Si te sientes desalentado respecto de tu progreso,
si quieres dar un nuevo paso pero la idea de
dominar el anterior te entristece o fatiga, recuerda
que te equivocas acerca de lo que se espera de ti.
El esfuerzo se debe usar sólo como un medio para dejar de esforzarse. Simplemente haz el esfuerzo de recordar que no es necesario hacer nada.
Sí, serás firme contigo mismo, pero sólo con el fin de recordar claramente que no conoces el camino
hacia el Hogar, que ni siquiera sabes cuál es el
próximo paso y que tu fuerza sólo puede provenir
de ponerte nuevamente en los brazos de Aquel que
te conduce. El mayor de los obstáculos en nuestro 
progreso espiritual es la sospecha de que se nos
pide descubrir algo o hacer algo que no sea
permanecer en paz. Detrás de estos temores está la
idea de que las leyes que nos hacen avanzar exigen 
un sacrificio, de que "nada valioso se obtiene
fácilmente". Entonces, creemos que se nos pide
hacer algo que será desagradable, tedioso o 
intimidante. Pero no es así. Las reglas de avance
piden exactamente lo puesto: confianza, calma
alegría y apertura.

Sugerencia
No es posible que verdaderamente quieras 
hacer algo que signifique apartarte de la meta de tu
corazón. Si alguna vez se te ocurre eso es que no
has comprendido dónde está tu tesoro. Cuando te
sientes irritado, rechazado o cuando sientes que
 estás luchando contra ti mismo, no hagas nada.
Hacer nada es lo único que necesitas. Pero es
necesario justamente eso. Admite lo poco que
sabes, luego, mentalmente, hazte a un lado. Espera
que Dios haga un movimiento. Somos como niños
y lo Divino es como un tren luminoso que nos lleva 
hacia una tierra de belleza y esplendor
inesperados. Lo único que tenemos que hacer es
permitirnos ser conducidos.
Hugh Prather
Brillar o no Brillar
Pág. 100

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