
Esta es la época en la que muy pronto dará comienzo un nuevo año del calendario cristiano. Tengo absoluta confianza en que lograrás todo lo que te propongas hacer. Nada te ha de faltar, y tu voluntad será completar, no destruir. Dile, entonces, a tu hermano:
Te entrego al Espíritu Santo como parte de mí mismo.
Sé que te liberarás,a menos que quiera valerme de ti
para aprisionarme a mí mismo.
En nombre de mi libertad elijo tu liberación porque
reconozco que nos hemos de liberar juntos.
Es mucho lo que aún nos queda por hacer, y llevamos mucho retraso. Acepta el instante santo con el nacimiento de este año, y ocupa tu lugar - por tanto tiempo vacante - en el Gran Despertar. Y permite que todas tus relaciones te sean santificadas.Ésta es nuestra voluntad. Amén.
UCDM
La Navidad como símbolo del fin del sacrificio
Cap. 15
0 comentarios :
Publicar un comentario