Diego Rivera "La vendedora"
"No andéis, pues, preocupados diciendo:  ¿  Qué vamos a comer ?,
¿ qué vamos a beber ?, ¿ con qué vamos a vestirnos ? ... Pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad  primero su  Reino y su justicia, y todas  esas cosas se os darán por añadidura ( Mt 6:31-33)"

Ya hemos discutido cómo la abundancia no aplica a las cosas de este mundo. El confiar en Dios no significa confiar en que nuestras necesidades materiales serán satisfechas por Él. A saber que tales regalos son fundamentalmente ilusorios, Dios jamás podría concedérnolos. El Curso enseña que  "las cosas sólo representan los pensamientos que dan lugar a ellas " (L-pI.187.2:3). La pobreza material, cuando se identifica como un problema, sólo puede ser el resultado de una creencia en la pobreza espiritual ( el principio de escasez ). Nuestro Padre Celestial, a través de Su Espíritu, reconoce la necesidad de que se corrija esta creencia, la cual es el problema . Cuando se perdonen los pensamientos de nuestro ego,ya no habrá más proyección de escasez y nuestro mundo material fluirá naturalmente y felizmente de estos pensamiento de perdón.


El perdón convierte el mundo del pecado en un mundo de gloria, maravilloso de ver. Cada flor
 brilla en la luz, y en el canto de todos los pájaros se ve reflejado el júbilo del Cielo.
 No hay tristeza ni divisiones, pues todo se ha perdonado completamente...
 Los milagros que el perdón deposita ante las puertas del Cielo no son insignificantes. 
Aquí el Hijo  de Dios Mismo viene a recibir cada uno de los regalos 
que lo acerca más a su hogar ( T-26.IV.2:1-3; 4:1-2).
UCDM

Estos regalos no son los que el mundo atesora, sino los regalos de Dios:


Considera, entonces, los plateados milagros y los dorados 
sueños de felicidad como los únicos tesoros que quieres
conservar dentro del almacén del mundo.
La puerta está abierta, no para que entren ladrones,
sino tus hermanos hambrientos, quienes confundieron el brillo de 
una piedrecilla con oro y almacenaron un puñado de nieve
reluciente creyendo que era plata... La puerta está abierta para que
todos aquellos que no quieran seguir hambrientos
y deseen gozar del festín de abundancia que allí se les ha preparado
puedan entrar. Y éstos  se reunirán con tus Invitados (el Espíritu Santo y Cristo), 
a quienes el milagro invitó a venir a ti... Los  Invitados han traído Consigo
provisiones ilimitadas...Y en ese compartir no puede haber una
brecha en la que la abundancia  merme y disminuya
(T-28.III.7:1-2)
UCDM

Por lo tanto, confiamos en el Dios que sanará nuestras mentes, y luego, de hecho, se nos dará todo lo demás pues habremos removido los bloques de inexorabilidad que precluían (impiden) el fluir natural de un mundo feliz que se extiende desde un pensamiento feliz. Jesús nos exhorta a que creamos sus palabras , pues sólo  entonces podemos hallar paz:

Todo el que oiga estas palabras mías y las ponga
en práctica, será como el hombre prudente que edificó
su casa sobre roca: cayó lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los
vientos, y embistieron contra aquella casa:
pero ella no cayó, porque
estaba cimentada sobre roca (Mt 7:24-25)

Dios es el único cimiento que puede soportar las turbulencias de nuestro mundo. Como escribe el Curso acerca del ego:

No trates de mantener en pie ese hogar ruinoso. En su
debilidad radica tu fuerza. Sólo Dios pudo erigir un
hogar digno de Sus creaciones...(este) hogar seguirá en pie
eternamente, listo para cuando decidads
entrar a ocuparlo ( T-4.I-11:2-5)
UCDM

Si podemos traer nuestros problemas a este cimiento, el  cual Jesús representa se nos libera de ellos:

Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y
yo os daré descanso.
Tomad sobre vosotros mi yugo, ,
y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón:
y hallaréis descanso para vuestras almas.  Porque
mi  yugo es suave y mi carga ligera. (Mt 11:28-30')

Nuestra fé en Dios debe ser como la de los niños pequeños, cuya dependencia de sus padres es total, y confían en que  éstos los protegerán. Así es como debemos ser, pues "de los que son como éstos es el Reino de los Cielos ( Mt 19:14)

EL PERDÓN Y JESÚS
CAP. 10
LA FÉ EN EL DIOS DEL AMOR
El confiar en Dios 
KENNETH WAPNICK, Ph.D
Ken Wapnick

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