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Ralph Waldo Emerson |
Nuestra fuerza sale de nuestra debilidad. La indignación, armada de secreta fuerza, no despierta sino cuando nos tocan, nos punzan, nos acometen violentamente. Un grande hombre no tiene a veces inconveniente en mostrarse pequeño. Cuando el éxito le cobija en sus brazos, duérmese en ellos. Cuando le atormenta, le atropellan, le derrotan, entonces tiene la suerte de aprender cosas nuevas. Echa mano de su ingenio, de su virilidad; gana el conocimiento de nuevos hechos; reconoce su ignorancia; cúrase de insanas fatuidades; adquiere moderación, destreza verdadera.. .
Generalmente, todo mal a que no sucumbimos, es un bienhechor. Como el habitante de las islas Sandwich cree que la fuerza y el valor del enemigo a que da muerte traspásanse a él, así adquirimos la fuerza de la tentación a la cual resistimos.
Siete Ensayos
Ralph Waldo Emerson
COMPENSACIÓN
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