AMOR Y MATRIMONIO
Tulio Crali - The strenght  of the curves -
Se han hecho numerosos estudios con personar que afirman tener matrimonios felices. El elemento que interviene para alcanzar buenos  matrimonios es el mismo que contribuye con el logro de mejores relaciones amistosas entre hermanos, entre jefes y empleados, etc. No estamos hablando de relaciones perfectas;  sino de relaciones que "funcionan" bien, relaciones en las que caminamos juntos desde el amor en búsqueda de la paz y de la liberación del dolor. Aquellos que tienen los mejores matrimonios, consideran que su pareja es su mejor amigo y la valoran como persona. Si durante el período inicial del enamoramiento fuimos lo suficientemente prudentes, tal vez podamos mirar a esa persona y preguntarnos:


* "Si no estuviera enamorado, ¿ me gustaría estar con esta persona ? "
* " ¿ Siento que me puedo poner de acuerdo con esta persona ? "
* " ¿ Hay espacio en esta relación para la experiencia y expresión del perdón ? "

Olvida el amor romántico con la consecuente entrega de toda tu energía mental o emocional. ¿ Te gusta tu pareja ? ¿ Respetas a esta persona por lo que es ? Si no estuvieras casado con esa persona, ¿ te gustaría tenerla como amiga ?

¿ Por qué la esposa gusta de su esposo ? Generalmente porque al esposo le gusta su esposa y la respeta. Todo esto nos hace recordar a Jesús cuando declaró que deberíamos " comportarnos con los demás como quisiéramos que ellos se comportasen con nosotros ". Las parejas felices  están dispuestas a dar más de lo que reciben. Si bien son conscientes de los defectos de sus parejas, también lo son de sus cualidades agradables, cualidades que consideran más importantes que los defectos.

De esta manera, cuando elegimos una pareja de por vida, en realidad estamos eligiendo un compañero con quien tendremos que compartir problemas y sentimientos desagradables. En realidad, estamos eligiendo un compañero para buscar juntos la entrada al Reino. En este sentido, permanecer juntos significa no escabullirse a la primera señal de problemas. El compromiso es, entonces, la voluntad de " resolver las cosas ", de atravesar períodos poco felices con la profunda convicción que las cosas van a mejorar. Tal como dijo una señora con muchos años de matrimonio: " El amor es aquello por lo que has pasado con alguien".

Cuando las personas maduras se casan, suelen hacerlo por compañerismo. El sexo no es un tema importante. El amor romántico no es un gran motivo. El compañerismo es la razón. Un compañero es literalmente alguien que nos "acompaña" en el viaje de la vida. Una compañía o comunidad es un grupo de personas que se unen para trabajar y jugar juntos. Tenemos compañero porque queremos compartir nuestra vida.

Fundamos " Interfaith Fellowship" convencidos que podría ser un lugar donde las personas pudieran hacer cosas juntos, crecer, trabajar, jugar, orar, llorar y  reís. Es un lugar donde podemos estar abiertos para descubrir el verdadero perdón. El verdadero perdón es el reconocimiento que no hay nada que perdonar. Una vez que no hay nada que perdonar, lo único que queda es amor.

Con el propósito de experimentar el  Cielo en una relación, deben quedar atrás los aspectos negativos de la relación especial. En el Cielo no hay lugar para dependencia, apegos, traumas, enfados u odio. Tampoco hay lugar para envidias, recelos o amarguras. El Cielo, por definición, es un lugar de libertad y verdad, un estado purificado en el que los problemas del ego se remedian. Nada se pierde sino que todo se gana. Así entonces, podemos se runo con Dios y con nuestros compañeros.

Jesús señala que no hay matrimonio en el Cielo. Decir eso significa que en el Cielo no existen las relaciones especiales. Nadie puede ser propiedad de otro. Si nos dedicamos completamente al otro, al
Tulio Crali, Incuneandose  nell´abitato (In tuffo sulla cittá)
que concebimos como nuestra realidad principal, perdemos de vista el gran amor de Dios.


Un creciente segmento de nuestro sociedad está tomando la decisión de permanecer soltero. El matrimonio no siempre es necesario y cuanto más felices estamos, tanto con nosotros mismos como con nuestras  relaciones bien podemos tener una menor necesidad de estar casados. Después de todo, casados o no, nuestra relación principal es con Dios.

Sólo mediante el reconocimiento de aquello que es realmente valioso, podremos alcanzar lo realmente valioso. En última instancia, todas las relaciones sirven para deshacer la culpa.  Las relaciones están aquí para que practiquemos el perdón, para dejar que las cosas sean como son, para encontrar el camino de regreso al Cielo.

Un Curso de Milagros nos pide que no consideremos a nadie como especial, que no pongamos a nadie en un pedestal, que no despreciemos a nadie. Ninguno de nosotros tiene idea de cuán avanzado puede estar el otro en su camino. Nuestra tarea es aceptar a los demás como son, tal como nosotros quisiéramos ser aceptados. Todos tenemos derecho a nuestras propias elecciones y equivocaciones. No estamos aquí para "corregirnos" mutuamente.

Estamos aquí para amarnos.

Dr. Jon Mundy
Descubriendo Un Curso
de Milagros.


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