Allen Watson
¿ Qué significa dar milagros a otros?
http://www.circleofa.org/translations/spanish-translations/qu-significa-dar-milagros-a-otros/
LOVE IS IN THE AIR - BANSKY UK. -
...
Por ejemplo, supón que en mi mente he juzgado y condenado a alguien por mentirme. Tal vez lo haya tildado inconscientemente de pecador indigno de mi amor. Entonces, al llevarle la situación al Espíritu Santo, la luz entra a mi mente y cambia mi percepción. ¡De repente, veo que las mentiras de mi hermano no son pecados, sino un pedido de ayuda, que no exigen castigo sino… bueno… ayuda! Después de ese cambio, me encuentro con él sin juzgar. Queda claro por mis palabras o acciones que no lo juzgo. Dicho simplemente, estoy practicando el perdón. Y cuando hago eso, ofrezco un milagro a mi hermano. Con sólo abrirme a la percepción verdadera de mi hermano (que es "un aspecto de la totalidad"), me convierto en obrador de milagros.
Mi hermano previamente recibió mi impresión de que era un mentiroso. Probablemente lo haya juzgado abiertamente por sus mentiras, y él se sintió culpable por ello. Ahora, él se encuentra con que tengo una nueva percepción de él, lo cual le permite recibir esa nueva percepción en reemplazo de la anterior. Él se puede ver a sí mismo como inocente; él puede experimentar el perdón. A través de mí, el Espíritu Santo le está ofreciendo el mismo milagro que Él me ha dado a mí. Por lo tanto, en el milagro algo nos sucede, y compartimos ese algo con otros: "Das el milagro que recibes." (T-25.IX.10.1)
"Nadie puede pedirle a otro que sane. Pero puede permitirse a sí mismo ser sanado, y así ofrecerle al otro lo que él ha recibido." (T-27.V.1.7)
Ofrecer un milagro significa compartir la percepción verdadera que el Espíritu Santo nos ha dado, que es la visión de Cristo:
"Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas por mí, y que en lugar de juzgarlas, les conceda a cada una un milagro de amor." (L-pII.349.Título)
Mirar con la visión de Cristo significa que no juzgamos lo que estamos viendo, y estamos llamados a ofrecer este milagro a todos. Al hacerlo no sólo los liberamos a ellos, sino que nos beneficia a nosotros:
"Ofrece el regalo de Cristo a todo el mundo y en todas partes, pues los milagros que le ofreces al Hijo de Dios a través del Espíritu Santo te sintonizan con la realidad." (T-13.VIII.7.2)
Jesús me da un milagro cuando él me restituye (temporalmente al menos) a mi mente correcta, corrigiendo los errores de mi pensamiento. Yo doy el milagro a otro al aplicar o extenderles aquello que me fue dado. Los veo como el santo Hijo de Dios, a la luz de la verdad, y tal vez le diga o haga algo que le ayude a esa persona a conectarse con su propia mente correcta. Cuando ello sucede el milagro regresa a mí: "Hoy sólo ofrezco milagros, pues quiero que retornen a mí" (L-pII.345.Título). Cuando le doy un milagro a un hermano, y él lo recibe, yo también lo recibo de vuelta:
"Los milagros son una forma de dar aceptación y de recibirla." (T-9.VI.6.3)
En los Evangelios, Jesús dijo, "Den y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante." (Lc 6:38) Lo que dan, lo reciben de vuelta multiplicado. Ustedes reciben el milagro inicial, cambiando su percepción de un hermano. Ofrecen esa percepción cambiada, mostrándole su inocencia. Cuando lo recibe, convirtiéndose en un receptor del milagro (T-2.V.3:2), el circuito del milagro se completa. Él se libera de la culpa, tú ves los resultados, y sabes que un milagro se ha obrado a través tuyo. Sabes que Dios está en ti, y por lo tanto, la sanación que sucedió en tu mente aumenta y se refuerza. Esta progresión de tres pasos ocurre una y otra vez en el Curso: recibes, das, y recibes más profundamente. "Al dar es como reconoces que has recibido" (L-pI.159.1:7).
Ofrezcamos entonces, día a día, los milagros del perdón a todos en todos lados:
Cuando te sientas tentado de atacar a un hermano, recuerda que su instante de liberación es el tuyo. Los milagros son los instantes de liberación que ofreces y que recibirás. (T-15.I.12:3-4)

 From The End of Death
Contraluz, de Fortunato Lacámera.
 Nouk Sanchez
1) Aplicar la verdadera negación. Recordemos que sólo hay una Energía  , y este es la Amorosa Voluntad de Dios. Por lo tanto, niegue rotundamente que cualquier  otra cosa que no provenga  del Amor de Dios tiene  el poder de hacerle daño a usted o  a cualquier otra persona. 

2) Coloque la causa y el efecto en la secuencia adecuada. No importa el tipo de problema, toda causa está en tu mente y en ninguna otro lugar. Si usted cree que la causa está en otro lado menos en su mente, usted no será capaz de curar la causa o sus síntomas aparentes. Recordemos que la culpa inconsciente es auto-ataque proyectado hacia el exterior. No hay nadie para perdonar, excepto usted mismo, pero inconscientemente usamos  a otros , el cuerpo, el pasado o el mundo para que nos  ataque. 


3) Priorizar la sanación de la percepción errónea sobre todo lo demás. Usted debe desear mucho más que la curación física o un milagro físico, sanar su  percepción de la enfermedad o problema. 


4) Ver más allá de las apariencias. Mire más allá de lo que sus sentidos físicos le muestran de la realidad. El ego envía estas sensaciones para informar exactamente lo que quiere que veamos; estos siempre van a confirmar la "prueba" de la separación y el sufrimiento. 


5) Recuerde que no hay jerarquía en las ilusiones. Una ilusión nunca es más cierta o más grande que la otra. Todos son igualmente ilusorias. A medida que  aceptamos y practicamos este principio, también aprendemos y demostramos que no hay orden de dificultad en los milagros. Un milagro no es más difícil o más imposible de lograr que cualquier otro. Al aceptar y demostrar la naturaleza ilusoria de las ilusiones, y la potencia máxima de los milagros, nos deshacemos de todo lo  que el ego hizo para atacarnos. 


6) Aceptar la Expiación.  Al aceptar la Expiación,  inmediatamente nos unimos a Dios y recibimos  Su Voluntad para la sanación  .Esto  reemplaza inequívocamente el deseo del ego de ser tratado injustamente. Este es el milagro! No importa donde vemos sufrimiento, tenemos que aceptar la Expiación, el milagro, para nosotros. Si percibimos el sufrimiento en otro, el pasado, el cuerpo o el mundo, la curación se debe aceptar en nuestra propia mente primero. Esto significa el deshacimiento del miedo y la culpa en nuestra percepción. 


7) Confía  en el Amor de Dios y su sanación! Y está  hecho. La duda y la confianza son mutuamente excluyentes. Si dudamos, no podemos aceptar la curación.


Para el completo perdón / proceso de Expiación, haga clic en este enlace

http://undoing-the-ego.org/noukblog/?p=231

Georgina Arteaga-Carlebach

Cuando solo establecemos relaciones especiales de amor, hasta cierto punto es entendible que el 
BANSKY
Street Art
proceso de perdonar se nos torne difícil de aceptar en nuestra mente, ya que el primer cuestionamiento para poder otorgar el perdón que nos haremos es: ¿cómo es posible que alguien en quien he confiado tanto, en quien he depositado todo mi amor, con quien he vivido una relación “tan especial”, pueda ser capaz de herirme, de hacerme sentir tan vacía y desesperada, de causarme tanto sufrimiento? Es en este momento en el que la relación especial de amor se transforma en una relación especial de odio, de ira contenida. Pero podemos liberarnos de todo este sentimiento a través del perdón.

Para poder modificar nuestra visión es necesario que primero tengamos claro en nuestra mente y en nuestro corazón lo que es el verdadero perdón, porque generalmente tenemos una visión errónea de él. Estamos acostumbrados a partir de la base de “me hiciste, me lastimaste” y desde ahí el perdón no se presenta en nuestro pensamiento y si se llega a presentar va a estar manejado como lo que se llamaría el falso perdón.


Perdonar no es permitir conductas dañinas, ya que podemos perdonar y aún así, no permitirlas. Tampoco es olvidar lo sucedido, sino dejar atrás la inmensa carga emocional que esto implica. En este proceso no está incluido que vamos a convivir con quienes les hemos dado permiso de maltratarnos y vamos ir a abrazarlos y a darle besitos o, que los criminales van a andar sueltos por la calle. El perdón es un cambio interno, es cambiar nuestra percepción errada de los demás, ver más allá de las apariencias para poder descubrir en todo ser humano la esencia que nos une con el universo, es recobrar nuestra libertad y alcanzar nuestra paz interior.


La cosa cambia cuando observamos las situaciones y a las personas bajo una mirada diferente a la que el ego maneja, cuando podemos reconocer que el perdón empieza hacia uno mismo, es decir, nos lo otorgamos primero a nosotros mismos, en un reconocimiento de que ambas partes requerimos ayuda, ambas partes guardamos un pensamiento inconsciente de miedo y una actitud de proyección que requiere en las dos partes ser sanada, porque ambas partes cometimos un error de decisión en su momento. No hay culpables, no existen víctimas ni victimarios, solo responsables de decisiones erróneas, mismas que pueden ser corregidas.


El plan del perdón del Espíritu Santo es observar el evento de otra manera, es mirar más allá del error del otro, es no aceptar como verdadero lo que nuestra percepción errónea ve, es distinguir lo falso de la actitud de los cuerpos. Por el contrario, el plan del perdón del ego consiste en que primero veamos el error clara y detalladamente, que lo desmenucemos y luego tratemos de pasarlo por alto o lo neguemos. El problema en esto es que, cómo pasar por alto algo a lo que primero le dimos valor y realidad.


El proceso de perdonarse a sí mismo no es tarea fácil, más bien es una de las tareas más difíciles que podemos enfrentar, nos saca de nuestra zona de confort en la que hemos permanecido y de la cual no queremos movernos, no queremos revisarnos porque nos da miedo lo que vamos a descubrir, nos da miedo explorar nuestras emociones. Generalmente cuando decidimos observarnos lo hacemos erróneamente, lo hacemos partiendo de sentirnos culpables y enjuiciándonos, o bien de sentir que alguien nos ha negado algo, nos ha quitado algo que queríamos y consideramos que es esto en sí lo que nos hace sentirnos mal y, bajo esta perspectiva, el perdonarse a uno mismo puede ser doloroso, angustiante, porque lo queremos hacer bajo una perspectiva de elementos aprendidos en el pasado, de mensajes recibidos durante mucho tiempo.

Sin embargo, si la revisión la hacemos sin soltarnos de la mano de la Luz, del  Espíritu Santo, si le entregamos a Él nuestros pensamientos y eventos que en ese específico momento estamos viviendo y experimentando, si la revisión la hacemos con humildad, con total responsabilidad, con compasión y paciencia, sin juzgarnos y sólo observando nuestros pensamientos para poder encontrar qué fue lo que nos sacó de nuestra paz y nos transportó a un pensamiento de desamor, encontraremos que fueron reminiscencias de una experiencia de desamor proveniente del pasado que aún no hemos liberado, y que el evento presente sólo ha sido un detonador.


Cuando tengamos pensamientos de desamor, de falta de perdón, solicitemos al Espíritu Santo que conduzca Él nuestros pensamientos, digámosle: Te entrego esto para que lo examines y juzgues por mí. No dejes que lo vea como un signo de pecado y de muerte, ni que lo use para destruir. Enséñame a no hacer de ello un obstáculo para la paz, sino a dejar que Tú lo uses por mí, para facilitar su llegada. (T.19.IV.C.11:8-10)
Butler Fray Guillermo "Primavera"
" Te has enseñado a ti mismo el hábito completamente antinatural de no comunicarte con tu Creador" (cap 14, sección III  UCDM). Ahora tienes que pasar por un largo período para desaprender esa lección. Tienes que hacer un deliberado esfuerzo para ponerte de nuevo en comunicación con Dios.

La renuencia para comunicarte proviene totalmente de tu parte. El curso dice "La Voz del Espíritu Santo es tan potente como la buena voluntad que tengas de escucharla". El Espíritu Santo es la comunicación del Creador, y esa comunicación se encuentra en tu mente. Está dentro y no afuera de ti. De hecho  el Espíritu Santo habla por tu verdadera Mente, la única parte verdadera de ti que existe, que nunca olvidó a Dios, que nunca olvidó toda la verdad y que está en constante comunicación con el Padre y con todos tus hermanos. Él es la voz de tu verdadero Ser. Su Voz habla constantemente; tú sólo no escuchas. Pero el hecho es que ya estás en perfecta comunicación con Dios, estés escuchándolo o no.

Sin embargo, desde el punto de vista de tu mente aparentemente separada de Dios, el Espíritu Santo parece ser una Voz en tu mente, un ser separado. Tú te has concebido a ti mismo como un ente separado, y es desde ése el lugar por donde comen zar porque es ahí donde crees estar.



Butler, Fray Guillermo "Serranías "
Está bien entonces si piensas que el Espíritu Santo o Jesús es alguien con quien hablas y consultas. Más que bien; es necesario al principio. Piensas de ti mismo de una manera muy restringida como una mente separada. La ilusión de ti mismo como una mente separada es el sistema de pensamiento del ego;  y habiéndote identificado con la ilusión de un ser separado, no puedes escuchar la verdad.  ¡La respuesta está dentro de ti, pero no en el ti que tú mismo has definido!

La respuesta a tus problemas no puede provenir desde tu sistema de pensamiento del ego, así que  al principio será de ayuda que pienses que la respuesta proviene de algún lago que no sea tu "ser", que en realidad no es tu ser sino sólo un sistema de pensamiento que inventaste. Tu experiencia será al principio y tal vez por largo rato, que la orientación del Espíritu Santo proviene de un ser separado. A medida que tengas más y más esta experiencia, gradualmente te darás cuenta que Su Voz está dentro de ti, en el Ser que has olvidado; el Espíritu Santo es de hecho la Voz de tu verdadero Ser, el Cristo.


Cuando tomas decisiones por tu cuenta, siempre las harás por ti. Tus intereses personales predominarán. Al enlazarlas con el Espíritu Santo, automáticamente comenzarás a decidir de una manera tal que considera a toda la Filiación, no sólo a ti mismo.  "El Espíritu  Santo - la inspiración que toda la Filiación comparte "-  (T-5.1.7:1). Él es la Voz para el "tú" que incluye a todos tus hermanos y hermanas y las decisiones que tomes con Él, tocará a todos con Amor.


La Mente Que Ha
Sanado No Planifica
Allen Watson  

Cuadernillo de una Serie sobre
Un Curso de Milagros

Alguien le preguntó a Rosa María cómo orar por los hijos y ésta fue la
oración que le llegó. 

"Padre amado, ¿cómo puedo ayudar a mis hijos? Enséñame, Padre. Te entrego todas las ideas que he tenido con respecto a ellos, las que me he creído así como a las que le tengo miedo. Padre, pongo a mis hijos en Tus Manos, sabiendo que ellos son Tus hijos también. Ayúdame a ser una buena madre (un buen padre), enséñame cómo encaminarlos bien. Guíame, Padre, guíame para saber qué decir, qué hacer, qué no decir y qué no hacer. Los dejo en Tus Manos, bajo Tu Luz. Padre, Tu Amor está con ellos, y Tu Protección los acompaña ahora y siempre. Amén."

Perlas de Sabiduría, citas de Rosa María Wynn


Garden with hens
Gustav Klimt
Puedes "esperar hoy con gran expectación el Momento de lo que vendrá lleno de absoluta confianza en el presente". Esa debe ser tu actitud con respecto al futuro; presente confianza.
No debido al hecho de haber planificado y controlado cuidadosamente el futuro de la mejor manera que pudieras, sino porque has abandonado tus planes y entregado tu vida al cuidado de Dios. Estás calmo debido a tu presente confianza en Él. Tienes confianza porque sabes que la paz, la felicidad y la salvación son "parte de lo que se planeó para nosotros ". Si Dios está planificando un futuro iluminado con júbilo, con seguridad Él te brindará hoy  todo lo que necesites para lograr esa meta.

 Cuando pensamos en la frase "confianza presente" ; observaremos algo interesante. Jesús ha señalado ya que  "No hay ansiedad con respecto al porvenir, pues la confianza presente está a cargo de éste ". Sin embargo, dice que sí podemos prever el futuro cuando el mundo esté iluminado de júbilo con confianza presente. Él descarta nuestra clase de previsión y sin embargo nos insta a prever la salvación final de Dios para el mundo.

Cuan hacemos planes tratamos siempre de anticipar todo aquello que pueda salir mal y levantar defensas contra ello. Esa es la clase de anticipación que no necesitamos. Jesús  nos pide a cambio, que anticipemos el desenlace perfecto, que está garantizado por Dios. Ya sabemos el final de la historia, así que, a pesar de que ahora las cosas puedan parecer oscuras, podemos acomodarnos, relajarnos y disfrutar del espectáculo.

No tienes que hacer planes para lograrlo. No tienes que entender cómo hacer que esto suceda. En cambio,
Gustav Klimt
"Church in Unterachn on Attersee"
te das cuenta de que sólo es necesaria tu indefensión, tu confianza presente en  Dios. Si dejas de lado las ilusiones de amenaza y defensa, no tienes que hacer nada para para que "la verdad alboree" en ti; la verdad alboreará en ti por sí sola.

La idea es ésta: Si cuidas tu mente ignorando el pánico que tiene, sus gritos que claman "¡ Tienes que hacer algo !", si llevas tu mente al Espíritu Santo y te permites tener confianza en Él, te darás cuenta que estás aquí no por ninguno de tus planes, sino para cumplir el plan de Dios  de la Expiación - para ser curado y para curar - y así entonces el Espíritu Santo se hará cargo de todo lo demás. El plan perfecto simplemente se manifestará a partir de ese estado de paz.

Durante el proceso de edición de este cuadernillo.  Robert Perry dijo a esta altura: "A mí también me resultó interesante que tanto la iluminación como la organización perfecta de nuestros asuntos temporales, nos llegan ambas de la misma manera - sólo debemos dejar de obstaculizarlas ".    

En realidad, ese principio  es un hilo conductor a través de todo lo que el Curso expresa. Nos curamos cuando dejamos de usar equivocadamente a nuestros cuerpos.

No necesitamos salir en busca  del amor; sólo hace falta encontrar y remover las barreras que levantamos contra él.

No tenemos que hacer nada para obtener lo que es positivo porque  ya está presente; lo único que necesitamos hacer es dejar de hacer aquello que lo mantiene oculto de nuestra conciencia.

Llegamos a hora a la práctica específica de esta lección (nro.135) . Observen que la lección no nos pide que abandonemos inmediatamente todos los planes ni que transformemos radicalmente nuestra vidas. Comienza con "quince minutos, en dos ocasiones hoy" en los cuales "nos abstendremos de elaborar planes sin sentido y de albergar pensamientos que le impidan la entrada a la verdad en nuestras mentes ". Comenzamos, en otras, palabras, con cortos períodos de práctica. Todavía no estamos   preparados para basar nuestra vida sobre lo que se ha dicho. Dado el estado de nuestras mentes,  intentar hacerlo induciría a un pánico y miedo increíbles. Así es que tomamos pequeñas  dosis. No tratamos de saltar de la "A" a la "Z" sino que simplemente nos desplazamos de "A" a " B"           . Practicamos dejar de planificar durante quince minutos, dos veces al día. Durante esos quince minutos pensamos acerca de Dios y Su plan para nosotros y dejamos de lado cualquier pensamiento de defensa. "Recibiremos en lugar de planear". Nos abrimos al Espíritu Santo para recibir Su plan. "Recibiremos en lugar de planear, de manera que podamos dar en vez de organizar". En vez de tratar de organizar o controlar a la gente a nuestro alrededor, extendemos nuestro amor a ellos. Durante esos quince minutos, conscientemente nos recordamos:   

Si me defiendo he sido atacado. Mas en mi indefensión seré fuerte.
Y descubriré lo que mis defensas ocultan. (4,5)

Cuando te permites bajar tus defensas, se vuelve visible para ti aquello que las defensas ocultaban   - Tu verdadero Ser - Te conocerás a ti mismo como Amor. Sabrás que tu identidad no está delimitada por un cuerpo o el tiempo, sino que es eterna e invulnerable. Encontrarás la verdad, la verdad acerca de tu  Ser. 

Cuanto más hagas esto, tanto más se extenderá en tus días la experiencia de esos períodos de práctica de 15 minutos. A medida que experimentes un instante santo en esos  períodos de práctica, así se extenderán hasta que tu vida entera se convierta en un único instante santo.

LA MENTE QUE HA SANADO NO PLANIFICA
Por Allen Watson
Cuadernillo nro. 8 de una Serie sobre 
Un Curso de Milagros

http://www.circleofa.org/bookstore/index.php?pg=5&l=product_list&c=9

Holy Encounter Retreat | Miracle Distribution Center

Por Robert Perry

Traducido por Rosa Hernández Mula
con  autorización del Circle of Atonement
http://www.circleofa.org/
Paul Philippe "Rhada"
Siendo un jovencito luterano, recuerdo un día en que un conferenciante, que nos visitaba en nuestra clase de catequesis, nos relataba la ocasión en que le habían pedido que explicase la naturaleza y la función del Espíritu Santo, durante su entrenamiento pastoral en Japón. En ese momento, me miró directamente e inquirió. "Bien, ¿qué contestarías tú si alguien te preguntara qué es el Espíritu Santo?". Me sentía avergonzado y a punto de quedárseme trabada la lengua -ya que no tenía ni una pista sobre el tema- cuando comprendí que la que me acababan de hacer era una pregunta retórica. Sin embargo, desde ese día, intenté contestar mentalmente a esa pregunta, por si en alguna ocasión se me hacía de forma real.
Hoy en día, entre los estudiantes de Un Curso de Milagros, esta cuestión de qué es el Espíritu Santo y qué lugar ocupa en nuestras vidas es uno de los temas que más controversias provoca. Difícilmente puedes mencionar al Espíritu Santo sin que las respuestas sean opuestas. Recuerdo una reunión de un grupo de estudio del Curso en que una mujer compartió que cuando en una ocasión parecía no poder ponerse los pendientes en sus orejas perforadas, le pidió ayuda al Espíritu Santo "Y, desde esa primera vez, siempre me funciona", dijo. Otra persona del grupo respondió que él una vez le pidió al Espíritu Santo que le ayudase con su swing de golf y, como resultado, realizó un juego absolutamente terrible. "No creo que el Espíritu Santo sepa nada acerca de golf", concluyó, intentando señalar diplomáticamente que el Curso no tiene nada que ver con pendientes o golpes de golf.
Estas son las dos formas opuestas de pensamiento de la que, constantemente, soy testigo entre los estudiantes del Curso. A una de las posturas yo la llamaría el ala liberal (utilizando la terminología sobre la que escribí en el nº 4 de la Revista Miracles). Este ala liberal, en general, parece sostener que existe este Ser, llamado Espíritu Santo, a Quien Dios creó como respuesta a la separación. Este Espíritu es muy consciente (conscious) y activo, y está continuamente trabajando en nuestro interior para sanar nuestras mentes. Además, este Espíritu se interesa realmente por cada detalle de nuestras vidas. El tiene un plan para literalmente todo: todo lo que pensamos, decimos y hacemos. Por lo tanto, según los liberales, ofrecer los acontecimientos de nuestra vida diaria al Espíritu Santo es un punto fundamental en el estudio y práctica del Curso. Deberíamos buscar Su guía en todo lo que hacemos y deberíamos tener fe en que El cubrirá todas nuestras necesidades terrenales.
Paul Philippe "Russian dancer"
Al otro polo, yo lo llamaría el ala conservadora. El arquitecto en jefe del ala conservadora es Ken Wapnick, posiblemente el más respetado intérprete de Un Curso de Milagros. Como él realmente construyó sin ayuda el punto de vista conservador, trataré directamente con sus enseñanzas en este tema. Según Wapnick, el Espíritu Santo no trabaja en el mundo. Su función no tiene que ver con nuestro día a día físico. Su función es ayudarnos a ver las cosas de forma diferente, no a hacer las cosas de otra forma. El está ahí para sanar nuestras mentes, no nuestras vidas externas. El, de hecho, ni siquiera es un Ser que Dios creó, ya que Dios no es siguiera consciente de nuestro sueño (de separación).  En cambio, el Espíritu Santo es nuestro propio recuerdo del Amor de Dios. Por lo tanto, desde este punto de vista, no hay un Espíritu creado que, de forma activa, se acerque a nosotros para darnos la salvación.
Las diferencias entre estos dos puntos de vista no son meramente superficiales, semánticas o irrelevantes. Porque estos dos puntos de vista conforman -en diferentes maneras- la forma en que realmente recorremos el camino del Curso. Dos importantes formas que yo veo así:
Paul Philippe
Turquish dancer
with parrot
  1. APLICACIÓN PRACTICA. El ala liberal enfatiza mucho más el hecho de recibir guía en nuestra vida diaria. El ala conservadora, según expresión Ken Wapnick, admite que el hecho de recibir guía puede ser una parte valiosa en los primeros estadios del camino. Así, éste es el "nivel de acceso".
  2. SENTIMIENTO. Ambas posiciones comunican muy diferentes opiniones, resultantes en caminos que conllevan cualidades de sentimiento diferentes en su conjunto.. Y en el sendero interior, donde los sentimientos pueden llevarnos hacia Dios o apartarnos de El, éste es un factor importante. El ala liberal tiene el reconfortante sentimiento de que una Mano Divina se extiende hacia nosotros, compasivamente y de forma real, para ayudarnos a hacer lo que no podemos hacer solos. El ala conservadora, sin embargo, es reconfortada con la idea de que Dios no está intentando ayudarnos en nuestra condición de separación. Porque si El fuese consciente de nuestro problema, sostienen los conservadores, ésto haría la separación eternamente real. Para los conservadores, por lo tanto, el lado liberal nos consolida más firmemente en este mundo, pues tienen un sentimiento que tiende a hacer real el mundo.
El propósito de este artículo es explorar el asunto del Espíritu Santo en un esfuerzo por averiguar qué enseña realmente el Curso. En este artículo en particular examinaré sólo la mitad del asunto, el nivel de la aplicación práctica. Quizás en un futuro abordaré el nivel teórico -lo que acabo de tratar como el nivel de sentimiento.
En este artículo voy a responder a ambos puntos de vista, el liberal y el conservador, así como exponer mi propia interpretación . Alugnos pueden  opinar que dirimir directamente diferentes interpretaciones  del Curso es inútil. Así pues,  hablar de diferencias es sólo una forma. Es el contenido que tú pones en la forma lo que hace que aquél sea útil o inútil. Y, según mi experiencia,  si el contenido es una búsqueda amorosa de la verdad, el examinar las diferencias puede ser una ayuda inestimable para que  sopesemos  la evidencia y llegar a nuestra propia decisión de lo que es cierto.

¿ES LA ESENCIA DEL CURSO GUIAR TU VIDA TERRENAL?

Paul Philippe "Spanish dancer"
Como ya he dicho, entre los estudiantes más liberales del Curso parece haber una actitud omnipresente de que entregar tus asuntos terrenales al Espíritu Santo es casi la cumbre de la práctica del Curso. Esto significa que, a cada paso, preguntamos al Espíritu Santo qué hacer, en vez de decidir por nosotros mismos. Buscamos su consejo. Y, en vez de pensar que debemos controlar nuestras vidas nosotros mismos, permitimos que Él las orqueste milagrosamente, al punto incluso de confiar en que Él nos proveerá en nuestras necesidades concretas, tales como dinero.
La opinión de los conservadores es que el valor de este elemento del Curso se ha exagerado por los estudiantes de UCDM. Yo estaría de acuerdo en este punto. Recientemente, he tratado de recopilar todo lo referente a cómo el Espíritu Santo afecta a nuestra vida diaria -decisiones, posesiones, acontecimientos de nuestra vida y he conseguido reunir 20 páginas y 2 panfletos de los 3 volúmenes del Curso. De 1.200 páginas en total, eso no es mucho. En consecuencia, pienso que ser guiado por el Espíritu Santo es relativamente un tema menor en el Curso, exactamente como pienso que lo es la meditación.
Por qué? Hay una razón muy simple. En lo más profundo de nuestra condición humana, existe la creencia en el mundo exterior. Esta creencia no es una teoría metafísica abstracta para nosotros; es un principio conductor más allá de casi todos nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. En nuestras vidas diarias esta creencia metafísica toma la forma de dos creencias funcionales: 1) el poder está en el mundo, fuera de nosotros. Esto significa que nosotros estamos bajo el control del mundo. Nuestros sentimientos son dictados por sus formas, sus acontecimientos, su aprobación, sus vientos de cambio. Esto puede catapultarnos a la felicidad o lanzarnos a la más abyecta miseria. 2) la realización reside en el mundo, fuera de nosotros. Esta creencia nos dice que estamos inherentemente vacíos e incompletos. Y, por lo tanto, a nuestro modo de ver, si la realidad está allá fuera en el mundo, la realización debe estar en el mismo sitio. Nos realizamos, entonces, consiguiendo que el mundo nos garantice la realización, brille su aprobación en nosotros, nos diga que somos especiales. Nuestra tarea en la vida es acumular sus recursos, sus placeres, sus premios y su amor.
Nuestras vidas en el mundo, por lo tanto, son básicamente un intento de manipular y controlar el mundo de manera que consigamos que nos ocurra "lo correcto", las cosas que nos harán sentir bien o mal. Esta forma de ser está tan profundamente arraigada que, cuando seguimos el camino espiritual, es muy fácil retenerla y, solapadamente, organizar nuestra espiritualidad alrededor de esta forma de ser. Esto significa que nosotros, simplemente, le damos a Dios el trabajo de hacer que ocurran las cosas "adecuadas" en nuestras vidas -bien guiándonos bien mediante intervención directa-; esas cosas que nos harán sentir bien y no mal.
Claramente, esto no sana el problema raíz. Lo único que lo hará es renunciar a nuestra creencia básica en la realidad del mundo. Debemos comprender que lo que ocurre fuera de nosotros no tiene poder sobre nosotros, ningún poder de hacernos felices, ningún poder de causarnos dolor. Debemos aceptar esto humildemente, sin importar lo que nos suceda, sin importar cómo nos trata el mundo. La realización infinita ya reside brillante en nosotros, esperando ser descubierta.
Paul Philippe "Turban dancer"
En esencia, debe dejar de importarnos en qué dirección soplará el viento del mundo. Piensa durante un momento en la enseñanza central del Curso: el perdón. De cualquier forma que lo mires, perdonar significa dejar ir mi rabia por las cosas que no van bien, porque el mundo no me esté tratando bien. ¿Cómo puedo liberarme de esa rabia a menos que no vuelva a estar volcado en que las cosas vayan bien, a menos que deje deimportar cómo me trate el mundo? Al final, debo de llegar a estar tan desapegado que, no importa qué ocurra fuera de mí, me mantendré firme, impertérrito, descansando a salvo en la paz de Dios. Este, según el Curso, es el mensaje que Jesús enseñaba en su crucifixión.
Esto es por lo que, cuando el Manual del Maestro pregunta: "¿Se requieren cambios en las condiciones de vida de los maestros de Dios?" su primera respuesta es: "Se requieren cambios en las mentes de los maestros de Dios" (Manual, p.30, M-9.1:1). Y esto es, creo, lo que la posición conservadora persigue. Esto está tratando de recordarnos que éste es un Curso sobre el cambio en nuestras mentes, en perdonar, en liberarnos de valores externos, e ver aspectos pasados, en comprender que no hay mundo. En este recordatorio, yo creo personalmente que los conservadores están facilitando una corrección vitalmente necesaria, por lo que yo veo un casi desequilibrio en el lado liberal.

El valor de la ayuda concreta del Espíritu Santo

Si el valor de la ayuda concreta del EspírituSanto ha sido sobrestimada por parte de los liberales, ¿cuál es su valor?¿Tiene ésto algún valor? Veamos, en primer lugar, qué dice el ala conservadora.
En su serie de cintas "Hacer del Espíritu Santo Algo Especial" Ken Wapnick establece repetidamente que pedir a Jesús o al E.S. ayuda en nuestras vidas no deja de tener valor espiritual. Es más, es extremadamente válido e importante en los primeros estadios del camino espiritual. Lo que sigue es mi actual comprensión de lo que Wapnick está diciendo, basado en la serie de cintas mencionada.
En la condición de separación, es básica la creencia en un Dios separado de nosotros. A causa de nuestra culpa proyectada, este Dios parece ser horriblemente cruel, castigador y juzgador. Sentimos que debemos asegurarnos de no tener nunca un cara a cara con Él o se nos arrebatará la existencia como castigo por nuestros pecados. Esta creencia en un Dios dualista castigador está tan profundamente asentada que no podamos ir directamente aquélla hasta el verdadero conocimiento de un informe (sin forma) Dios de Amor, no-dual. Debe de haber un estadio de transición. Debemos primero experimentar "un Dios dualista, pero amigable más que un Dios dualista que es nuestro enemigo". Esta es una lección que aprendemos al pie de la escalera de nuestro camino espiritual, una lección de jardín de infancia, que pavimenta el camino para las lecciones, más avanzadas, por llegar.
Éste, se nos dice, es el valor de la ayuda concreta procedente del E.S. Esto nos convence de que Dios es amigable, no cruel. Este cubrir nuestras necesidades terrenales respalda nuestra creencia en la realidad de esas necesidades y, por lo tanto, la misma realidad terrenal. Y la idea del E.S. cubriéndolas para nosotros respalda nuestra creencia de que somos los receptores especiales de sus favores. Así, al Espíritu Santo le merece la pena entrar en este enredo, convertirse en un "agente para especiales", porque esto enseña la crucial lección de que no tenemos nada que temer de Dios. Y, una vez que hemos aprendido esa lección, podemos pasar desde nuestra preocupación por las formas exteriores al verdadero punto esencial de las cosas: cambiar nuestras mentes acerca de la realidad del ego, su pecado, su culpa y su universo físico.
Personalmente, siento que hay mucha verdad en ese punto de vista. Aún tan valiosa corrección para la posición liberal como creo que es, también pienso que es una corrección excesiva. Si yo lo entiendo correctamente, Wapnick parece estar diciendo que la ayuda del ES en nuestros asuntos materiales es algo tan reforzador del ego que, básicamente, sólo tiene valor en hacer que nos desplacemos desde la percepción de un cruel Dios dualista a una percepción de un amigable Dios dualista. Ahora, pienso que la ayuda del Espíritu Santo tiene ese valor, pero la idea de que éste es su único valor no me parece que refleje fielmente las palabras del Curso. Porque el Curso no calla en este asunto. Esboza su filosofía de por qué la ayuda concreta del ES es valiosa y significativa. Por eso, cualquier discusión sobre este tema en particular por parte de estudiantes del Curso, tiene necesariamente que estar basada en lo que el propio Curso dice. Puedo encontrar cinco razones en el Curso por las que debemos buscar la ayuda concreta del ES
1. Él nos proporciona símbolos del Amor de Dios inteligibles para nuestra ilusión. 
En el folleto"The Song of Prayer" se refiere específicamente a ella.Esta primera razón es, esencialmente, de la que Wapnick está hablando.En él se nos dice que cuando el E.S. nos da una respuesta, que la forma de la respuesta "es meramente un eco de la respuesta de Su Voz. El sonido real es siempre un canto de agradecimiento y de amor"(Song of Prayer, p.2; S-1.I:8-9). En otras palabras, la forma de la respuesta -por ejemplo, las palabras que escuchamos, el cheque inesperado en el correo- es simplemente un símbolo onírico del Amor de Dios, un símbolo comprensible de lo inefable.
En una línea similar, el Curso establece que la vista de los resultados del E.S. trabajando a través de nosotros ofrece prueba necesaria -prueba en términos que nosotros podamos entender- de que la Divinidad reside dentro de nosotros, de que estamos todavía conectados a Dios:
"El Espíritu Santo es invisible, pero puedes ver los resultados de Su Presencia, y por ellos te darás cuenta de que Él está ahí. Es claro que lo que Él te capacita para hacer no es de este mundo, pues los milagros violan todas las leyes de la realidad tal como este mundo la juzga. Las leyes del tiempo y del espacio, del volumen y de la masa son transcendidas, pues lo que el Espíritu Santo te capacita para hacer está claramente más allá de todas ellas. Al percibir Sus resultados, comprenderás dónde debe estar Él, y sabrás, por fin, lo que Él es" (T-12.VII.3).
2. Él nos proporciona símbolos de la mente correcta. Esto está estrechamente relacionado con el primer punto, pero es sutilmente diferente. El Curso constantemente da a entender que las formas que el Espíritu Santo nos proporciona no están diseñadas sólo para convencernos de que Él es un chico amable. Están diseñadas para ser símbolos de Su manera de pensar. Él elige aquellas palabras, imágenes, objetos, acontecimientos y situaciones que apelan a la mente y refuerzan el pensamiento superior (tanto directa como indirectamente). Dejados a nuestro propio ingenio escogeremos símbolos que expresen y refuercen el ego. Dando nuestro consentimiento a las formas que Él escoge, realmente estamos dando nuestro consentimiento al cometido más allá de la formas; se lo estamos dando a Su cometido.
Una y otra vez los pasajes del Curso dan a entender que la elección de las formas por parte del Espíritu Santo conllevan Su cometido, Su propósito. Se nos ha dicho que el E.S. emite juicios de forma por nosotros, juicios que requieren "conocer todos los hechos, pasados, presentes y por venir" (Manual, p. 32; M-10.4:8), por lo que deja claro que todos Sus juicios de forma tienen un único sentido: "El Hijo de Dios es inocente y el pecado no existe" (Manual, p.31; M-10.2:9). El Curso también dice que "todo acontecimiento, pasado, presente y por venir, es amorosamente planeado por Aquél cuyo único propósito es tu bien" (Libro de Ejercicios p.271; LE-135.18:1) dando a entender que los acontecimientos que Él planea son vehículos para su propósito de traernos el "bien" o (como dice tres frases más adelante) "la vida eterna". El siguiente pasaje lo establece aún más claramente: "Sus decisiones reflejan lo que Dios sabe acerca de tí" (T-14.III.16:2). Y cuando aquí se habla de "decisiones", significan decisiones de forma, el tipo de decisiones que hace que tú "luches tan frenéticamente por tratar de prever lo que no puedes saber" (T-14.III.16:3).
A un nivel más específico, el Curso dice que el E.S. sabe qué volúmenes del Curso serán las mejores ayudas de aprendizaje para nosotros en este punto de nuestro camino (Manual, p.77; M-29.2). Las ayudas de aprendizaje, por supuesto, son meramente formas. Pero Él sabe qué formas representarán para nosotros el significado del aprendizaje que necesitamos en este preciso momento. A lo largo de esas misma líneas, el Curso dice que no deberíamos decidir qué posesiones físicas necesitamos porque escogeremos esas formas que, para nosotros, representen el ego: "lo que tú crees necesitar servirá simplemente para fortificar tu mundo contra la Luz" (T-13.VII.11:6). En cambio, debemos comprender que "sólo el Espíritu Santo sabe lo que necesitas" (T-13.VII.12:1).
En estos pasajes, y en muchos otros, del Curso está estableciendo muy claramente que cualquier momento en particular, ciertos símbolos del sueño van a ser más educativos que otros para nosotros. El E.S. elige estas formas para nosotros no porque crea que las formas son importantes en y por sí mismas, sino porque Él quiere utilizar aquellas formas para diseñar y reforzar un  cierto contenido en nosotros. Y el punto es que sólo Él sabe qué lección es mejor que aprendamos en este estadio de nuestro desarrollo. Y sólo Él sabe qué formas llamarán la atención de nuestra mente y reforzarán ese contenido (lección) en nuestra mente particular. Por esta razón, muchos pasajes en el Curso asumen que hay algo importante en dejar al E.S. que elija las formas. Por ejemplo: "lo que se da en Su Nombre se manifiesta en la forma más útil posible en un mundo de formas. Esas son las formas que jamás pueden engañar, ya que proceden de la Amorfía Misma" (Libro de Ejercicios p. 378; LE-186.13:5-14:1).

He oído a algunos estudiantes del Curso decir que ya que las formas no tienen sentido, cualquier forma es tan buen aula como cualquier otra. Pero, tal y como podemos ver por las referencias anteriores, el Curso no opina de esa manera. Es cierto que las formas no tiene significado inherente. Pero el hecho es que, mientras creamos en un mundo de formas, algunas formas serán símbolos más efectivos que otros para un pensamiento concreto. Por ejemplo, abrazar a alguien es un mejor símbolo del amor que cortarle la cabeza con una motosierra. La Monna Lisa es un mejor símbolo de la belleza que un vómito en el suelo. Una sonrisa es un mejor símbolo de felicidad que un grito de terror… Ciertamente, el E.S. lo sabe. Él, de hecho, escribió un Curso que es una larga cuerda de formas cuidadosamente elegidas: las palabras. Él no puede creer que esas palabras sean verdaderamente significativas. Pero Él conoce el efecto que esas palabras harán en nuestras mentes.
3. Él nos proporciona los perfectos símbolos del sueño para ayudar a los demás.Este punto está muy relacionado con el anterior. Del mismo modo que no sabemos qué símbolos será las mejores herramientas de aprendizaje para nosotros mismos, tampoco sabemos cuáles son las mejores herramientas de aprendizaje para los otros.
Nuestra función en la tierra es facilitar el despertar de otros. Hacemos esto, por supuesto, mediante el perdón. Pero para que este perdón sea de la máxima efectividad, debe ser comunicado a la otra persona de la forma más apropiada posible. "Esto quiere decir que, para que un milagro sea lo más eficaz posible, tiene que ser expresado en un idioma que el que lo ha de recibir pueda entender sin miedo" (T-2.IV.5:3). Tal y como el Curso repite una y otra vez, no estamos en condiciones por nosotros mismos de saber qué idioma es ése, ni de saber qué símbolos del sueño comunicará amor más efectivamente a la otra persona. Sencillamente, nosotros no tenemos la omnisciencia requerida para ello. Las referencias a esta idea en el material del Curso son demasiado numerosas para mencionarlas todas. Aquí hay una:
"Qué debería hacer yo por él, tu Santo Hijo,  debería ser la única pregunta que hagas cuando la ayuda es necesaria y se busca el perdón. No necesitas juzgar la forma que toma la búsqueda. Y no te permitas ser tú quien establezca la forma en la que el perdón venga a salvar al Hijo de Dios… Él (el Cristo) conoce la necesidad; la pregunta y la respuesta. Él te dirá exactamente qué hacer, con palabras que puedas entender y que también puedas usar. No confundas Su función con la tuya. Él es la Respuesta. Tú eres el que oye"(Song of Prayer, 14; S-2.III.5).
El uso de los símbolos terrenales es tan crítico (importante) para nuestra función aquí que, incluso cuando nosotros mismos no creamos ya mucho en los símbolos, todavía necesitaremos utilizarlos para llegar a los otros:
"Sería en verdad extraño si se te pidiese que fueses más allá de todos los símbolos del mundo y los olvidaras para siempre y, al mismo tiempo, se te pidiese asumir una función docente. Todavía tienes necesidad de utilizar los símbolos del mundo. Mas no te dejes engañar por ellos. No representan nada en absoluto, y éste será el pensamiento que en tus prácticas te liberará de ellos. Los símbolos no son sino medios a través de los cuales puedes comunicarte de manera que el mundo te pueda entender, pero reconoces que no son la unidad en la que puede hallarse la verdadera comunicación." (Libro de Ejercicios, p. 30; LE-184.9)
4. Solicitar Su ayuda es un abandono de la auto-suficiencia. El ego es, esencialmente, la idea de la auto-suficiencia, la idea de que existimos por nosotros mismos, auto-creados y auto-mantenidos. Este pensamiento se concreta en nuestra vida diaria cuando tomamos nuestras propias decisiones y cubrimos nuestras propias necesidades. Estamos actuando como creadores, haciendo el papel de Dios. Este intento de usurpar Su papel, por supuesto, da como resultado una enorme culpa y un enorme miedo. Esto es por lo que "la culpa es inevitable en aquellos que utilizan su juicio en su toma de decisiones" (Psicotherapy, p.14; p-2.VII.4:6). Por lo tanto, para abandonar el ego debemos desentrañar esa creencia interior de que estamos solos y podemos hacerlo solos. Debemos devolver a Dios a Su trono. Hacemos esto, en parte, dejando que Él decida por nosotros y cubra nuestras necesidades. El siguiente pasaje del Manual subraya bellamente el beneficio sanador de volvernos hacia el Espíritu Santo:
"… seguir las directrices del Espíritu Santo es permitirte a tí mismo quedar absuelto de toda culpa. Es la esencia de la Expiación. El núcleo central del programa de estudios. La imaginaria usurpación de funciones que no te corresponde es la causa del miedo. El mundo que ves refleja la ilusión de que has usurpado una función que no te corresponde, haciendo que el miedo sea algo inevitable. Devolver dicha función a Quien le corresponde es, por lo tanto, la manera de escapar del miedo. Y esto es lo que hace posible que el recuerdo del amor retorne a tí. No pienses, entonces, que necesitas seguir la dirección del Espíritu Santo sólo por razón de tus propias insuficiencias. Necesitas seguirlas porque es la manera de escapar del infierno" (Manual, p.77; M-29.3:3-11).
5. Él cuidará de las cosas, liberando tiempo y energía para más altas actividades. Un símbolo terrenal que el Curso contempla como muy importante es el tiempo. El único propósito del Curso, de hecho, es ahorrarnos tiempo en volver a casa. Obviamente, si tenemos que gastar todo nuestro tiempo tratando de tomar decisiones y cubriendo nuestras necesidades físicas, tendremos entonces poco tiempo -y muy poca energía- para Dios. Más concretamente, esto significa que no tendremos tiempo ni energía para estudiar el Curso y hacer los ejercicios. Por lo tanto, una de las funciones del Espíritu Santo es cuidarse de esos detalles terrenales, liberando tanto tiempo como energía.
Jesús le dijo esto personalmente a Helen Schucman en términos inequívocos. Pero Él también nos lo dice en el Curso. De hecho, este es el sentido de aquel famoso párrafo sobre el Espíritu Santo "yendo delante de tí despejando el camino y no dejando escollos en los que puedas tropezar ni obstáculos que puedan obstruir tu camino" (T-20.IV.8:5). Lo que no comprenden la mayoría de los estudiantes del Curso es que este inspirador párrafo es dado como una respuesta a la pregunta que abre el párrafo: "Tal vez te preguntes cómo vas a poder estar en paz si, mientras estés en el tiempo, aún queda tanto por hacer…" (T-20.IV.8:1). Como resultado, el significado del párrafo está contenido en la línea cercana al final: "No tienes que preocuparte por nada, sino, más bien, desentenderte de todo, salvo del único propósito que quieres alcanzar" (T-20.IV.8:8). En otras palabras, no necesitas preocuparte de asuntos terrenales, porque el Espíritu Santo se ocupa de todas esas trivialidades por nosotros. Esto te libera para dedicar tu tiempo y esfuerzo a lo que realmente cuenta.
Tal y como yo lo entiendo, el Curso está diciendo que el valor de la ayuda específica del Espíritu Santo realmente desciende al valor de las cosas, al valor de los símbolos. Creo que hay dos cosas básicas a tener en cuenta acerca de los símbolos: 1) Los símbolos no tienen absolutamente ningún sentido; 2) Los símbolos son efectivas herramientas de comunicación para las mentes que todavía creen en este sueño terrenal.
Empecemos con el punto 2. El Espíritu Santo sabe que nuestras mentes todavía ven un significado o contenido en las formas de este mundo. Y así utiliza Él esas formas para diseñar, ampliar y reforzar ciertos significados en nuestras mentes. Él los utiliza como símbolos del sueño. De hecho, Él utilizará cualesquiera símbolos terrenales de los que pueda echar mano. Se nos ha dicho que "El Espíritu Santo se vale de todos ellos" (Libro de Ejercicios, p. 371; LE-l.184.11:3) -"todos los nombres y símbolos nimios que caracterizan el mundo de la oscuridad" (Libro de Ejercicios, p. 371; l.184.11:1).
Los símbolos del sueño que Él envía simbolizan ante nuestra mente la idea de que Dios nos ama. También simbolizan una forma de pensamiento más elevado, una perspectiva sanada. De hecho, Él no sólo elegirá los símbolos que estimulen la corrección de la mente en nosotros, Él también nos hará saber de aquellos símbolos que alienten la corrección de la mente en otros, permitiéndonos, de ese modo, llegar a aquellos otros de forma más efectiva. Y el mero hecho de dejar que Él sea Quien elija los símbolos es un abandono de nuestros egos, una liberación del pensamiento de auto-suficiencia y, de este modo, un alivio de la culpa y el miedo. Es más, este acto de dejar que Él elija los símbolos del sueño nos libera de la laboriosa tarea de dirigir el sueño -dirigir nuestras vidas físicas-, concediéndonos más tiempo y energía para Dios.
Sin embargo, esta utilización de símbolos conlleva un peligro inherente, que nos lleva al punto 1): estos símbolos no tienen significado y son ilusorios en sí mismos. El peligro en la utilización de símbolos por parte del Espíritu Santo es que ésto reforzará nuestra creencia de que estos símbolos son reales, de que tienen poder real sobre nosotros y que de ellos depende nuestra compleción. Por ejemplo, cuando nos llega ese cheque inesperado por correo, el peligro está en que veamos ese cheque como algo de valor en sí mismo, en vez de ver un mero símbolo del sueño terrenal del verdadero Amor sin forma de Dios. Sin embargo, el Espíritu Santo es consciente de ese peligro y nos da esos símbolos de tal manera que nosotros entendamos que sólo son símbolos, no el objeto real.
"El Espíritu Santo no tiene, por lo tanto, ningún interés en las cosas que te proporciona. Lo único que le interesa es asegurarse de que no te valgas de ellas para prolongar tu esta día en el tiempo… Deja, por lo tanto, todas tus necesidades en Sus manos. El las colmará sin darles ninguna importancia. Lo que Él te provee no conlleva ningún riesgo…" (T-13.VII.12:7-13:3).
En otras palabras, si entendemos la intención del Espíritu Santo, permitiendo entonces que Él nos guíe, cubra nuestras necesidades y orqueste los símbolos del sueño en nuestra vida, no necesita reforzar nuestra creencia en la realidad del mundo o de nuestra particularidad . Por eso, cuando Wapnick dice que hacerle saber al Espíritu Santo nuestras necesidades es "el máximo de la particularidad (specialness)", yo no estoy totalmente de acuerdo, pues Su ayuda no tiene esa intención, por lo que no tenemos necesidad de interpretarlo así. Por lo tanto, Su ayuda no es necesariamente una bendición "mixta".
Al final, sin embargo, un símbolo es sólo un símbolo, una herramienta de comunicación es sólo una herramienta: "Recuerda, entonces, que ni el signo ni el símbolo se deben confundir con su fuente, pues deben representar algo distinto de ellos mismos" (T-19.IV(C).11:2). Esto es por lo que -tal y como el ala conservadora enfatiza- el foco en la ayuda específica del Espíritu Santo se aleja según vamos ascendiendo la escalera. Porque el objetivo de los símbolos es conducir, más allá de ellos mismos, al pensamiento que ellos simbolizan. Una vez que los símbolos han llevado a cabo ésto, ya no son necesarios. A pesar de todo, todavía, los símbolos tendrán algún valor para nosotros mientras permanezcamos en este mundo de símbolos. Por lo tanto, creo que el valor de la ayuda específica del Espíritu Santo no es solamente válido para el tiempo en el que creamos en un cruel Dios dualista. Es válido para todo el tiempo que dure nuestra estancia aquí. Sólo cuando partamos  nos quedará pequeño este valor.
Por otra parte, lo que se nos queda pequeño mucho antes de dejar el sueño es el centrarnos en los símbolos. Esto significa que ya no pediremos guía específica para resultados y posesiones externas. Eventualmente, comprendemos que no es ahí donde descansa nuestra felicidad, que lo que realmente queremos es la Fuente del símbolo, el Pensamiento tras él; que nuestro verdadero deseo es de Amor de Dios. Esto está expresado bellamente en The Song of Prayer:
"No puedes, por lo tanto, pedir el eco {la forma, el símbolo}. El regalo es la canción {del Amor de Dios}. Con ella vienen los tonos, la armonía, los ecos, … pero esto es secundario. En la verdadera oración tú sólo oyes la canción. Todo lo demás son meros añadidos. Tú has buscado en primer lugar el Reino de Dios, y todo lo demás se te ha dado por añadidura" (The Song of Prayer, p.2: S-1.I:3)
Paul Philippe "Seated violin player"
Según vamos ascendiendo por la escalera, los símbolos se van volviendo periféricos, incluso inconsecuentes. Todavía nos llegan (como deja bien claro el pasaje anterior). El Espíritu Santo todavía nos guía, cubre nuestras necesidades, nos dice cómo responder a las necesidades de otros, cuida de las trivialidades por nosotros, va por delante limpiando el camino de obstáculos para nosotros, etc. De hecho, estas cosas suceden más a menudo que nunca, pues hemos dejado nuestras vidas más en Sus manos, habiendo abandonado el pensamiento de auto-suficiencia. Y Sus símbolos todavía tienen algún valor de refuerzo pues, después de todo, todavía vivimos en el mundo de los símbolos. Pero ya no nos preocupan tanto. No los pedimos, no nos ocupamos en ellos, y cuando vienen son tan naturales y esperados que casi pasan desapercibidos. Sólo son símbolos, simples ecos. Mientras tanto, todo en nosotros está centrado en una cosa, y sólo en una cosa: escuchar la canción, esa "abrumadora canción de honor y amor que Dios derrama sobre tí eternamente en amorosa alabanza de lo que tú eres" (T-24.II.4:5, 4). Y cuando nuestra absorción en esa canción es completa, salimos del mundo de los símbolos totalmente, "y desaparecemos en el Corazón de Dios" (Libro de Ejercicios. LE-pII.15.5:5).