

Experimentar culpa fue el costo que estuvimos dispuestos a  pagar por la prerrogativa de poder juzgar.  Mas  no podemos juzgar porque no sabemos el porqué de nada. Solo el Espíritu Santo tiene acceso al pasado, al presente y al futuro, así como a todo dato relevante, lo cual le permite emitir juicios justos y verdaderos. Nosotros nunca tendremos ese alcance, por lo que juzgar es, además de imposible, arrogante. Sencillamente no podemos juzgar. Esto es algo que se repite en el Curso una y otra vez.

Estamos tomando decisiones continuamente, mas no nos damos cuenta de ello. Gran parte de estas decisiones son juicios con respecto a alguien o a algo en nuestra vida y una vez los hemos emitido, los aceptamos como la absoluta verdad;  luego nos dedicamos a buscar  incesantemente toda prueba que podamos conseguir para justificar el seguir sosteniéndolos. De esta manera nuestro vivir aquí se vuelve el afán de querer probar, corroborar, que teníamos razón con respecto a los juicios que hemos emitido.


Este mundo, no obstante, es un mundo de juicios, por lo que no podemos estar aquí sin juzgar. Pero se nos exhorta a que no juzguemos. Entonces, ¿ qué podemos hacer ?  Lo  que se nos pide es que en lugar de usar nuestro juicio, le pidamos al Espíritu Santo el Suya, y que pongamos la situación en cuestión a Sus manos. Sus juicios serán siempre justos y acertados, y sostendrán la inocencia de todos los implicados en la situación. Esa es la verdadera Justicia de Dios.



Wu  G. - Bambu Forest -
El  primer compromiso que asumí unos meses después de comenzar a estudiar el Curso fue dejar de juzgar. Y bastó que tomase esa decisión para darme cuenta de que mi mente era como una fotocopiadora, de alta velocidad, que no paraba de emitir juicios. No podía creer que había pasado toda mi vida juzgando continuamente sin haberme dado cuenta de ello. Era casi imposible detener ese constante flujo de  juicios. El Curso afirma que juzgar es una actividad que, literalmente, nos agota.  Y resalta que es curioso que una habilidad tan debilitante goce de tanta popularidad.

Juzgamos y condenamos a otros para probar que nosotros, en cambio, somos buenos e inocentes. Pero esto es absolutamente innecesario, pues la verdad es que nunca perdimos nuestra inocencia, aunque ciertamente la perdimos de vista, y  por eso andamos como locos buscándola, con el ego de guía, que nos dice que para que nosotros seamos inocentes, el otro,  el hermano, tiene que ser culpable. De hecho, lo que realmente se vive en esta ilusión es un continuo  intercambio de culpas, todo el mundo queriendo ser inocente y juzgando a los demás como culpables. Sin embargo, o todos somos inocentes o bien ninguno lo es. En el mundo que Dios creó no hay excepciones , como muy bien dice el Curso, que nos asegura que jamás perdimos nuestra inocencia.

Esta condición de inocencia obviamente se refiere al Ser  que todos somos y compartimos. El ego no es ni inocente  ni culpable, porque sencillamente no existe. Por lo tanto,  no podemos asignarle ningún atributo. Pero el hecho de no  tenga existencia real no  quiere decir que no la tenga para nosotros aquí. El falso yo, el personaje que creemos ser, tampoco es real, pero, como percibe, dicha percepción se puede purificar. Es oportuno destacar que nuestro Ser no necesita purificación de ninguna clase, pues sigue siendo tal como Dios lo creó.



Wu G. Spring Breeze - 
No nos corresponde a nosotros juzgar nuestra valía. Tampoco nos corresponde juzgar la valía de nuestros hermanos. Esta se estableció en el Cielo, al igual que el papel que a cada uno de nosotros nos toca desempeñar. Lo que juzgamos como fortaleza  a menudo puede ser debilidad o incluso arrogancia.  Y lo que pensamos que es debilidad puede ser fortaleza. El Curso afirma que no tenemos idea del tremendo alivio y de la  profunda paz que resultan de estar con nuestros hermanos sin emitir  juicios de ninguna clase.

Creemos que los juicios que emitimos no tienen  ningún efecto. Sin embargo, toda la fealdad que vemos en el mundo son los juicios que hemos vertido contra él. Elegir liberar al mundo de todo lo que hemos creído que es, significa que queremos liberarnos a nosotros mismos. Renunciar a los juicios  condenatorios que sostenemos contra otros, es el equivalente a admitir que estábamos equivocados. El ego no puede hacer esto, pues su arrogancia se lo impide. Pero nosotros no somos el ego, por lo tanto, podemos soltarlos y, en su lugar, ver la inocencia del hermano. Cuando no estamos dispuestos a perdonar, significa que queremos mantener el juicio condenatorio que hemos  emitido, al estar seguros de que  "es verdad ". Pero sobre todo, a lo que no estamos dispuestos es a estar equivocados, a "no tener razón".

Así que nos convertimos en los "jueces" de lo que, según nuestro criterio, es correcto, intachable, y nos  convencemos a nosotros mismos de que nuestra  "santa misión" es señalarle a  otros sus errores, sus fallas, e incluso nos sentimos justificados al desacreditarlos. Lo que no vemos es que al señalarle a un hermano los errores de su ego, estamos necesariamente viéndolos a través del nuestros, pues el Espíritu Santo no percibe errores en nadie. Es  nuestro deseo de ver culpa en el otros, de percibirlo como  "malo" lo que dirige nuestra percepción, que entonces "ve" lo que la  instruimos percibir.

Wu Guanzhong

El Curso dice que cualquier intento que hagas por corregir a un hermano significa que crees que puedes corregir, y eso no es otra cosa que la arrogancia del ego. Sin embargo, si un hermano está actuando de manera demente, o haciendo algo que no está a la altura de lo que él realmente es, obviamente no está en su mente. recta. Mas la única corrección posible es mirar más allá de su error, a la cordura que es su verdad, y recordársela. 

Descalificándolo , avergonzándolo o intentar disminuir su valía es la solución del ego, no del Espíritu. Y ello provocará culpa, pues el Amor  jamás te guiaría a que hiciese esto. 

La percepción entraña selectividad a todo nivel, afirma el Curso. Dirigida por la mente recta, dicha selectividad buscará la verdad que mora en el hermano. Es imposible estar en este mundo sin evaluar las situaciones que se presentan en nuestra vida y que requieren una respuesta o una acción de nuestra parte. Según avanzamos en este camino, aprendemos a evaluar y a actuar de acuerdo con lo que pensamos que es mejor a la luz del entendimiento que hemos adquirido. Cuando evaluamos una situación desde la escasez, o desde un sentido de insuficiencia, lo sabemos por cómo nos hace sentir. Cuando juzgamos o condenamos a un hermano desde la arrogancia, la competencia, también lo sabemos, pues no nos hace felices. De hecho, provoca culpabilidad, pues estamos haciendo algo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros. No obstante poco a poco iremos aprendiendo a evaluar todo en  compañía del Espíritu Santo y a buscar Su consejo antes de tomar cualquier decisión o de emitir un juicio.

ROSA MARÍA WYNN
EL APRENDIZ IMPECABLE
Reflexiones sobre Un Curso de Milagros
Ed.  El grano de Mostaza