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Se nos pide que utilicemos esta afirmación, previamente citada, del libros de ejercicios, siempre que nos sintamos tentados por el terror, la aprensión o cualquier forma de sufrimiento: " Perdonaré, y esto desaparecerá" ( L-193.13:3) Lo que desaparecerá no es la forma externa del problema, pues ésta no es el problema.Lo que sí desaparece es nuestra idea equivocada de mirar el problema. Como dice el curso de sí mismo: "Este es un curso acerca de causas,no de efectos" (T-21.VII.7:8). Este procura cambiar la causa de nuestros problemas, que es nuestra forma imperfecta de pensar y percibir, no los efectos de estos pensamientos. Así pues, si nos encontramos en un embotellamiento de tráfico y estamos retrasados para una cita, no debemos pedirle al Espíritu Santo que disperse los automóviles de modo que no lleguemos tarde, sino más bien debemos pedir que sane nuestra mente ansiosa, preocupada o culpable. En ese punto, podemos poner" el futuro en Manos de Dios" (L-pi.194),y confiar en que todo estará bien porque Él está a cargo.¿Cómo podemos saber que lo que nos conviene, por no mencionar que le conviene a los demás, es llegar a tiempo? ¿Quizás hay acaso algún inesperados beneficio en llegar tarde a la cita? Pero hay Uno Que sí sabe. Recurrir a Él es nuestra sola responsabilidad y único interés.
KENNETH WAPNICK, Ph .D.
EL PERDÓN y JESÚS
CAP. 5
Henry Matisse. La gerbe. |
KENNETH WAPNICK, Ph .D.
EL PERDÓN y JESÚS
CAP. 5
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