De los juicios procede todo el dolor del mundo, y del amor, la paz de Dios.
1. El perdón ve sólo impecabilidad, y no juzga. Ésta es la manera de llegar a Tí. Los juicios me vendan los ojos y me ciegan. El amor, que aquí se refleja en forma de perdón, me recuerda, por otra parte, que Tú me has proporcionado un camino para volver a encontrar Tu paz. Soy redimido cuando elijo seguir ese camino. Tú no me has dejado desamparado. Dentro de mí yace Tu recuerdo, así como Uno que me conduce hasta él. Padre, hoy quiero oír Tu Voz y encontrar Tu Paz. Pues quiero amar mi propia Identidad y encontrar en Ella el recuerdo de Tí.
Un Curso de Milagros
Lección 352
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