Violeta Jane  - Textile designs - Dalmations
Las defensas son obstáculos . 
Cuando nos hacemos conscientes de ellos y nos damos cuenta de que no los necesitamos, aprendemos a abandonarlos. Al hacerlo, inevitablemente despertamos más y más a nuestra propia llamada.
" El precio de las defensas
es el más alto de los que exige el ego.
La locura que reina en ellas es tan aguda que
la esperanza de recobrar la cordura parece ser sólo un sueño fútil
y encontrarse más allá de lo que es posible".
               L.pI. 153.4:1-2

Nosotros nos defendemos tan bien, empleando defensas mecánica y frecuentemente y con tal facilidad que ni siquiera estamos conscientes del hecho de que las estamos empleando. Todas las defensas son formas que utilizamos para impedir que la verdad sea plena. Todas son formas que empleamos para ignorar nuestra responsabilidad.

Con el propósito de cambiar las cosas, necesitamos ejercer una atenta vigilancia en relación a lo que sucede. Si no estamos atentos a los motivos por los cuales nos comportamos de la forma en que lo hacemos,  iremos a la deriva dentro de una inconsciente neblina y nuestra vida nunca mejorará.

Si bien existen varias formas de defensa empleadas por el ego, las más importantes son la negación y la
Pierre Chareau - Textile design -
proyección. En esta sección comenzaremos a examinar las defensas como un todo, tratando de comprender qué son, por qué las utilizamos y cuáles son las formas más comunes de defensa que, en el ámbito de la psicología, se conocen como defensas  " de primera línea ". A continuación, estudiaremos la negación, la proyección y por último la ira - la forma más destructiva de proyección. Finalmente, examinaremos la Expiación como defensa. 

Cuenta una  historia que cuando Zussya, un rabí hasídico, llegó ante el trono de Dios, estaba preocupado. Pero no por sí Dios fuera a preguntarle por qué no se había parecido más a Moisés, Abraham o a Jesús. Estaba preocupado por si Dios le preguntaba por qué no se había parecido más a Zussya.

¿ Por qué no somos como podríamos ser ?  ¿ Por qué no hacemos aquello que podría dar cumplimiento a nuestros destinos personales ?  ¿ Por qué fabricamos un infierno para nosotros y para los que nos rodean, cuando podríamos avanzar hacia el Reino de los Cielos ?

Existe un designio oculto para cada uno de nosotros, y ese designio consiste en transformarnos en nosotros mismos, en hacer aquello que vinimos a hacer aquí, en escaparnos de la dolorosa ilusión de pensar que somos otra  cosa diferente a lo que somos en verdad, los hijos y las  hijas de Dios. El ego está atrapado en el tiempo. Atrapado y temiendo por su supervivencia, el ego fabrica defensas a fin de  protegerse del mundo exterior.

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Los Sistemas de Defensa

Los mecanismos de defensa son técnicas que empleamos para distorsionar o excluir de nuestra conciencia el origen de la ansiedad que sentimos, todo esto con el propósito de que esa fuente u origen produzca menos ansiedad. Una defensa es un dispositivo que utilizamos para  "protegernos" de la culpa. del miedo y del aparente ataque de los demás. Pe ro en realidad. las defensas hacen exactamente lo opuesto para lo que fueron concebidas. En lugar de hacernos sentir más seguros, la utilización de defensas incrementa nuestra sensación de culpa y  por lo tanto la separación que sentimos entre nuestra sensación de vulnerabilidad:  si no fuéramos vulnerables, ¿ para qué necesitaríamos una defensa ? Al utilizarlas, en lugar de remover nuestra culpa, acentuamos el temor, reforzando así la creencia que necesitamos defensas. E l resultado es un círculo de defensas cada vez mayor, sin alivio a la vista.

" En esto radica la insensatez de las defensas,
las cuales otorgan absoluta realidad a las ilusiones
y luego intentan lidiar con ellas como si fuesen reales.
Ello no hace sino añadir más ilusiones a las ilusiones, 
haciendo así que la corrección sea doblemente difícil ".
                                                      L.pI. 135.I: 2-3

Las defensas son totalmente innecesarias, sin embargo las creamos "por temer" ya que de no hacerlo,
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seríamos vulnerables. Como hijos de Dios, nuestra invulnerabilidad ha sido garantizada, pero ni no somos conscientes de nuestra realidad como hijos de Dios,  bien podremos vernos como seres débiles, frágiles y necesitados de defensas. Incluso el infante más pequeño comienza a exhibir el empleo  de defensas cuando tiene encuentros poco placenteros en el mundo. 

......
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Todos los mecanismos de  defensa comparten tres características: 
* distorsionan ( falsamente ) la realidad.
* operan de forma tal que no es tamos plenamente conscientes de lo que sucede. En otras palabras, toda defensa implica alguna clase de ocultamiento de nosotros mismos, de los demás y de Dios.
*   impiden que cumplamos nuestro destino de volvernos más conscientes del Reino de Dios.

Algunas  veces, tenemos muy en claro nuestras mentiras, pretensiones y maniobras defensivas. Pero esos escudos se vuelven tan automáticos y se levantan con tanta rapidez que generalmente no estamos  conscientes de su presencial. Mentimos, ocultamos y fingimos con increíble facilidad. La  "rapidez con la que olvidamos " el papel que desempeñamos en la fabricación de nuestra realidad, es lo que hace que nuestras defensas parezcan estar más allá de nuestro control   ( L- pI.136) Cónyugues, padres es  hijos, viven arrojando innumerables dardos y ataque que simplemente hacen que los demás estén más a la defensiva.

Al progresar espiritualmente, comenzamos a "desenredar " todos este sistema de defensas con el propósito de ver con mayor claridad, con el propósito de transformarnos en parte del Reino de Dios, es decir, un espacio de consciencia donde no existen escudos.

Defensas de Primera Línea

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Las defensas, en lugar de ayudarnos a forjar nuestro camino en el mundo, son en realidad inhibidores del crecimiento espiritual. Son ellas las que nos mantienen alejados de los demás y al mismo tiempo salvaguardan nuestra separación de Dios. Sigmund Freud acertadamente exploró y expuso un considerable número de mecanismos de defensa del ego. Los psicólogos han descrito cuatro líneas de defensa, que van desde las comunes y menos destructivas hasta las más perniciosas.

No  todos los mecanismos de defensa son completamente perniciosos. Sin embargo, es necesario que estemos conscientes de ellos de forma tal que podamos comenzar a desenmarañar o abandonar la necesidad de su utilización. Las defensas de  primera línea comienzan con nuestro esfuerzo consciente de mantener el control a través de la manipulación del entorno.

1- Separándonos de la fuente de estrés
Este sistema es muy común, es el primero que aprendemos al encontrarnos con dificultades cuando somos niños. Los psicólogos han observado que los niños afligidos inevitablemente se "alejarán" de la fuente que suscita tal experiencia. una persona con problemas en su entorno laboral bien puede renunciar a su empleo en busca de un ambiente  menos estresante.  La disolución  de una relación puede suceder por similares razones. Algunas veces, es necesario que nos separemos de la fuente de estrés con el objeto de ganar en perspectiva.  Pos supuesto no podemos vivir renunciando a cada trabajo frustrante como tampoco podemos romper nuestras relacione si nos sentimos fracasados.
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2- Sublimación
Freud consideró que la sublimación   era u na defensa positiva. La sublimación es una forma de desplazamiento o desviación de la energía emocional desde su fuente original.  
. . . 

3- Extroversión o el direccionamiento de los intereses propios hacia fenómenos externos.
La extroversión es una manera de ignorar nuestras verdaderas obligaciones y dedicarnos a todo tipo de pasatiempos, esparcimientos y actividades sociales. Algunas distracciones bien pueden conducir a una salud mejor  (actividad física) o a un mayor bienestar económico  ( pasatiempos que producen ingresos de dinero). El abuso en cualquier actividad puede, por supuesto , ser un medio para evitar la responsabilidad.  Por ej. un padre puede ignorar su responsabilidad para con su familia dedicándose al golf, a las carreras de coches o a la náutica.

4- Adicción al trabajo
  La adicción al trabajo generalmente pasa inadvertida, ya que parece ser "productiva". Sin embargo, puede emplearse para evitar la vida interior. Ocupados en ganarnos la vida,no tenemos tiempo para vivirla.
...

5- Consentir fantasías e ilusiones
" Es indudable, no obstante,
que jamás encontrarás satisfacción en fantasías,
de manera que tu única esperanza es cambiar
de parecer con respecto a la realidad".
                                  T-9.IV.10:2
Embarcarse en fantasías o ilusiones no es una actividad intrínsecamente destructiva, pero sí habrá de serlo si perseguimos fantasías e ilusiones hasta el punto de desatender nuestras responsabilidades. Vivimos en una época en la que cualquier familia mira, como media, siete horas diarias de tv, y con tantas películas para alquilar, el escapismo se encuentra a nuestra disposición con gran facilidad.

6- Racionalizar o acomodar una justificación lógica para el comportamiento motivado por una necesidad interna.
"Lo hice porque...". Al racionalizar, acomodamos una explicación  plausible por haber hecho ( o no haber hecho) algo. Podemos ignorar a ese vagabundo sin hogar que pide dinero, pensando que se le damos dinero, se lo gastaría en bebidas. Esto nos permite esquivar los sentimientos de culpa que podríamos experimentar al entender que estamos rechazando a una persona digna de ayuda.

7- Utilización de credos filosóficos
De manera análoga a la racionalización, se encuentra la adopción de códigos de comportamiento y ética para reforzar nuestra consciencia o bien para justificar o consentir nuestros  impulsos. Entre las expresiones más comunes, podemos mencionar: 
 * " El poder hace la fuerza".
 * " Ojo por ojo, diente por diente".
 * " América, ´amala o déjala".

8-  Indiferencia  emocional o apatía
Probablemente todos hemos tenido momentos en los que simplemente sentimos que "no podíamos involucrarnos", cuando la ansiedad y nerviosismo de los demás eran superiores a nuestra capacidad de ayuda o de respuesta.

9- Escapar hacia la satisfacción corporal, como por ejemplo sobrealimentarse o tener una excesiva actividad sexual
Puesto que no podemos vivir sin comer y dado el hechos de que es una actividad placentera, es muy fácil que la comida se transforme en una adicción. Para aliviar el estrés, casi todos nos hemos refugiado en la comida o en alguna actividad sexual.

10. Alcohol, drogas y otros abusos químicos o emocionales
La utilización de tales defensas es particularmente inconsciente y puede conducir a una adicción física o emocional.

 Vivir en el Reino de los Cielos significa vivir una vida libre de defensas. En este mundo, hacemos muchas cosas para evitar la verdad, para eludir nuestra responsabilidad, para continuar ocultando nuestra identidad real y perpetuar así la ilusión de ser un ego. Es sumamente útil estar atentos, incluso hasta de las más simple de nuestras defensas. Necesitamos estar atentos del grado en el que las empleamos y observar el rol inhibitorio que desempeñan en nuestras vidas. ¿ Cuáles son las cosas que queremos ocultar o defender ? ¿ Sueles mentir ? ¿ Es verdaderamente necesario mentir ? ¿ No es acaso posible hablar con la verdad ?

El mundo en sí no proporciona ninguna seguridad. Sin embargo, la seguridad es siempre posible en los brazos de Dios. Cuando reconozcamos  nuestra verdadera identidad, veremos que estamos a salvo y que no hay nada de lo que debamos protegernos. Cuando surge en nosotros la necesidad de defendernos de algo, se debe a que nos hemos identificado con una ilusión.

Las defensas, de cualquier clase que sean, son medios para evitar cosas. Las defensas, conscientes o inconscientes, hacen que nos sintamos culpables:  ya que sabemos que no estamos prestando atención a la verdad, ya que sabemos que estamos eligiendo ignorar la verdad en pos de alguna distracción de orden menor.

No hace falta que nos defendamos porque hemos sido creados invulnerables.  La indefensión es el requisito necesario para que la verdad alboree en nuestras mentes con certeza ( L-pI.135.21:3)

Al volvernos más conscientes de nuestras defensa, podemos comenzar a dejarlas de lado. La próxima vez que empieces a decir una mentira o te defiendas de cualquier manera, " presta atención y detente." 
 Observa si en lugar de  mentir, puedes decir la verdad.

Cuántas menos defensas empleemos, más auténtica será nuestra vida. La indefensión es recordar nuestra verdadera identidad como hijos de Dios.

   "En mi indefensión radica mi seguridad".
                                                        L-pI.153


DESCUBRIENDO UN  CURSO DE MILAGROS.
Cap. 7  Deshaciéndose de  las Defensas:
Despejando los ostáculos que   impiden 
experimentar la Presencia del  Amor
Dr. Jon Mundy











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